Urge una conservación integral de los primates

Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/143/18
Ciudad de México, 13 de junio de 2018

  • Estos animales son importantes por su papel ecológico y su participación en la regeneración de su hábitat, los bosques tropicales.
  • Con una cobertura del 5% de la superficie de la Tierra, los bosques tropicales albergan alrededor del 50% de la biodiversidad mundial, incluidas múltiples especies de monos.
En la rueda de prensa para la presentación de los resultados del Foro Internacional Primatología, Diversidad Biocultural y Desarrollo Sostenible, realizado en septiembre de 2017, participaron Juan Carlos Serio Silva, Nuria Sanz, Paula González y María Alejandra Romero.
En la rueda de prensa para la presentación de los resultados del Foro Internacional Primatología, Diversidad Biocultural y Desarrollo Sostenible, realizado en septiembre de 2017, participaron Juan Carlos Serio Silva, Nuria Sanz, Paula González y María Alejandra Romero.
Foto: Elizabeth Ruiz Jaimes/AMC.
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En el mundo se conocen más de 500 especies de primates y el 60% de ellas está en peligro de extinción. Por ello la investigación en primatología no debería limitarse a las discusiones académicas, sino que debe ser incorporada a un foro más amplio que incluya a conservacionistas, educadores y comunidades de interés, pero también a los tomadores de decisiones, propuso la directora y representante de la Oficina de la Unesco en México, Nuria Sanz, al presentar los resultados del primer Foro Internacional “Primatología, Diversidad Biocultural y Desarrollo Sostenible en los Bosques Tropicales”.

Dichos resultados, que estarán contenidos en un libro con el mismo nombre, cuya edición está casi lista y también se podrá descargar en breve, apuntan a que se requiere más conocimiento sobre: las formas de relación y convivencia y de los impactos que causa el ser humano, tanto en el pasado como en el presente de los bosques tropicales y sus comunidades animales; la velocidad y carácter de la evolución de esa relación; así como de la naturaleza y el impacto de los cambios climáticos que ha habido en los bosques tropicales y el desarrollo de mejores métodos para pronosticar y mitigar este impacto en los futuros cambios climáticos.

“Si México necesita esta reflexión es porque la rápida industrialización y el crecimiento descontrolado de la población en las últimas décadas han causado que el país cuente con menos del 10% de bosques tropicales del total nacional”, dijo Sanz en el auditorio del Seminario de Cultura Mexicana, donde informó que el Foro fue organizado en septiembre de 2017 por iniciativa de la Oficina de la Unesco en México en colaboración con el Instituto Jane Goodall de Argentina y contó con la participación de 27 especialistas en la conservación de primates en los bosques tropicales, originarios de los cinco continentes.

“El objetivo fue proponer estrategias de cooperación e implementación para asegurar la conservación y el estudio de los sitios que albergan en la actualidad comunidades de primates contemporáneos en bosques tropicales cuyo estado de conservación ambiental es vulnerable”, subrayó la representante de la organización internacional.

Nuria Sanz destacó que todas las agencias de la Unesco en el mundo realizan acciones y buscan colaboraciones siguiendo una arquitectura en común: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Así, la publicación del libro, el Foro y las futuras acciones o colaboraciones sobre primatología y su entorno se enmarcan en los objetivos 15, 13, 12 y 8 de la Agenda 2030. Por esta razón anunció que se impulsará la realización de una reunión internacional que se base en el Neotrópico (región tropical del continente americano), para que los investigadores presenten los principales problemas en esta zona, las posibles soluciones y generar información que pueda contrastarse con los indicadores de otros continentes.

Un ejemplo mexicano
En el marco de la presentación de los resultados, Juan Carlos Serio Silva, investigador del Instituto de Ecología (Inecol), ofreció la charla titulada “Conservación integrada de primates en México a través de proyectos socioculturales en comunidades locales”. Señaló que los primates han tenido una gran importancia cultural en el país, un ejemplo de ello es el calendario azteca, que dedica al día once a un ozomatli (mono).

