La Jornada
5 de octubre de 2006
José Galán
La AMC manifestó su desacuerdo con las acciones oficiales
Ante la dramática disminución del presupuesto para ciencia y tecnología en este sexenio -9.52 por ciento de 2000 a 2004- la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) expresó ayer su desacuerdo, y exigió modificaciones en la política oficial hacia esos sectores; informó que hasta el momento no ha existido ningún acercamiento con Felipe Calderón, y que, como principal organismo científico del país, no dejará de intentar convencer a quienes toman decisiones para poder alcanzar una política de Estado para el desarrollo científico, tecnológico y de innovación.
La AMC dio a conocer un plan de trabajo inédito, que toma en cuenta los dos años anteriores y continuará a lo largo de cuatro años más. El presidente, Juan Pedro Laclette, quien también funge como director del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y la vicepresidenta, Rosaura Ruiz, secretaria de Desarrollo Institucional de esa casa de estudios, coincidieron en que ante el relevo en el Poder Ejecutivo federal, se debe realizar un nuevo y redoblado esfuerzo para lograr políticas públicas de Estado que fortalezcan el desarrollo científico del país.
«Haremos un esfuerzo para que se establezca una política de Estado hacia la ciencia y la tecnología que trascienda más allá de los sexenios, y que imponga objetivos a corto, mediano y largo plazos, con el objetivo de que la educación y el trabajo científico, tecnológico y de innovación sean eje del desarrollo del país», afirmó Juan Pedro Laclette, y añadió que, a la brevedad, se pondrá en contacto con las comisiones de Ciencia y Tecnología de ambas cámaras «para ponernos a trabajar con ellos».
Por su parte, Rosaura Ruiz informó que la AMC establecerá el llamado Observatorio nacional de ciencias, las humanidades y la tecnología, que analizará y monitoreará los resultados de esas políticas públicas en el plano federal y en los estados del país destinadas a investigación y desarrollo, y se integrará con científicos, humanistas y tecnólogos de todo el país. Dicho observatorio, añadió, emitirá por lo menos un reporte anual sobre la situación de la investigación en México y formulará propuestas para mejorar su situación.
Añadió que para la AMC «resulta preocupante el rezago académico de los pasados cinco años», y que el observatorio efectuará una «revisión crítica» de las instancias de gobierno «que no apoyan a la ciencia, qué empresas reciben estímulos fiscales, y cuáles han hecho su trabajo».
«Para la AMC el poco desarrollo científico del país es motivo de inquietud. Si bien la ciencia que se hace en México puede compararse a la mejor del mundo, el grupo de científicos que la desarrolla es muy pequeño, y no hemos logrado convencer a los gobiernos sobre su importancia para el desarrollo económico y social del país», reconoció.
Los directivos de la AMC sostuvieron que esa entidad buscará encabezar «los grandes proyectos para el desarrollo de México» en energías alternas, agua, salud, educación y comunicaciones, en busca de un «crecimiento equilibrado, desde la integración de grupos científicos interdisciplinarios. «No hay nada que no se pueda mejorar con ciencia y tecnología», dijo Rosaura Ruiz.
Por otra parte, informaron que la AMC suscribirá un convenio de colaboración con la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para realizar seminarios y actualizar a jueces y magistrados por medio de científicos y especialistas de alto nivel en temas como el medio ambiente, la genómica, las telecomunicaciones, el Sida, la clonación y la bioética.