La Jornada
6 de diciembre de 2005
Investigación y Desarrollo
Eduardo González
Las universidades deben enfocarse al desarrollo de recursos humanos, y a las Pymes y grandes empresas corresponde asociarse de manera estrecha y vincularse con el entorno donde se genera la creatividad y los recursos humanos altamente especializados: la academia y centros de investigación, plantea el presidente de la AMC
Una gran voluntad de los sectores involucrados, la armonización de sus intereses y un análisis de las oportunidades que se obtendrán al apostar a la ciencia, tecnología, e innovación son requerimientos necesarios para cristalizar un pacto nacional que impulse dicho quehacer en el corto, mediano y largo plazo, considera el presidente de la Academia Mexicana de Ciencia (AMC) doctor Octavio Paredes López.
Asimismo, va un paso más allá, al indicar que la concreción de un acuerdo en ciencia y tecnología nacional no es el fin de la historia sino que adicionalmente, habrán de vigilarse que las metas y planes estipulados sean realmente cumplidos.
«Debemos crear un acuerdo nacional que realmente trascienda sexenios, porque ahora, incluso cada año, se construyen nuevos planes. Cuando no hay certidumbre de cuánto dinero se va a otorgar a la educación, ciencia y tecnología no se puede planear».
Otro de los objetivos del pacto es priorizar problemas acuciantes que necesitan respuesta y entre ellos considera a los relacionados con el agua y el campo, además de la energía convencional y no convencional, la migración y el narcotráfico, por ello «necesitamos impulsar algunas ciencias como la biotecnología, las nacociencias y la informática, entre otras».
Paredes López destaca lo importante de alcanzar un gran acuerdo nacional por la innovación científica y tecnológica, y dar un gran estirón en la calidad de la educación, ya que el país cuenta con enormes oportunidades para la creación de riqueza y bienestar y un pacto de esta naturaleza es una herramienta útil para ello.
«E] retroceso y la perdida de competitividad son evidentes en América Latina en su conjunto, donde perviven zona geográficas que no le apuestan a la ciencia y la tecnología, salvo muy contadas excepciones», expone el también doctor en ciencia de plantas por la Universidad de Manitoba, Canadá.
En contraste, resalta que los países del este asiático se encuentran creando riqueza y ganando mercados internacionales, porque de tiempo atrás realizan esfuerzos contundentes en inversión destinada a la ciencia y tecnología. Y ejemplifica que en las doce naciones emergentes, diez están en el este asiático, y todos ellas cuentan con una intensa asociación con la innovación, aunada a una explícita y sistemáticamente mejora en la calidad de la educación.
En caso de no concretarse un pacto en CyT, Paredes López prevé que el escenario futuro será similar al actual, donde la disminución de competitividad de la nación continuará acentuándose a consecuencia de carecer de una estrategia que induzca a caminar en dirección a la ciencia y tecnología. También se suma el hecho de -peder espacios para que los jóvenes se desarrollen profesionalmente. ‘Actualmente las principales fuentes de ingresos económicos de la sociedad mexicana son muy volátiles, como es la enorme dependencia petrolera, recurso natural que se agotará en los próximos 10 o 12 años, por lo menos las reservas identificables hasta ahora».
Juzga que la riqueza del país debe sustentarse en el conocimiento y no la expulsión de una parte importantísima de la sociedad, pues de momento otra fuente de ingreso trascendental son las remesas enviadas por los paisanos que migran a los Estados Unidos.
En cuanto al aporte que cada sector debe sumar a un proyecto nacional, Paredes López expone a manera de ejemplo que la universidad requiere enfocarse al desarrollo de recursos humanos, en tanto las grandes, medianas y pequeñas empresas deben asociarse de manera estrecha y vincularse con el entorno donde se genera la creatividad y los recursos humanos altamente especializados, esto es la academia y centros de investigación. «Cada uno de los sectores tenemos nuestra propia responsabilidad para mejorar esas calificaciones tan preocupantes que presenta México en las evaluaciones internacionales».
Finalmente, señala la conveniencia de que los partidos políticos, sus candidatos a la presidencia, y personajes que participan para algún cargo de elección popular o lideres de otros componentes de la sociedad civil, se acerquen y hagan suyo este tipo de acuerdos a partir de un diálogo y reflexión. «No se trata únicamente de incrementar recursos, sino de que esto vaya asociado a compromisos y acciones concretas y especificas, para que la sociedad se dé cuenta que la ciencia y la tecnología la beneficia».