La Jornada
9 de mayo de 2011
Pide reconocer labor de Carlos Martínez Assad en el largometraje La historia en la mirada
La historia en la mirada ganó el Ariel como mejor largometraje documental. Recibió la estatuilla su director José Ramón Mikelajáuregui. Como dijo en su discurso, no es una película suya, sino que se trata de filmaciones hechas hace cien años por los hermanos Alva, que fueron seleccionadas y restauradas.
Pero lo que no dijo es que quien hizo la paciente revisión, selección, clasificación e identificación de las mismas fue el historiador y sociólogo Carlos Martínez Assad, quien además fue el que decidió privilegiar el aspecto social del movimiento revolucionario y centrar el discurso narrativo en el intercambio de las miradas. Martínez Assad trabajó durante dos años, de modo que cuando Mikelajáuregui se integró al proyecto, recibió el material perfectamente armado, y por eso en unos cuantos meses pudo hacer la película: aquí editó, allá metió algún efecto especial.
Esto lo saben bien quienes laboran en la Filmoteca de la UNAM, desde su directora hasta los técnicos. Lo sabe también el señor que recibió el premio. Sin embargo, ni en su discurso de aceptación ni en las entrevistas que ha concedido menciona a Martínez Assad. ¿Por qué no darle a cada cual el crédito que le corresponde? ¿No engrandece a alguien reconocer el trabajo de los demás?
Sara Sefchovich
Exhortan a destituir a la rectora de la UACM
La rectora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), Esther Orozco Orozco, afirma que los estudiantes son lo más importante para ella; al mismo tiempo que cierra espacios dentro de la universidad dedicados al desarrollo académico de las profesionales en formación. Por ejemplo, la revista electrónica Medorama y las deficiencias en el proceso de certificación del diplomado Documental Digital 1, impartido por la Escuela Itinerante Documental (EID) perteneciente al Centro de Investigación y Producción de la Imagen (CIPI), finalizado hace ocho meses, obvio, lugar en el que no colabora Alejandra Sánchez Orozco; tal vez éste sea el motivo por el cual no se recibe apoyo. Menciono que dichos espacios me daban el primer acercamiento al campo laboral.
Para mí y para la mayoría de mis compañeros es indignante la forma en que somos tratadas, pues sólo somos botín para un discurso político mentiroso, faccioso y que nos ha traicionado al llamarnos públicamente fraude educativo.
Por lo anterior, no puedo considerarla rectora de mi universidad ¿Quién traiciona a su gente como ella lo hizo?. El que lo hace debe ser considerado enemigo y sus acciones llamadas alta traición.
¡Exigimos la destitución de la señora Esther Orozco para que no cause más daño a una comunidad que no la quiere!
Lamentamos asimismo que el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, esté desinformado sobre lo que verdaderamente ocurre dentro de la UACM. Si supiera la realidad dejaría de apoyar a la señora Orozco.
Miguel Ángel Guzmán Boizo, licenciatura en comunicación y cultura, plantel San Lorenzo Tezonco