La Jornada
9 de diciembre de 2009
Redacción
Proteger áreas naturales es una buena estrategia de conservación, pero no es completa, consideró Rodolfo Dirzo, integrante de la Academia Mexicana de Ciencias, quien recomendó hacer dicha conservación en territorios habitados por pueblos originarios para preservar también las culturas asociadas a la biodiversidad.
Al participar en el simposio Cambios de la biodiversidad en los próximos 50 años, el especialista de la Universidad de Stanford, señaló que los países en desarrollo, como México, Perú o India, tienen gran diversidad de ecosistemas con elevado número de especies endémicas, junto con culturas asociadas a la biodiversidad, pero con problemas comunes respecto a la conservación.
En tanto, James McCarthy, presidente de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, se refirió a los efectos que tiene el cambio climático en el Ártico y en la Antártida, considerando que los ecosistemas en ambos polos son diferentes.
Aunque en ambos hay hielo, explicó, por un lado en el Ártico encontramos mar y tierra históricamente cubierta de hielo, mientras que en la Antártida hay presencia de un amplio desierto.
Estas superficies presentan un mayor Efecto Albedo, que es la capacidad de una superficie para reflejar directamente la radiación solar, e incide directamente en el mayor o menor calentamiento. Un Albedo bajo calienta el planeta porque la mayor parte de la luz es absorbida por la Tierra. Por ello, subrayó, es necesario impedir una disminución de las superficies del Ártico y Antártida para evitar el calentamiento del planeta.