La Jornada en las Ciencias
28 de abril de 2008
AMC. En el Valle del Mezquital se riegan 85 mil hectáreas con aguas residuales provenientes del Valle de México que sirven como superficie de recarga para los acuíferos locales, que luego de un proceso de tratamiento podrían convertirse en reservas estratégicas de agua, señaló Modesto Mendoza Gutiérrez, Director Local de Comisión Nacional de Agua (Conagua) en el Estado de México.
“Nos parecía una situación ideal convertir un desierto en un vergel, sin embargo, el volumen y la contaminación del agua fue creciendo cada vez más al grado que el vaso de la presa Endó (en el Estado de Hidalgo) es la fosa séptica más grande del mundo”, dijo durante su participación en el Segundo Seminario Regional Water Reclaim and Aquifer Recharge, organizado por el Proyecto Reclaim Water, fundado por la Comisión Europea y el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Indicó que en el Valle del Mezquital, donde habita medio millón de personas, hay grandes áreas contaminadas por aguas residuales y por una gran cantidad de materia orgánica e inorgánica que impactan a la salud de la población.
El especialista destacó que a pesar de la contaminación de la superficie, al tener sus acuíferos saturados, la zona es un factor de soporte y viabilidad para proyectos que requieren de agua.
“El tratamiento y el saneamiento de los recursos hídricos tiene importancia estratégica y prioritaria, por lo cual, el Valle del Mezquital está considerado en los programas donde confluye la participación de recursos federales, estatales y municipales,” resaltó.
En tanto, en el evento realizado el 14 de abril, Pedro Soto, ingeniero de la Conagua, mencionó que el Valle de México desecha 60 metros cúbicos por segundo de aguas residuales sin tratar al río Tula, volumen que permitió cambiar de las condiciones semidesérticas del Valle a los campos de cultivo que se observan actualmente.
Al mostrar un mapa de las zonas del Valle del Mezquital irrigadas con el agua residual proveniente de la ciudad de México, indicó los principales cultivos de la zona entre los que se encuentran alfalfa, trigo y cebada.
“La infiltración natural en el acuífero es de 30 hectómetros cúbicos por año (un hectómetro equivale a 100 metros), mientras que la infiltración incidental debida al riego con aguas residuales llega a 1262 hectómetros por año”, subrayó.
Añadió que el agua descargada en el río Tula está altamente contaminada con bacterias coliformes, detergentes, compuestos orgánicos, fertilizantes y existe la posibilidad de que el agua subterránea también esté contaminada, por lo que se requieren estudios que evalúen la calidad del agua de los acuíferos del Valle del Mezquital.
De acuerdo con el especialista, para utilizar los acuíferos como fuente de agua para usos urbanos se deben realizar estudios que incluyan toma de muestras de agua a diferentes profundidades, estudios de toxicidad, manejo del suelo y la salinidad del agua entre otros.
Los especialistas coincidieron en que, con el tratamiento adecuado, es viable usar el agua que se encuentra almacenada en los acuíferos del Mezquital.