A Ciencia cierta
09 de mayo de 2006
Arturo Barba*
Aunque el desarrollo científico y tecnológico es una fórmula que le rindió frutos a países destrozados por la guerra (como Japón y Alemania(, que en menos de una generación convirtió a Corea en un actor importante en la economía global, y que actualmente permite a países como China e India adueñarse de mercados cada vez más numerosos, políticos y economistas mexicanos lo ignoran.
Una prueba preocupante de ello es que, a 54 días de las elecciones presidenciales, ningún candidato ha hecho propuestas serias en torno a este sector estratégico.
De seguir por el camino del actual gobierno (como dicen los spots proselitistas de la Presidencia de la República), se corre el riesgo del colapso en este campo y costará más de una generación recuperar las condiciones de antes del 2000.
Los resultados de esta miopía están a la vista: la economía mexicana descendió del noveno al decimocuarto lugar según del Fondo Monetario Internacional, y cayó del puesto número 33 al 56 en cuanto a competitividad, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
Asimismo, del 2000 al 2006 la inversión del gobierno en esta materia descendió del 0.40 al 0.35 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que países como Brasil y Chile han incrementado sus presupuestos a este sector.
De acuerdo con el Reporte Mundial de Ciencia de la UNESCO del 2005, México ha quedado rezagado no sólo respecto a países desarrollados o economías emergentes sino incluso respecto a la región latinoamericana: Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Cuba y Panamá superan a nuestro país en cuanto al porcentaje del PIB destinado al sector. China, España, Corea, India, se están convirtiendo en metas inalcanzables.
Luego de dos años de consultas, análisis y discusiones en la comunidad científica nacional e internacional, la Academia Mexicana de Ciencias realizó una propuesta de política científica dirigida a los candidatos a la Presidencia.
En el documento Por un nuevo paradigma de política pública para el conocimiento y la innovación en México, los candidatos hallarán algunos de los pasos necesarios para que el conocimiento y la innovación contribuyan al desarrollo de la nación y que le permitan contender en el escenario internacional.
Ningún proyecto de nación que no contemple la ciencia y la tecnología como elementos fundamentales tendrá éxito; desafortunadamente ningún candidato ha hecho propuestas diferentes a lo realizado por el actual gobierno. Lo único claro es que, si se sigue por este camino, el mañana será peor.
*Coordinador de Cominucación y Divulgación, AMC.