Campus Milenio
12 de marzo de 2009
Redacción
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El rector José Narro Robles entregó los reconocimientos a 76 universitarias
El rector de la UNAM, José Narro Robles, entregó la presea Sor Juana Inés de la Cruz a 76 universitarias destacadas con motivo del Día Internacional de la Mujer.
En la ceremonia, celebrada en el Teatro «Juan Ruiz de Alarcón», del Centro Cultural Universitario, el rector entregó una medalla de plata y un diploma a las féminas que han destacado por su trabajo académico, de investigación y difusión.
Narro Robles entregó los reconocimientos, acompañado por Olga Elizabeth Hansberg Torres, María Elena Medina-Mora Icaza y Elizabeth Guadalupe Luna Traill, integrantes de la Junta de Gobierno, y Rosaura Ruiz Gutiérrez, secretaria de Desarrollo Institucional.
Asimismo, lo acompanãron las coordinadoras de los consejos académicos, Angélica Cuéllar, del Área de las Ciencias Sociales, y Lidia Guadalupe Ortega, del Bachillerato; las directoras Gloria Villegas, de la Facultad de Filosofía y Letras; Hermelinda Osorio, de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, y Graciela Casas, de la Escuela Nacional de Trabajo Social.
En representación de las galardonadas, Graciela Rodríguez Ortega, académica de la Facultad de Psicología, indicó que esta distinción estimula la ampliación de horizontes, alerta la inteligencia y deriva en acciones de la universidad.
Las mujeres hoy tienen más premios y reconocimientos; cada vez es mayor el número que participa en todos los campos de la ciencia, artes y humanidades, resaltó.
Si bien es cierto que ha disminuido la discriminación, parece que ellas aún se empeñan en sostener las razones del veto, que no procede de funestas consignas institucionales como en antaño, sino como una admisión implícita de una condición subordinada, opinó Rodríguez.
La mujer, la feminidad, ha sido y es significante de la diferencia, de lo diferente a lo que la razón dominante había considerado valorable, razón en la que podría considerarse, parafraseando a Octavio Paz, las trampas de la razón.
No basta la equidad como principio elemental de convivencia, sino que es indispensable asumir este estatuto de diferencia y hacer la oportunidad de una palabra propia que no excluya a la razón, sino que se abra al corazón, dijo.
Por su parte, Estela Morales Campos, coordinadora de Humanidades, aseguró que si se considera que hace apenas 56 años se reconocieron los derechos políticos de ellas, y que aún hoy se discuten sus facultades reproductivas, “es una fortuna que por la vía de los hechos sean partícipes en la educación y en las actividades productivas”.