Diario Monitor
22 de septiembre de 2005
Diario Monitor
Edgar González Santiago
Tres premios Nobel advirtieron sobre la urgencia de invertir más en educación y tecnología en el país
Paul Crutzen, Premio Nobel de Química 1995, sir Harold Kroto, Premio Nobel de Química 1996, y Andrew Schally, Premio Nobel de Medicina 1977, así como Ricardo Miledi, Premio Príncipe de Asturias 1999, coincidieron en que la ciencia en México tiene mejor calidad que la ciencia en China y en la India.
Durante su participación en la ceremonia de reconocimiento a los jóvenes galardonados con los Premios de Investigación de la Academia Mexicana de Ciencias, manifestaron su extrañeza de que un país como México no haya logrado tener un despegue en ciencia y tecnología, pese a que tiene científicos de reconocida capacidad a nivel mundial. Por ello, consideraron que se debe invertir mucho más en educación y se debe fomentar el gusto por el estudio de las ciencias.
Como ejemplo de la buena calidad de la ciencia mexicana los premios Nobel expresaron su interés por continuar la investigación conjunta con científicos mexicanos. No obstante, recomendaron a México y a las naciones latinoamericanas crear sistemas educativos similares a los de China y de India, que en los últimos 20 años ‑indicaron‑ han formado un gran número de investigadores.
Acompañados por Octavio López Paredes, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, también coincidieron en que la clase política de la gran mayoría de los países del mundo aún no comprenden la importancia de invertir en ciencia, y lamentaron que, por el contrario, se destinen grandes cantidades de dinero para comprar armamento en lugar de invertir esos recursos en el desarrollo de proyectos científicos.
Harold Kroto enfatizó que dentro de la literatura científica en el mundo, las participaciones de investigadores mexicanos son de un muy buen nivel y, por ello, señaló, llaman la atención de los estudiosos en el tema.
No obstante, indicó que comparado con el número de artículos científicos que publican cada año científicos de China y de India, los generados por la comunidad científica mexicana son muy escasos. «Me parece que México podría estar en el mismo caminó que esos países, pero por una razón que aún no lo sé, no lo hace» .
El científico inglés recomendó a las autoridades mexicanas analizar el ejemplo educativo de China y de India en las últimas dos décadas, con el propósito de formar a un mayor número de investigadores, porque este país tiene un gran potencial para destacar en el mundo científico, pero aún no lo hace.
Paul Crutzen manifestó que en sus trabajos de investigación ha estado muy estrechamente ligado el científico mexicano Mario Molina, con quien compartió el prestigioso galardón al igual que con Sherwood Rowland. Al analizar la ciencia que se hace en el país, el especialista holandés aseveró que desde Europa se puede observar que México presenta problemas con el apoyo a la investigación básica, aunque se ha dado mayor impulso a la investigación aplicada.
Enfatizó que a pesar de que aún es pequeño el grupo de científicos mexicanos que trabajan en estudios relacionados con la destrucción de la capa de ozono, se prevé que este número crezca en el corto plazo, sobre todo a partir de las buenas investigaciones hechas en el Instituto de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Mientras tanto, Ricardo Miledi coincidió en que la ciencia mexicana goza de un buen nivel en el plano mundial; sin embargo dijo, necesita más recursos económicos de manera constante, es decir, en un plan de varios años para llegar a los primeros niveles.
El científico mexicano precisó que esa falta de recursos económicos para impulsar la ciencia no es exclusiva de México, sino que varias naciones alrededor del planeta no hacen ese tipo de inversión, pues cuando se elige a un gobernante por lo general no se toma en cuenta si apoyará o no a la ciencia.
Octavio Paredes López hizo notar la urgencia de que en México la clase política haga conciencia de la importancia de invertir en ciencia y tecnología, con un plan a mediano plazo, para que en 6 u 8 años el país pueda destinar el equivalente a 1.5 por ciento de su Producto Interno Bruto a la ciencia y la tecnología.
Sin embargo, lamentó la propuesta de presupuesto emitida por el Ejecutivo federal para el próximo año, donde se pretende reducir los recursos destinados a este rubro, y advirtió que la comunidad científica no está dispuesta a sufrir dichos recortes. Por ello, advirtió que de ser necesario, la comunidad científica estaría dispuesta a cualquier forma de manifestación para evitar que se reduzca el presupuesto a la ciencia.
Dijo que ha tenido reuniones con integrantes de varios partidos políticos, e incluso con el presidente Vicente Fox para hacerles notar la importancia de invertir en ciencia, pues sólo con el impulso a la ciencia y a la tecnología se logrará el desarrollo económico y social que requiere el país.