La Jornada
14 de diciembre de 2007
Emir Olivares Alonso
La ciencia debe traducirse en productos que beneficien a la sociedad, afirma
Plantea transformar los criterios evaluativos, para que se estimule la innovación
El presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), Juan Pedro Laclette, señaló que es urgente que la política de Estado en ciencia, tecnología e investigación científica deje de ser un discurso y se lleve a la práctica: “Debemos dejar de hablar de etiquetas y comenzar con los contenidos”.
En ese sentido, aseguró que dicha política debe impulsar que los hallazgos científicos se traduzcan en productos que lleguen y beneficien a la sociedad, flexibilizar los procedimientos para la propiedad intelectual, tomar en cuenta la descentralización para esos rubros, fomentar la labor de las universidades públicas y modificar los criterios de evaluación de los investigadores para propiciar que se aboquen más a la innovación.
Informó que el miércoles pasado la AMC sostuvo una reunión –junto con otras instancias– con la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados, donde se propuso crear un grupo que “implemente esa nueva política de Estado, porque debemos incorporar a la ciencia como parte de la cultura en México”.
Asimismo, Laclette dijo que recientemente la AMC firmó un convenio con sus similares de Bolivia, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Panamá, Perú y República Dominicana, con las que implementará el programa La ciencia en tu escuela, con el que se prevé impulsar la educación en esa área entre niños y adolescentes de esos países.
El investigador señaló que la política de Estado debe identificar áreas prioritarias para que ahí se concentren los esfuerzos y conseguir logros “palpables”.
“Tenemos pendiente la innovación, cómo los hallazgos científicos se traducen en soluciones a problemas prácticos, cómo traducirlos en productos que generen oportunidades de negocios que le llegan a la sociedad. Cómo lograr que la ciencia impacte a la sociedad que la sustenta, porque el trabajo científico es sustentado en el apoyo de la sociedad”.
Otro elemento que no puede dejarse de lado, dijo, tiene que ver con los criterios de evaluación en el Sistema Nacional de Investigadores, pues en la actualidad los mismos se miden por número de publicaciones, “y si no las tienes se disminuye el apoyo, pero creo que debemos darle mayor peso al trabajo creativo y la innovación”.
También consideró que se deben establecer mejores procedimientos en torno a la propiedad intelectual en las instituciones mexicanas, “un procesamiento más expedito y menos burocratizado de las solicitudes de propiedad intelectual en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, para mencionar sólo uno de los temas que deben estar en esta política de Estado”.
Exhortó al sector productivo a participar de manera más activa en la inversión y generación de ciencia y tecnología. Mencionó que la reticencia de ese grupo para incorporarse al desarrollo de esos rubros se debe en parte a los problemas de propiedad intelectual, ya que las leyes sólo le confieren la adquisición de licencias.
Laclette destacó que en el año que termina la AMC tuvo una activa participación de cabildeo en diversas temáticas, pero principalmente en la discusión del Presupuesto de Egresos de la Federación para ciencia y tecnología, donde junto con otras instancias consiguieron que la inversión pública en la materia se incrementara para el siguiente año de 32 mil 500 millones de pesos (2007) a 39 mil 100 millones para 2008.