Bolí­var Zapata: necesarios, esquemas de seguridad para material genético

La Jornada
21 de junio de 2005
CAROLINA GOMEZ MENA

En la conferencia magistral Ciencia genómica y biotecnologí­a, que Francisco Bolí­var Zapata dictó en el Colegio Nacional, hizo hincapié en que ante el avance de estas disciplinas cientí­ficas es necesario establecer esquemas que aseguren que la información del material genético de cada persona sólo sea «propiedad de cada uno de nosotros y sólo sea suministrado (a otros) por una razón especí­fica», y agregó que en materia de biotecnologí­a aún «estamos en pañales», por lo que es necesario «dar mayor apoyo» a la investigación en esta área, especialmente en lo referente a la terapia génica y farmacogenómica, con más recursos, «estí­mulos fiscales y capital de riesgo».

El investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) destacó además que en materia de terapia génica, la cual en palabras llanas consiste en transferir genes normales a células que tienen algún gen mutado, y de esta forma curar determinada enfermedad, se realizan esfuerzos importantes en Estados Unidos y en Europa.

Demuestra eficiencia

Asimismo, subrayó, en México también hay investigaciones al respecto, pues en centros del Instituto Mexicano del Seguro Social de Guadalajara y Nuevo León existen ya algunos protocolos de terapia génica para tratar ciertos tipos de cáncer, como el de próstata. A escala global esta terapia transgénica, la cual aún está en sus albores, ha demostrado ser eficiente, por ejemplo, para prolongar la vida a pacientes que padecen neoplasias en etapas avanzadas.

Bolí­var Zapata, quien fue coordinador de Investigación Cientí­fica de la UNAM, subrayó que gracias a estas técnicas se ha logrado producir insulina e interferón humano, y agregó que ya son cerca de «30 los productos recombinantes de proteí­nas especí­ficas» que se expenden en las farmacias, y que «en pruebas de laboratorio se encuentran alrededor de otros 50.

«Ya están en las farmacias, por ejemplo, insulina, anticoagulantes como el TPA, vacunas y el interferón humano desarrollado con bacterias recombinantes, y esto ya se hace en México; hay una compañí­a, Probiomed, que produce drogas terapéuticas con técnica recombinante, usando esta tecnologí­a de bacterias y organismos transgénicos.»

En el caso del TPA desarrollado con esta técnica -mediante la inserción de genes humanos en bacterias como la Escherichia coli, a fin de que éstas repliquen este material y se «conviertan en verdaderas fábricas» del gen que se le ha introducido-, el factor anticoagulante «ayuda a disolver coágulos y así­ impedir que se desarrolle necrosis después de un infarto; este factor ha salvado a mucha gente».

También producto de esta técnica son la insulina y la somatostatina, en cuya obtención participó Bolí­var Zapata en Estados Unidos. Asimismo está la vacuna de la hepatitis B, la cual ahora no es un virus atenuado, sino una proteí­na del virus causante de la enfermedad, la cual se inocula en la persona y ayuda a generar anticuerpos contra el mal. «Ahora es más segura, pues tiene menos riesgo inmunológico; ésta es la primera vacuna recombinate producida por esta técnica», añadió

También, subrayó, es posible desarrollar «sistemas de detección» de muchas enfermedades, sobre todo de aquellas en las cuales están involucrados pocos genes. Según Bolí­var Zapata, a la fecha se ha logrado «mapear a unos 500 genes involucrados con enfermedades genéticas, las cuales se sabe que son provocadas por alrededor del mil genes».

En cuanto a la farmacogenómica, la cual consiste en desarrollar medicinas especí­ficas para cada persona -una vez obtenido el mapa genético de cada paciente-, destacó que esta técnica revolucionará el tratamiento de las enfermedades, pues ahora las prescripciones médicas son «genéricas», es decir, se trata de dosis universales.

Podrí­a decirse que con la farmacogenómica se acabará con una especie de prescripción a ciegas, pues al no conocerse la constitución genética de cada paciente se recetan dosis generales, pese a que se sabe que cada persona reacciona de manera diferente a las medicinas.

Bolí­var Zapata también expuso que el conocimiento de 99.9 por ciento del mapa genético del ser humano reveló que «uno por ciento de nuestros genes son de origen bacteriano, lo cual fue resultado de una transferencia horizontal, es decir, por infecciones en individuos a lo largo de la evolución; que 45 por ciento de nuestro genoma es secuencia de material repetido interdisperso, y que ocho por ciento son secuencias del tipo retrovirus, como los del VIH/sida y el herpes».

«No se vale satanizar a todos los transgénicos»

Por otra parte, Bolí­var Zapata criticó que «algunos grupos» cuestionen esta tecnologí­a, en especial la relacionada con los alimentos. «No se vale satanizar a todos los transgénicos y decir que no sirven para nada, porque hemos demostrado que sí­ sirven para muchas cosas, o decir que todos son peligrosos, ya que hemos hecho un análisis muy cuidadoso en la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), pero lo mismo se ha hecho en sus similares del Reino Unido, Francia y España sobre el efecto de los organismos transgénicos en la salud, y no hay ninguna evidencia de que generen problemas; se han utilizado millones de toneladas de maí­z transgénico, de soya, y a la fecha no se ha generado ningún problema.»

Además, recalcó, «la Ley de Bioseguridad -en la cual trabajamos la AMC y el Congreso por casi cinco años- lo que busca es que se analice caso por caso cada uno de los transgénicos que se utilicen en México para diferentes propósitos», pero advirtió que también existe la posibilidad de que con estos avances «se pueda desarrollar un arma biológica». Por ello es indispensable establecer sanciones para los que hagan uso inadecuado de este conocimiento.

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