Cambio de Michoacán
1 de julio de 2007
Angelina Arredondo Elizalde
Unos ocho mil millones de pesos se orientan al Sistema Nacional de Becas y a los fondos sectoriales estatales
De los diez mil millones de pesos que se asignan al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), se calcula que sólo dos mil millones se invierten en nuevas investigaciones, la mayor parte se orienta al Sistema Nacional de Becas y a los fondos sectoriales estatales, indicó José Antonio de la Peña Mena, director general adjunto de Desarrollo Científico y Tecnológico del Conacyt.
Al participar en la mesa de trabajo «Políticas públicas en biotecnología», -que se desarrolló en el marco del Foro Nacional Perfil y Prospectiva de la Biotecnología Mexicana-, el funcionario destacó que Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Quintana Roo, son los estados más «deprimidos» en ciencia y tecnología.
«Se requiere conectar con el desarrollo tecnológico y científico a ciertas áreas del país especialmente el Sureste, Guerrero, Oaxaca, Campeche, Chiapas y Quintana Roo, tenemos que hacer esfuerzos especiales por vincular a estas entidades con otras que están sumamente desarrolladas, utilizar como palanca las áreas fuertes del país para sacar adelante las regiones menos desarrolladas», expuso.
De la Peña Mena dijo que no todo el país tiene un desarrollo homogéneo, aunque hay varias partes, especialmente los estados del Norte, en las que existe un gran desarrollo en áreas como las ciencias exactas, ciencia experimental, medicina, ingeniería, ciencias sociales y humanidades.
Subrayó que uno de los retos para México es trabajar más en áreas estratégicas por su conocimiento y por su impacto social, y económico como el agua, energéticos, la industria de los recursos marinos que no está desarrollada en México a pesar de las grandes extensiones de costas que posee, «son temas fundamentales para una inserción de México en el mundo moderno, esto para no quedarnos atrás en ciencia y tecnología».
José Antonio de la Peña reveló que el presupuesto de este ejercicio fiscal para el Conacyt es de aproximadamente de diez mil millones de pesos. «El problema es que el presupuesto está orientado a las áreas del Sistema Nacional de Investigadores, a las becas de postgrado para estudiantes y centros públicos de investigación de los estados del país, son temas fundamentales, pero también son los que absorben un mayor gasto».
Y agregó: «Al final quedan pocos recursos para dedicarlos al desarrollo de investigación y estudiar nuevos temas, los recursos son relativamente bajos, de los diez mil millones de pesos nos quedan menos de dos mil millones de pesos para el desarrollo de investigaciones».
Anotó que una de las metas del Conacyt es el desarrollo tecnológico y científico por regiones, además de la modificación y adecuación de los estímulos fiscales para las empresas.
Urgen aprobación del reglamento de la Ley de Bioseguridad
En su participación, Francisco Bolívar Zapata, presidente del Comité de Biotecnología de la Academia de Ciencias, destacó la necesidad de que se apruebe el Reglamento de la Ley de Bioseguridad para el uso de los transgénicos, ya que -dijo- «al no contar con el reglamento no se puede avanzar».
El investigador dijo que tanto la Ley de Bioseguridad como la Ley de Ciencia y Tecnología «son perfectibles», pero no se tienen que hacer modificaciones sin antes leerlas y estudiarlas, «los legisladores tienen que leerlas antes de sugerir modificaciones».
A su vez, el senador Saúl Aguilar Orozco, secretario técnico de la Comisión de Ciencia y Tecnología, dijo que la ciencia y la tecnología deben ser pieza clave en las políticas de estado, y su planeación no debe ser sexenal.
El senador se comprometió a no modificar los marcos legales que actualmente existen sin antes consultar a los involucrados y al mismo tiempo, dijo que buscará un acercamiento con el Ejecutivo para hacer de la ciencia y la transferencia tecnológica un asunto prioritario.