Añadió que además de continuar con sus estudios científicos con primates para conocer sobre su conducta, ecología, fisiología, entre otros importantes aspectos, junto con su grupo de investigación ha buscado lo que siempre se debió haber hecho: interesar e involucrar a las comunidades rurales y urbanas para que valoren la importancia de los primates en su entorno.

“Esto lo hemos realizado a través de actividades en las que los habitantes del lugar participan apoyando y aprendiendo a ser guías comunitarios. Se ha buscado la profesionalización local para el monitoreo de primates en vida libre, pero también se han involucrado y empoderado a las mujeres, que, a través de la creación de artesanías y productos obtenidos de su entorno, y con el apoyo que se les brinda para su comercialización, perciben recursos económicos que antes conseguían por la venta de madera que obtenían tras derribar y cortar árboles, lo que han dejado de hacer para beneficio de las selvas y los monos.

Serio Silva comentó que se han creado festivales dedicados a fomentar la importancia de la existencia de los primates en las selvas y sitios donde son emblemáticos, a través de conferencias, canto, baile, teatro, talleres educativos y concursos. Un ejemplo es el festival «Changos y Monos: Tesoros de Los Tuxtlas» que se organiza en Catemaco, Veracruz, lugar que se reconoce como cuna de la primatología mexicana, y que este año llegará a la quinta edición.

El especialista del Inecol ha estudiado a los primates de los bosques tropicales del sureste mexicano. Sin embargo, en los últimos 15 años ha focalizado su interés en dos áreas en particular: en Tabasco —Balancan, Tenosique, Jonuta y Emiliano Zapata— y en la región de Los Tuxtlas —Catemaco, San Andrés y Santiago Tuxtla—.

En los estados de Veracruz, Tabasco, Oaxaca, Chiapas y en la Península de Yucatán habitan tres especies de primates: el mono aullador negro (Alouatta pigra), el mono aullador pardo (Alouatta palliata) y el mono araña (Ateles geoffroyi). Esta zona del país representa el lugar más norteño del continente americano con presencia de primates silvestres.

En Tabasco se distribuyen estas tres especies de primates, donde en los últimos 40 años alrededor del 90% de su vegetación original se ha perdido. En la reserva de la biosfera de Los Tuxtlas, en Veracruz, existen dos de las especies de primates. “Y Tabasco nos interesa porque en los municipios donde trabajamos representan un área muy perturbada, donde la vegetación es cada vez menor y la selva cada vez más deforestada, en esas condiciones estudiamos cómo reaccionan los monos para sobrevivir ante esas condiciones extremas y dramáticas”, dijo el investigador.

Principales retos para la conservación
Ante estos escenarios el experto señaló en entrevista para la Academia Mexicana de Ciencias que el principal reto es disminuir y revertir la deforestación que se tiene en los hábitats de estos animales, lo cual se podría lograr con la percepción integral del fenómeno, porque cuando se piensa en monos y selvas ”se excluye a las personas, y sí las hay, existen comunidades involucradas, entonces lo que se necesita es incluir a la gente”.

Además, Juan Carlos Seria dijo que al no contar con un censo de la población de primates porque es difícil su elaboración, lo que se hace son modelos predictivos a través de programas computacionales con información de variables bioclimáticas como temperatura, humedad y otras con el fin de estimar la existencia o ausencia de los monos, pero no para saber el número de individuos.

Agregó que la importancia de los monos en sus ecosistemas naturales no es tomada en cuenta, se ignora el servicio ecológico que prestan estos animales, por ello la información que recalcan los científicos en las comunidades donde la población convive con los primates es que son dispersores de semillas, reparten el germoplasma de los frutos de las plantas que se comen en otros sitios, “son como agricultores de la selva, así las semillas tienen mejor posibilidad de germinar y establecerse en la selva. Un ejemplo de esta simbiosis es el caso de las higueras estranguladoras que crecen y se esparcen gracias a los monos”.

Durante la conferencia de prensa, en la que también participaron Paula González y María Alejandra Romero, del Instituto Jane Goodall de Argentina, se anunció que el libro y sus conclusiones serán presentados en Kenia en agosto del 2018, durante la reunión bienal de la Sociedad Internacional de Primatología en colaboración con el programa GRASP de la ONU.

Elizabeth Ruiz Jaimes.


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