Buscará Rosaura Ruiz acuerdo para que se cumpla ley de ciencia

La Jornada
29 de abril de 2008
Emir Olivares Alonso

El próximo 8 de mayo se convertirá en la primera mujer en presidir la AMC
La estudiosa en las teorías evolutivas destaca la necesidad de proponer al Presidente un plan nacional de desarrollo del sector para lograr más recursos
Se requiere el uno por ciento del PIB

Ante la ausencia de una política de Estado en materia de ciencia y tecnología, la futura presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), Rosaura Ruiz Gutiérrez, tiene muy claro cuál será su principal reto: convencer a los gobiernos federal y locales, así como al Poder Legislativo, de la importancia de invertir más recursos en el desarrollo de ambos rubros.

El próximo 8 de mayo, Ruiz será la primera mujer en llegar a la presidencia de ese órgano, al tomar posesión para el periodo 2008-2010, en sustitución de Juan Pedro Laclette.

En entrevista, la secretaria de Desarrollo Institucional de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señala que no sólo se trata de subrayar que es una obligación de Estado la inversión en ambos rubros, sino de “lograr que entiendan que el desarrollo científico y tecnológico de un país contribuye al crecimiento social.

“Durante el sexenio anterior el presupuesto para ciencia se redujo de manera alarmante (0.34 del PIB); en éste la recuperación es pequeña (en comparación) con 2003, cuando se alcanzó 0.43 por ciento. Actualmente se dedica 0.37 del PIB. Es cierto que ha habido recuperación, pero ha sido extremadamente pequeña.”

En ese sentido, destaca que también es fundamental que los gobiernos de las 32 entidades del país incluyan en sus planes de trabajo la ciencia y la tecnología; por ello, informa que desde la presidencia de la AMC buscará una reunión con la Conago para generar acuerdos al respecto.

Propone trabajo conjunto

Asegura que para convencer a las autoridades de la importancia de invertir en ambos rubros, todas las instancias públicas que producen conocimiento tienen que trabajar con los poderes Ejecutivo y Legislativo. Recuerda que desde hace varios años hay acercamiento con la Cámara de Diputados, en la que “hemos encontrado mayor comprensión y apoyo” en los años recientes para que los presupuestos del sector se incrementaran, aunque sea poco.

Refiere que instituciones como la UNAM, el Instituto Politécnico Nacional, el Centro de Investigaciones y la AMC han planteado al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) la necesidad de presentar en breve a Felipe Calderón un Plan Nacional de Desarrollo de la Ciencia, el cual comenzará a trabajarse en conjunto, “y cuyo objetivo será lograr más dinero.

“Una de las vías que tenemos es incluir un acuerdo para ver de qué manera se puede lograr que se cumpla la Ley de Ciencia y Tecnología, que establece que el gobierno debe dedicar a este rubro el uno por ciento del PIB. Se trata de plantear de qué manera el gobierno se tiene que comprometer a conseguir llegar a esa cantidad en este sexenio.”

–¿Es un compromiso o una obligación?

–Que se cumpla la ley debe ser una obligación, pero estamos dispuestos a una negociación. Entendemos que no se va a lograr el próximo año, pero sí se puede ir estableciendo cuánto tiene que aumentar cada año el presupuesto del PIB destinado a ciencia, para que en 2012 se logre el uno por ciento.

El Conacyt se enfrenta a la misma problemática: la falta de recursos. Ruiz refiere que el director del consejo, Juan Carlos Romero Hicks, le comentó que para este año ese organismo sólo cuenta con 700 millones de pesos para todas las instituciones que desarrollan ciencia básica. “Entonces, del gran número de proyectos que ellos reciben, apoyan sólo 30 por ciento; tienen un índice de respaldo muy bajo.”

Subraya que la falta de infraestructura para el desarrollo científico y tecnológico, así como la diferencia “tan grande” que hay en esos rubros en los estados del país, son otros de los problemas que hay que atender.

Agrega: “No hay una política de Estado en ciencia. Conacyt otorga becas para que los estudiantes se vuelvan científicos, pero al mismo tiempo Hacienda no cuenta con una política fiscal que genere plazas para éstos; pero no sólo se trata de crear plazas bien remuneradas, sino que desde éstas se impulse el desarrollo para que los jóvenes se incorporen a la investigación y sean competitivos con sus pares del extranjero”.

Crisis en Petróleos

El caso de Petróleos Mexicanos (Pemex), comenta, es ejemplo claro de esa falta de interés en el desarrollo científico y tecnológico nacional. “Vivimos una crisis de Pemex, en la que vemos que en México no hay desarrollo tecnológico para mejorar la situación del petróleo y el manejo de los hidrocarburos. Lo que actualmente vemos es una paraestatal atrasada y sobrexplotada, de la cual, entre otras, depende el país, porque el gobierno mexicano no ha sido capaz de captar los impuestos que debería.”

La bióloga considera que los dos gobiernos panistas y los últimos priístas equivocaron la estrategia en Pemex, ya que sólo se ha sobrexplotado a la empresa y se olvidaron de invertir en el desarrollo tecnológico de la paraestatal y en la generación de energías alternativas.

“Mientras países como Brasil, que tenía un crecimiento tecnológico similar al nuestro, ya puede explotar petróleo en aguas de mediana profundidad y cuentan con tecnología para hacerlo, nosotros tenemos que depender del extranjero para explotar el petróleo en áreas no accesibles porque no invertimos en desarrollo tecnológico.”

Otro hecho fundamental para esos rubros, considera, es que el sector empresarial comience a confiar en los científicos nacionales y se atreva a invertir en investigación. “El aparato científico mexicano está catalogado como un sistema científico pequeño, pero de alta calidad; los científicos mexicanos somos pares de los investigadores de cualquier país del mundo. Inclusive a la AMC se le ha invitado a formar parte del G-8 y Rusia, que son los países más desarrollados del mundo y han invitado a India, China, Brasil, México y Sudáfrica para emprender una política de desarrollo científico en dos áreas: calentamiento global y la salud mundial.”

Ruiz propone que desde el gobierno se emprenda una política de estímulos fiscales en la que las empresas puedan deducir impuestos sólo si han invertido en proyectos de ciencia y tecnología que realmente den resultados al país. “Empresarios y científicos mexicanos podríamos producir la tecnología que mejore sus productos y genere más ganancia para ellos y para el país.”

Trayectoria profesional

Rosaura Ruiz Gutiérrez es doctora en ciencias por la UNAM, profesora titular C de tiempo definitivo y cursó un posdoctorado en la Universidad de California en Irving. Es integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) desde 1985. Su tema central de investigación son las teorías evolutivas, que ha abordado desde las perspectivas científica, histórica y filosófica. En su aproximación ha realizado aportaciones al estudio de la construcción del darwinismo y al análisis de las principales ideas de Darwin, así como de las más importantes controversias en evolución.

En el estudio de la introducción del darwinismo en México ha mostrado su papel en el desarrollo de la biología en México y su utilización ideológica en la justificación de las políticas del porfiriato. Sobre el tema de las teorías evolutivas, ha publicado numerosos artículos en revistas de investigación y difusión nacionales e internacionales. Ha impulsado diversos programas y acciones afirmativas en la UNAM y en la AMC para promover la equidad de género.

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