El agua de lluvia, una alternativa de uso

Campus Milenio
22 de febrero de 2007
Aristeo Castro Rascón
suplementocampusmilenio@yahoo.com

Sistema de infiltración

Alejandra Cortés Silva, investigadora del Instituto de Geografí­a de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), propone implantar un sistema de de infiltración que permita recargar los pozos acuí­feros con agua de lluvia, garantizando así­ un nivel de calidad permisible en su manejo.

E1 agua ya es un asunto de seguridad nacional. Las tres cuartas partes del territorio de México son áridas, aunque el sureste del paí­s es la región más beneficiada. El suministro de agua doméstico o industrial depende directamente de los acuí­feros. El uso racional es imperante, Por tal motivo y con la intención de aportar medidas alternas contra el escaso aprovechamiento de agua y su insuficiencia para abastecer las zonas urbanas más afectadas, Alejandra Cortés Silva, investigadora del Instituto de Geofí­sica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), propone implantar un sistema de infiltración que permita recargar los pozos acuí­feros con agua de lluvia, garantizando así­ un nivel de calidad permisible en su uso.

Buscar opciones

Alejandra Cortés Silva explica que debido a la creciente demanda del lí­quido, se encuentran sujetos a estrictas racionalizaciones para su distribución, impidiendo el acceso de 1 a población al recurso vital. Por ello, buscar alternativas al problema equivale a un esfuerzo prioritario.

Otro aspecto fundamental para entenderla eficacia del sistema de infiltración con agua de lluvia, agrega la investigadora, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), son las alteraciones en el cielo hidrológico. Los asentamientos humanos desmedidos, así­ como el desarrollo industrial y agrí­cola han generado notables modificaciones en la continua precipitación de un lugar.

La académica dice un ejemplo es la Cuenca de México, donde ha llovido en tina semana lo de la temporada completa, es decir, el volumen que se precipita en uno o dos dí­as es de 50 por ciento del total de la época de precipitaciones.

¡Si el agua de lluvia resulta de muy buena calidad, y lo que hace falta para el abastecimiento total de la población es cantidad de agua con calidad, entonces, por qué desperdiciarla dejándola correr hacia el drenaje o, en su defecto, permitiéndole su estanca miento junto al tránsito vehicular, provocando los ya conocidos conflictos viales! precisa.

Hay algunas objeciones acerca de la salubridad del método propuesto, asegura Cortés Silva, que en los primeros dí­as de lluvia, los contaminantes no se disipan por completo pero, después de iniciada la temporada, el agua está tan limpia que produce una depuración ambiental.

«No quiere decir que el agua pluvial pueda ser aplicable a fines domésticos sin un tratamiento previo que asegure su pureza, sólo se hace referencia a la cualidad del agua para limpiar el entorno donde está, así­ como los grandes volúmenes desaprovechados. Para un uso correcto del elemento se prescribe lo siguiente», puntualiza.

Recomendaciones de adaptación del sistema

De acuerdo con los señalamientos del proyecto, elaborado con el apoyo multidisciplinario del Instituto de Geofí­sica de hay seis recomendaciones pensables en la adaptación de un sistema de infiltración pluvial: cómo seleccionar el sitio; distancia requerida entre un pozo de extracción pública y el sistema; distancia del acuí­fero respecto al nivel freático; caracterí­sticas del suelo dónde va aplicarse; el agua de lluvia deberá infiltrarse en zonas alejadas de fuentes potenciales de contaminación, y procurar que el acuí­fero pueda ser consultado fácilmente para su mantenimiento.

La importancia de estas indicaciones, detalla Cortés Silva, radica, principalmente, en asegurar la utilización del recurso, pues si antes no se han desarrollado técnicas para recarga de acuí­feros, se debe a su costo elevado en la consecución de calidad, al identificar los contaminantes que más afectan la limpieza del agua.

Respecto de las caracterí­sticas del suelo, sólo restarí­a comentar sus condiciones óptimas. Esto es, contener vano, tipo, de grano, como arcillas o gravas, para infiltrar con mayor éxito el agua tratada, señala.

El proyecto está siendo evaluado por la Organización de Estados Americanos (OEA). En ese sentido, Alejandra Cortes Silva comenta que éste tiene muchas posibilidades de ser financiado a mediano plazo para su total aplicación pues, actualmente, se utiliza la técnica de infiltración con agua de lluvia en Aguascalientes, pero sólo con el rango de proyecto piloto.

Aun así­, el gasto requerido lo aporta la UNAM con algunas limitaciones considerables. Al respecto, la investigadora afirma que el problema del agua es de seguridad nacional, por lo cual se necesita actuar con prontitud.

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