El doctor Vladimir Ávila, investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM y miembro de la Academia Mexicana de Ciencias.
Foto: Arturo Orta/AMC.
Los halos crecen por evolución gravitacional de fluctuaciones que sobrevivieron a la presión de la radiación del universo caliente del Big Bang. Esos enormes esferoides atrapan a la materia que después conformará a las galaxias. Imagen cortesía del doctor Ávila.