Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/090/17
Ciudad de México, 3 de mayo de 2017
- Las acciones de una persona en cada etapa de su vida tienen impacto en el ambiente, por lo que se considera necesario desarrollar desde la infancia conductas de consumo responsables.
- El Día Internacional de la Madre Tierra, que se celebró el pasado 22 de abril, llevó el lema «Alfabetización medioambiental y climática», con el que la ONU reconoció la necesidad de que la ciudadanía mundial conozca los conceptos sobre el cambio climático y sea consciente de la amenaza sin precedentes que representa este fenómeno para el planeta. En la imagen lago Baikal, Siberia, Rusia.
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Los impactos sociales de los fenómenos ambientales están relacionados con la pobreza, la situación de los refugiados ambientales, los desastres y la ayuda humanitaria; por lo que la alfabetización ambiental y climática es fundamental para que las personas estén enteradas de cómo influyen, por ejemplo, las actividades humanas en el clima, dijo el doctor Simone Lucatello, del Instituto Mora.
Las acciones de una persona en cada etapa de su vida tienen un impacto en el ambiente y sería conveniente que desde la infancia adquiriéramos conductas de consumo pensando en las consecuencias, consideró el investigador, quien destacó el papel de los días internacionales designados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para crear conciencia a nivel mundial acerca de diversos temas, entre ellos los relacionados con el ambiente.
“El Día Internacional de la Madre Tierra, que se celebró el pasado 22 de abril y que este año tuvo por tema «Alfabetización medioambiental y climática», ha sido una buena oportunidad para mandar el mensaje de la relación que existe entre los problemas ambientales y nuestro comportamiento de consumo, el cual no es compatible con el cuidado del ambiente”.
En entrevista para la Academia Mexicana de Ciencias, Lucatello lamentó que este año la celebración por la Tierra no se desarrolló en un contexto favorable, “con los cambios políticos mundiales, en particular los que han ocurrido en Estados Unidos con la llegada a la presidencia de Donald Trump, se ha retrocedido 30 o 40 años en las políticas ambientales, y algo similar ocurre con las políticas energéticas, altamente contaminantes y que privilegian el uso intensivo de combustibles fósiles”.
Simone Lucatello, que tiene entre sus líneas de investigación, la cooperación internacional y el medio ambiente, recordó que estamos en el marco de la Agenda Mundial que incluye 17 objetivos de desarrollo sostenible, los cuales establecen prioridades en materia de desarrollo para el año 2030. Uno de estos objetivos, el 13, plantea: “Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos”.
Esta Agenda, dijo el investigador, tiene metas vinculadas a la sustentabilidad ambiental y desde todos los países miembros de la ONU se tienen que hacer esfuerzos para lograr su cumplimiento.
El vocabulario ambiental
Los temas que tendrían que ser de interés mundial, de acuerdo con Lucatello, están relacionados con el agua, el suelo y el aire, que al deteriorarse tienen un impacto negativo en las condiciones de vida de las personas de todo el mundo, y esta es una de las razones por las que “tenemos que entender que estamos ante un problema crónico en lo que se refiere al ambiente”.
El investigador consideró que el cambio climático “es uno de los temas que todos tendríamos que conocer, algunas palabras son clave y constituyen una especie de vocabulario ambiental, en el que el consumo encabeza la lista porque las acciones en casa y a nivel del modelo económico del país –que se basa en el uso de combustibles altamente contaminantes– tiene una relación directa con el clima”.
La segunda palabra de este “vocabulario ambiental” que propone Lucatello, es la adaptación a los nuevos fenómenos naturales, como los cambios repentinos en la temperatura o las lluvias intensas fuera de temporada. La adaptación al cambio climático se refiere a cómo enfrentamos los impactos de este fenómeno, y conlleva acciones en los niveles individual y nacional, como podría ser la aprobación de diversas políticas ambientales.
En el caso de la resiliencia, palabra que en el contexto ambiental se relaciona con la idea de resistir los cambios ambientales derivados de la intervención humana, se traduce en acciones de reforestación, de conservación de lagunas costeras y manglares, así como mejores prácticas comunitarias para el uso de los recursos naturales, explicó el investigador asociado al Programa de Investigación en Cambio Climático (Pincc) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Cuando se habla de cambio climático frecuentemente se menciona la mitigación, que está relacionada con reducir las emisiones de gases de efecto invernadero –como el dióxido de carbono– lo que se traduce en mejorar las condiciones del transporte público e incentivar otras formas de movilidad”. Pero sin duda, una palabra esencial desde la alfabetización ambiental y climática, “es el conocimiento acerca de los impactos de este fenómeno, los cuales ya están presentes en el mundo y en México”, destacó Simone Lucatello.
Noemí Rodríguez González.