La Crónica de Hoy
9 de junio de 2009
Redacción
El desinterés de la sociedad, la desatención de los profesionales de la salud, la limitación en las condiciones de espacio y tiempo para tener intimidad, además de la falta de información, aunada a los prejuicios culturales que vinculan la sexualidad con la juventud, son las principales causas de que los ancianos no disfruten de una salud sexual con niveles óptimos, puntualizó Eusebio Rubio-Aurioles, director general de la Asociación Mexicana para la Salud Sexual, A. C.
“Atender las disfunciones sexuales del anciano es uno de los grandes pendientes de nuestro sistema de salud, y el derecho a la salud incluye lo sexual, por lo que no existe ninguna justificación para negar este derecho. Se requieren cambios de tipo educativo y cultural sobre la sexualidad en la tercera edad, que nos permitan gozar de este aspecto fundamental de la vida cuando lleguemos a ella”, afirmó el especialista.
En el artículo titulado “Sexualidad y Envejecimiento”, publicado en el más reciente número de la revista Ciencia, órgano de difusión de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), indicó que la mayoría de las personas de la tercera edad conservan interés en la actividad erótica, la que consideran algo importante, sin embargo, aunque tienen problemas sexuales tratables con medicamentos, no piden ayuda a los profesionales por considerarlo inadecuado.
La idea del famoso “viejo rabo verde”, como un individuo extraño y peligroso, es un grave error de apreciación de la realidad humana, consideró Rubio-Aurioles, al tiempo que citó un estudio de Pfizer, donde apunta que de entre 26 mil entrevistados en 29 países, 83 por ciento de los hombres y 63 por ciento de las mujeres consideran importante la vida sexual. En México el porcentaje es de 79. Consulta www.revistaciencia.amc.edu.mx.