La Jornada
18 de noviembre de 2006
Laura Poy Solano
Consultarán a su comunidad para democratizar el proceso
Al concluir los trabajos del primer Congreso Nacional Politécnico, representantes de las ocho organizaciones convocantes de ex alumnos y docentes acordaron proponer una lista de cinco aspirantes a ocupar el cargo de director general del Instituto Politécnico Nacional (IPN) para el periodo 2006-2010.
La quinteta, integrada por Octavio Paredes López, ex presidente de la Academia Mexicana de Ciencias y miembro de la junta de gobierno de la Universidad Nacional Autónoma de México; José Refugio Muñoz López, director general de la Cámara de Autotransporte de Carga; Salvador Rodríguez Pérez, profesor de la Escuela Superior de Economía, Francisco Luna Kan, ex gobernador de Yucatán, y Fernando de Garay, ex secretario de extensión y difusión del IPN, será sometida a la opinión de la comunidad en asambleas que se realizarán en escuelas y centros de investigación.
José Antonio Rueda Márquez, representante del Frente Académico de la Escuela Superior de Economía, afirmó que por acuerdo del congreso la lista de candidatos «no será enviada directamente al presidente electo, Felipe Calderón, sino que se dará a conocer a la opinión pública».
Reiteró que de no encontrar una «respuesta positiva» en la próxima administración, «será nuevamente la comunidad, escuela por escuela y centro de trabajo, las que decidan las acciones que se deberán realizar, pues el objetivo central es democratizar el instituto y hacer que todas las voces sean escuchadas».
En la ceremonia de clausura, Nicandro Mendoza, luchador social y ex presidente de la Federación de Estudiantes Técnicos del IPN, afirmó que lo más importante de este primer congreso politécnico es que «abre un camino para el debate y la discusión necesario para consolidar la democratización del instituto, pero no se puede llegar como delegado con 20 firmas cuando lo que se requiere es volver a la comunidad estudiantil, reunir a los jóvenes y decir: hay que elegir delegados para abrir la discusión».
No podemos olvidar, enfatizó, que el IPN es una de las instituciones más importantes en la generación de movimientos revolucionarios y que ha estado presente en las luchas estudiantiles del siglo XX. «No se trata de una lucha fácil, por eso deben permanecer unidos, pero en un ambiente que permita la búsqueda de consensos y en el que estén todas las fuerzas políticas de la institución».
Rueda Márquez insistió en que todos los aspirantes «aceptaron participar en la selección y se comprometieron a impulsar los resolutivos del congreso para iniciar en breve una revisión a la ley orgánica del IPN, a fin de establecer cuál será el mejor mecanismo para garantizar que la máxima autoridad del instituto no sea una imposición, sino resultado de la participación de la comunidad politécnica».