VIGILAN SALUD DEL PULPO MAYA

Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/386/14
México, D.F., 5 de noviembre de 2014

  • La información que surja del proyecto que encabeza la ganadora de la Beca para Mujeres L´Oréal-Unesco-AMC 2014, sentará las bases para desarrollar herramientas de diagnóstico con aplicación en el cultivo del pulpo Octopus maya
Esta especie, abundante en la península de Yucatán, es un recurso con gran importancia biológica, económica y social, explicó la doctora Sheila Castellanos Martínez, investigadora de la Unidad Mérida del Cinvestav.
Esta especie, abundante en la península de Yucatán, es un recurso con gran importancia biológica, económica y social, explicó la doctora Sheila Castellanos Martínez, investigadora de la Unidad Mérida del Cinvestav.
Foto: Cortesía de la doctora Castellanos.
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Al mojo de ajo, a la diabla, al carbón o combinado con otros mariscos, el pulpo es uno de los alimentos de origen marino más presentes en la oferta culinaria de algunos estados con playa del país; como en Yucatán, donde el pulpo rojo (Octopus maya) genera más de 15 mil empleos directos y una derrama económica anual de 314 millones de pesos aproximadamente, según la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).

Tomando en cuenta estos datos económicos y que la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que “la salud humana se liga directamente a la salud animal y a la producción”, Sheila Castellanos Martínez, investigadora del Departamento de Recursos del Mar en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), en Mérida, ha centrado sus estudios en O. maya desde hace más de un año.

Con la propuesta de su proyecto relacionado con esta especie endémica de Yucatán, la investigadora se convirtió en una de las ganadoras de las Becas para las Mujeres en la Ciencia L´Oréal-Unesco-AMC 2014, recursos que aplicará a la investigación con la que busca contribuir en materia de seguridad alimentaria al asegurarse de la salud de esta especie o en su caso identificar parásitos potencialmente peligrosos asociados a la ingesta de este pulpo.

La especialista justifica su investigación ante la posibilidad de que el O. maya puede ser portador del agente causante de la anisakiasis (una enfermedad frecuente en todo el mundo causada por la ingestión de pescado o pulpo infectado con larvas de parásitos del género Anisakis), en ese caso y ante cualquier otra enfermedad parasitaria deberán tomarse las medidas necesarias para resolver este problema pues el pulpo es un recurso importante desde el punto de vista biológico, económico y social.

Otros parásitos que se pretenden descartar en la investigación que realiza Sheila son algunos gusanos parásitos (cestodos, trematodos), así como del coccidio, causante de coccidiosis en cefalópodos (pulpos, calamares, sepias y nautilos), generando problemas de crecimiento a estos animales. Se ha estudiado en el pulpo común (Octopus vulgaris) que el coccidio infecta la mucosa del tracto digestivo y conforme va creciendo el parásito perfora este tejido.

En el caso del cultivo del pulpo el padecimiento es grave, porque por más alimento que se le proporcione al molusco, éste no va a crecer o engordar como debiera porque no puede asimilar los nutrientes.

Por lo anterior, el objetivo general de la investigadora es determinar la presencia de parásitos en el Octopus maya en Yucatán que pueden representar un riesgo para la salud pública, así como para el desarrollo exitoso del cultivo de pulpo en México.

De acuerdo con Sheila Castellanos, la información generada sentará las bases para desarrollar herramientas de diagnóstico de dichos patógenos con aplicación en el cultivo de cualquier especie de moluscos marinos de cabeza grande y boca rodeada de brazos largos y provistos de ventosas, como los que poseen el pulpo o el calamar.

Metodología

“Lo que pretendo saber es si Octopus maya porta o no algún parásito que cause alguna enfermedad en humanos, como la anisakiasis, porque la enfermedad como tal la desarrolla el humano o bien el portador final, que son los mamíferos marinos o aves marinas. En los humanos puede presentarse si se consume algún producto del mar como pescado a medio cocinar o preparados como un ceviche”, explicó.

Y para poder estudiar los parásitos que enferman al pulpo en cuestión, Castellanos Martínez capturará los pulpos, hará la extracción de los parásitos, realizará la caracterización morfológica para identificarlos. Posteriormente amplificará algunos genes según el parásito de que se trate para complementar la identificación de los mismos.

El objetivo que busca la investigadora es complementar las técnicas tradicionales que consisten en extraer el parásito, observarlo por microscopia óptica convencional, estudiar sus características y si no se consigue identificar la especie, recurrir a la microscopia electrónica que resulta muy útil para los coccidios que tienen caracteres muy pequeños y no se logran ver con la primera técnica.

Sheila Castellanos destacó que estudiar los parásitos del pulpo representa un problema porque éstos usan al molusco solo como un medio, como en el caso de Anisakis u otros nematodos, para llegar a su hospedador final como son peces, delfines, ballenas o aves marinas. “Los parásitos en el pulpo muchas veces están en fase larvaria, y las larvas tienen la peculiaridad de no mostrar ciertos caracteres taxonómicos, características que se necesitan obligadamente para saber qué especie es”.

Por lo anterior, dijo, “necesitaré amplificar algunos genes de cada grupo de parásitos, con eso espero obtener, al compararlos con las bases de datos públicas, su identidad en fases larvarias y poder decir que el O. maya es o no portador de parásitos potencialmente peligrosos para el consumo humano”.

La investigadora en el Cinvestav unidad Mérida precisó que los recursos de la beca los utilizará para comprar reactivos y para el servicio de secuenciación. Reconoció que los apoyos de este tipo son una muy buena opción porque brindan la oportunidad de hacer investigación al proveer respaldo económico y de esa forma resolver las complicaciones que existen en la compra del material faltante, que muchas veces se convierte en una limitante para obtener resultados.

“La beca L´Oréal-Unesco-AMC es un aliciente, hace sentir que las mujeres en México también somos apoyadas para que podamos continuar con nuestras investigaciones, porque hay poca oportunidad de trabajo en el país pese a que hay mucho qué hacer y el conocimiento que generamos también puede aplicarse en beneficio de la comunidad de manera rápida”.

Según la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), en la primera década de este siglo, la captura promedio de pulpo de la península de Yucatán osciló entre 7 mil 206 y 20 mil 138 toneladas. De acuerdo con la Sagarpa y el Instituto Nacional de Pesca, el Octopus maya es de rápido crecimiento individual y con desarrollo directo sin fases larvarias, se reproduce durante todo el año, con dos picos estacionales de madurez y desove claramente definidos, uno en abril y otro de mayor intensidad en diciembre, es un recurso natural que tiene gran importancia desde el punto de vista biológico, económico y social.

Elizabeth Ruiz Jaimes.


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