Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/041/19
Ciudad de México, 27 de febrero de 2019
- En general, los países desarrollados se caracterizan por contar con un alto nivel de capital humano y por incorporar procesos de innovación continua dentro de una actividad económica en constante crecimiento, destaca el economista Humberto Ríos Bolívar.
- El investigador del IPN dice que lo que se invierte en educación en México no necesariamente se ve reflejado en acumulación de capital humano ni en la tasa de crecimiento económico sostenido del país, y esto puede deberse a que los recursos están siendo canalizados para asuntos no prioritarios.
- Los países que invierten de manera adecuada en educación y en formación de capital humano presentan tasas de crecimiento económico sostenido y también poseen altos niveles de ingreso per cápita.
Foto: Noemí Rodríguez/AMC.
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De acuerdo con diferentes modelos teóricos, la formación y la acumulación de capital humano, así como los procesos de innovación tecnológica son algunos de los componentes del crecimiento económico, sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en países desarrollados, en el caso de México se ha identificado que el ejercicio del gasto en educación y en formación de capital humano no se ve reflejado en un mayor crecimiento sostenido.
Y una de las preguntas a nivel macro que se aborda desde la economía es ¿por qué hay personas pobres y ricas, o países desarrollados y no desarrollados?
Humberto Ríos Bolívar, investigador de la Escuela Superior de Economía del Instituto Politécnico Nacional, dijo que la respuesta a estas interrogantes tan complejas podría estar enmarcada en el estudio del crecimiento económico y en los componentes de este fenómeno, como son la formación de capital humano y los procesos de innovación. Esto pensando en que el crecimiento económico sostenido y su propia distribución con equidad, es algo que podría subsanar las carencias que tienen los individuos y con esto reducir los índices de pobreza.
“Tradicionalmente se ha sostenido que el crecimiento económico depende de los niveles de capital y trabajo utilizados en la producción de bienes y servicios, hoy en día, tal aseveración no es suficiente, se ha identificado claramente que existen variaciones entre los niveles de capitales y las fuentes de mano de obra, y una de estas variaciones tiene que ver con la acumulación de capital humano y la incorporación de mano de obra calificada dentro de los procesos productivos de la economía”, indicó el doctor en ciencias económicas.
De hecho, agregó el integrante de la Academia Mexicana de Ciencias, existen modelos teóricos vigentes de crecimiento económico, como el caso del modelo de crecimiento endógeno de Paul Romer, Premio Nobel de Economía 2018, que ha enfocado sus investigaciones en determinar que el crecimiento económico depende en gran medida de factores endógenos como la investigación y el conocimiento.
En este sentido, Ríos Bolívar destacó que, sin duda, dichos factores endógenos de producción dependen de un proceso de formación de capital humano y este, a su vez, de un gasto suficiente y eficiente en todos los niveles educativos.
En otras palabras, explicó el especialista, la variación de capital (valor de los recursos para producir) que incorpora un proceso de innovación para lograr un cambio tecnológico conlleva a que el capital humano (la calidad de la formación y de la productividad de las personas involucradas en un proceso productivo) tenga incorporado un proceso de innovación, y eso es justo lo que puede incidir de manera positiva en el crecimiento económico de un país.
Por otro lado, para poder determinar en qué medida el gasto en educación propicia la innovación tecnológica y la acumulación de capital humano, y si un aumento en estos dos factores conduce a un crecimiento permanente en el producto interno bruto per cápita, se requiere de un conjunto de información estadística, por ejemplo, de cuánto gasta el gobierno federal en proporción al producto interno bruto en rubros como educación, investigación y desarrollo, así como información relativa a la fuerza laboral y de su propio nivel de especialización, entre otras.
“Lo que se puede hacer con dicha información estadística es analizar y buscar las causas que provocaron tal o cual situación, como es la falta de crecimiento económico y los bajos niveles de ingreso per cápita, para después recomendar alternativas de políticas públicas para remediar lo sucedido”, dijo el investigador.
Ríos Bolívar ha identificado que en general, los países que invierten de manera adecuada en educación y en formación de capital humano presentan tasas de crecimiento económico sostenido y también poseen altos niveles de ingreso per cápita. Mientras que países que invierten poco y de manera inadecuada en educación muestran menor acumulación de capital humano y, por consecuencia, bajas tasas de crecimiento económico, esto último aplica para países de América Latina, específicamente para México.
Este contexto tiene relación con la forma en que se invierte en educación y para capital humano no está siendo eficiente, subrayó el científico social, que añadió que “probablemente los recursos están siendo canalizados para asuntos no prioritarios con la educación, aunque estén etiquetados para ese rubro. De ahí que para el caso de México no hay un reflejo directo de lo que dice la teoría del crecimiento endógeno, que a más inversión en capital humano le corresponden mayores tasas de crecimiento”.
Bajo estas circunstancias, por tanto, el economista consideró que es urgente para México que el gobierno federal invierta más y de mejor manera en educación y en la formación de capital humano, con el fin de mejorar los procesos de innovación tecnológica presentes en la actividad productiva, en la investigación científica y en los propios procesos de generación de conocimiento, entre otras actividades y procesos, que sin duda mejorarán la eficiencia productiva, logrando con ello mejores tasas de crecimiento económico y de niveles de ingreso per cápita de la población.
Noemí Rodríguez González.