Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/008/10
México, D. F., 28 de enero de 2010.
- Actividades humanas como la instalación de puertos y la contaminación por hidrocarburos, causa de la disminución de las poblaciones de álcidos, señalaron Horacio de la Cueva y José Alberto Zepeda
- En un artículo publicado en la Revista Ciencia de la AMC, urgieron a realizar investigaciones y monitoreos de estas aves marinas parecidas a los pingüinos que habitan en el noroeste de México
- Pollo de Mérgulo de Xantus. La especie se encuentra en peligro de extinción y está protegida por las leyes mexicanas.
Foto: CICESE
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Tres especies de aves marinas mexicanas de la familia de los álcidos se encuentran amenazadas o en peligro de extinción, alertaron Horacio de la Cueva Salcedo y José Alberto Zepeda Domínguez, investigadores del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada y del Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas del Instituto Politécnico Nacional, respectivamente.
En su artículo Fiesta de frac en las islas mexicanas: los álcidos de nuestros mares, publicado en el más reciente número de la Revista Ciencia, órgano de difusión de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), destacaron la urgencia de llevar a cabo investigaciones y monitoreos de las aves marinas del noroeste de México, a fin de identificar fuentes de riesgo para estas poblaciones y diseñar programas de conservación.
Sobre el tema, Horacio de la Cueva Salcedo y José Alberto Zepeda Domínguez dijeron que las tres álcidos que se reproducen en México son el mérgulo de Xantus (Synthliboramphus hypoleucos), mérgulo de Craveri (Synthliboramphus craveri) y la alcuela norteamericana (ptychoramphus aleuticus); de ellas, la primera se encuentra “en peligro de extinción” y las dos últimas están clasificadas como “especie amenazada”.
Los especialistas explicaron que los álcidos, especie parecida a los pingüinos, comparten con éstos su plumaje bicolor, blanco en la parte ventral y negro en la dorsal y la postura erguida. Las similitudes obedecen a que ambos grupos de aves marinas necesitan ser semejantes física y estructuralmente para poder alimentarse de peces y microorganismos que viven en el océano abierto, precisaron.
Señalaron que esta familia de aves marinas habita en todos los océanos de aguas frías y templadas del hemisferio norte que, en el caso de California, llegan hasta la península de Baja California. Cabe mencionar que estas aves marinas nunca llegaron a colonizar aguas tropicales, principalmente por su forma de alimentación semejante a la de los pingüinos.
De acuerdo con el artículo publicado en la revista de la AMC, México es el límite sur de la distribución de los álcidos, donde únicamente 3 especies se reproducen en los riscos o planicies aledaños a la costa las más de 300 islas del noroeste del país. Otras especies de esta familia visitan ocasionalmente las costas mexicanas.
Las poblaciones de estas aves marinas, enfatizaron los especialistas, son muy frágiles, por lo que necesitan de la cooperación de las comunidades humanas para su viabilidad y conservación.
En México, las principales amenazas de la especie son los derrames de petróleo y otros hidrocarburos, los cuales les cubren el plumaje y les impiden mantener el calor en su cuerpo, por lo que mueren de frío, al tiempo que su hábitat se reduce debido a la instalación de puertos que limitan los sitios disponibles para que se establezcan las colonias de estas aves.
Estas frágiles poblaciones de aves también se ven afectadas por la alteración de su hábitat isleño al ser introducidos herbívoros como conejos, cabras y ovejas, que terminan con la cobertura vegetal que protege sus nidos y compactan la tierra, haciendo más difícil para ellos excavar y construir sus moradas.
Otros peligros son las redes agalleras, donde ocasionalmente se enmallan y mueren, así como los depredadores introducidos en las islas con colonias reproductivas como gatos, ratas y perros, en virtud de que, al evolucionar sin la presencia de estos depredadores, los álcidos no tienen defensas contra ellos.
De acuerdo con la Revista Ciencia, desde la década anterior se han llevado a cabo acciones de conservación para proteger a los álcidos, como la erradicación de gatos de las islas del Océano Pacífico y el Golfo de California. También en el Golfo de California, las ratas se han retirado del archipiélago de islas San Jorge y en Isla Rasa, mientras que en el Pacífico ya no quedan de estos roedores en isla San Roque.
Por otro lado, se han realizado programas de educación ambiental en algunas de las localidades para que la sociedad adquiera conciencia de la importancia de estas aves y su responsabilidad con el ecosistema al que pertenecen, además de buscar prevenir eventos catastróficos para los álcidos.
Ante los serios riesgos que enfrenta la familia alcidae en México, los expertos consideraron que si bien las iniciativas que se llevan a cabo dan señales alentadoras, son aún insuficientes. “Identificar las fuentes de riesgo para estas aves, ofrece la posibilidad de establecer programas preventivos que minimicen éstas amenazas” concluyeron.
La Revista Ciencia puede ser consultada en la página electrónica http://www.revistaciencia.amc.edu.mx/