Diario de Yucatán
19 de septiembre de 2005
No está preparado el país para otro sismo parecido al de 1985
Si la Naturaleza sometiera a México a una prueba como la que le puso precisamente en un día como hoy, pero de hace 20 años, muy probablemente reprobaría. Aunque digan lo contrario las dependencias del gobierno federal.
Especialistas en sismología, instituciones, analistas y escritores coinciden en que, a pesar de las lecciones que dejó el devastador terremoto que afectó a la ciudad de México el 19 de septiembre de 1985, las autoridades aún no están preparadas para otro examen de esa dificultad.
Voz de alerta La Academia Mexicana de Ciencias lanza una voz de alerta: México, una de las naciones de más actividad sísmica, apenas tiene 20 expertos en ese fenómeno y hay graves rezagos por la carencia de tecnologías y estaciones de supervisión de terremotos. En comparación, China tiene unos 15,000 expertos en sismología y Japón cuenta con no menos de 4,000.
El insuficiente equipo apropiado para casos de emergencia torna más incierta la situación y aumenta las dudas sobre la validez de triunfalistas declaraciones oficiales de que se aprendió bien la lección y que estamos preparados frente a otro evento similar.
Con cifras contundentes, el presidente de la famosa agrupación mexicana ¡Topos!, Roberto Hernández, también lanza una advertencia al hacer ilustrativa comparación: El Distrito Federal, que tiene una población casi tan grande como la de Nueva York, apenas cuenta con 1,300 bomberos en 12 cuarteles y la Urbe de Hierro tiene 11,000 en 238 estaciones.
Carlos Valdés, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM y jefe del Servicio Sismológico Nacional, asienta que sólo tiene 15 personas a su cargo para operar toda la red sismológica nacional, lo cual es demasiado poco.
En sendos libros recién reeditados, Carlos Monsiváis y Elena Poniatowska también ponen en tela de juicio la eficiencia del gobierno. En otra obra, Guadalupe Loaeza dice: ¡A 20 años de distancia, se ve que no hemos aprendido!.
Otro sismo de 8 grados Hay motivos para ponerse a pensar. La propia Carmen Segura Rangel, coordinadora general del Sistema Nacional de Protección Civil, quien anteayer aseguró que México está preparado para afrontar contingencias como la de 1985, declaró días antes que es probable que en los próximos 10 años haya otro sismo de 8 grados. Con esas advertencias, y teniendo en cuenta que los expertos dicen que predecir un sismo es ¡una quimera!, es válido temer que las autoridades pasarían serios apuros para afrontar con éxito una prueba similar a la de 1985.
Si se recuerda además que al país acaban de reprobarlo de nuevo en educación por la OCDE, para muchos quizá sólo quede encomendarse a Santa Rosalía, a quien la Iglesia Católica reconoce (y conmemora el 4 de septiembre), como la protectora ante los sismos. No sea que la Providencia, con hábitos de sinodal, someta al país a otro duro examen a título de suficiencia.— Jorge Balam