El Economista
21 de septiembre de 2005
El presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, Octavio Paredes López, destacó la necesidad de que se tome conciencia de que el apoyo a la ciencia y la tecnología no es de un sexenio, sino que debe haber una respuesta para el corto, mediano y largo plazos.
En entrevista dijo que se han reunido con representantes de la sociedad, como partidos políticos, otras organizaciones e incluso con el titular del Ejecutivo federal para que comprendan que sólo con el impulso de la ciencia y la tecnología se logrará el desarrollo económico y social que México requiere.
Afirmó que los científicos en el país consideran usar cualquier método de convencimiento para que se mantenga o aumente para 2006 el presupuesto para ciencia y tecnología, que este año fue de 28 mil millones de pesos.
Paredes López presidió este miércoles la ceremonia de entrega de premios que otorga la academia a jóvenes científicos, y donde estuvieron presentes tres premios Nobel de Química y Medicina, y el Premio Príncipe de Asturias 1999.
Reiteró que es indispensable que no se reduzca el presupuesto para educación, ciencia y tecnología y que además, como se comprometió el gobierno federal, se incremente en forma gradual.
Por ello insistió en que la sociedad mexicana tiene que cambiar este tipo de cosas, ya que no debe haber excusas, porque países como China e India son ejemplo de que impulsando a la ciencia y tecnología con recursos suficientes se logra el desarrollo.
A su vez, el Premio Nobel de Química 1996, Harold Kroto, lamentó la falta de inversión gubernamental en ciencia y tecnología en México, y sugirió ver los ejemplos de China y la India, que en pocos años hicieron modificaciones a la Ley y aportaron el presupuesto suficiente para la investigación científica.
Kroto, también presidente de la Fundación Vega Science Trust, que él creó en el país para apoyar el desarrollo científico y tecnológico, consideró que México tiene el potencial para fomentar y formar científicos de primer nivel.
En ese encuentro estuvieron el Nobel de Química 1995, Paul Crutzen, y de Medicina 1977, Andrew Schally, y Ricardo Miledi, Premio Príncipe de Asturias, quienes exhortaron a los jóvenes científicos reconocidos con el Premio de la AMC, a poner todo su entusiasmo en el desarrollo de esas disciplinas para beneficio de su país.
(Notimex)