Reforma
5 de febrero de 2009
Grupo Reforma
Actualmente, especialistas mexicanos trabajan en la secuenciación de bacterias en Cuatro Ciénegas
Ciudad de México.- El Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (LANGEBIO) ofrece el servicio de secuenciación a todas las instituciones nacionales que tengan interés en conocer genomas microbianos, animales o vegetales y cuenta con infraestructura física y humana para participar en proyectos de secuenciación de genomas de gran envergadura.
Luis Herrera Estrella, titular de LANGEBIO, añadió que el laboratorio puede también diseñar chips de genes que permitan estudiar cómo cambia su expresión al exponerlos a la presencia o carencia de nutrimientos, distintas temperaturas o disponibilidad de agua.
Al obtener el genoma de un organismo determinado, se abren nuevas líneas de investigación que permiten analizar el funcionamiento de la biodiversidad nacional y conocer sus usos potenciales en agricultura, industria y medicina, añadió en un comunicado de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
Maíz palomero
Recientemente, LANGEBIO concluyó la secuenciación del genoma codificante del maíz palomero toluqueño a través de un proyecto que tardó tres años en desarrollarse, y por medio del cual fueron secuenciados alrededor de 7 mil millones de pares de bases.
Herrera Estrella explicó que con la información obtenida se puede desarrollar toda una plataforma de marcadores moleculares para establecer programas de mejoramiento genético de nuevas variedades y compararlo con otros granos, cereales o vegetales.
Dicha raza de maíz fue seleccionada porque, en comparación con otras 150 variedades, tiene el genoma más diminuto: 30 por ciento más pequeño que todas las razas comerciales usadas en Estados Unidos, añadió el también investigador del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN (CINVESTAV), Unidad Irapuato.
El biotecnólogo resaltó que el maíz palomero toluqueño es considerado como el origen de todas las demás razas y maíces criollos que existen en la actualidad, tanto en México como en Estados Unidos.
Por otro lado, el especialista dio a conocer que LANGEBIO también realizó la secuenciación del genoma del Bacillus coahuilensis, una bacteria que vive en las pozas de Cuatro Ciénegas, Coahuila.
Las pozas donde vive esta bacteria tienen concentraciones de nutrientes de las más bajas en el mundo, en particular de fósforo, lo que representa una oportunidad única para estudiar organismos originarios de un mar muy primitivo y que han permanecido asiladas durante muchos millones de años.
Herrera Estrella indicó que actualmente investigadores del Cinvestav, Unidad Irapuato, y del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), estudian de manera global los microorganismos que viven en las pozas de Cuatro Ciénegas, con el propósito de analizar qué tan diversos son y qué tanto intercambian información genética.