Reconocen trayectoria de investigador dedicado al estudio de enfermedades infecciosas

Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/084/19
Ciudad de México, 24 de abril de 2019

  • El doctor Adolfo Martínez Palomo se ha dedicado al estudio de parásitos que infectan al humano y que provocan enfermedades intestinales como la amibiasis y la giardiasis.
El doctor Adolfo Martínez Palomo, investigador emérito del Cinvestav y expresidente de la Academia Mexicana de Ciencias, es un especialista en el estudio de la biología de la interacción huésped-parásito en la amibiasis, la giardiasis y la oncocercosis, entre otras líneas de investigación.
El doctor Adolfo Martínez Palomo, investigador emérito del Cinvestav y expresidente de la Academia Mexicana de Ciencias, es un especialista en el estudio de la biología de la interacción huésped-parásito en la amibiasis, la giardiasis y la oncocercosis, entre otras líneas de investigación.
Foto: cortesía del Dr. Martínez Palomo.
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Una de las principales contribuciones que ha realizado el doctor Adolfo Martínez Palomo en el tema de la amibiasis es que en su laboratorio se estudiaron dos tipos de amibas, unas patógenas, las cuales al avanzar la infección pueden causar lesiones en el hígado, y las que no provocan ningún daño al hospedero.

El investigador emérito del Departamento de Infectómica y Patogénesis Molecular del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) inició su camino en el estudio de parásitos protozoarios que infectan al humano cuando ingresó, movido por la curiosidad, a un seminario sobre amibiasis en el Centro Médico Nacional Siglo XXI, organizado por el doctor Bernardo Sepúlveda Gutiérrez, destacado especialista en dicho campo. “Así me interesé en el tema, en especial porque me di cuenta de que había poca investigación acerca de la biología de la amibiasis y de otros parásitos”.

La amibiasis, que se define como una infección en los humanos provocada por el protozoario intestinal Entamoeba histolytica, se registra en todo el mundo, pero afecta principalmente a las poblaciones de países en desarrollo. Aunque la mayoría de las personas infectadas con E. histolytica no presenta síntomas graves, algunas tienen manifestaciones de disentería o absceso hepático.

En el caso de nuestro país, esta enfermedad estaba presente de manera importante desde el siglo XVIII, en especial en la Ciudad de México. En los hospitales del país era común encontrar enfermos con absceso hepático provocado por la amiba E. histolytica, de la que prácticamente no se sabía nada sobre su biología, ni de la patología de la enfermedad, recordó Martínez Palomo, integrante de la Academia Mexicana de Ciencias.

“En el laboratorio decidimos empezar a estudiar el tema y nos llamó la atención que los enfermos con lesiones en el hígado tenían unas amibas, pero también había personas totalmente sanas con amibas. La pregunta era si se trataba del mismo tipo o eran diferentes”.

Así, en el laboratorio encontraron la primera diferencia entre las amibas patógenas y las que no lo son, estas llamadas Entamoeba dispar. A partir de ahí el investigador y su grupo de trabajo se dieron a la tarea de comparar a la amiba no patógena con la patógena y lo hicieron a través de modelos experimentales para analizar cómo se produce la lesión en hígado.

Posteriormente junto con otros colegas se dedicó a organizar reuniones internacionales de amibiasis y el tema tuvo cada vez más relevancia mundial. “En una reunión organizada en 1977 por El Colegio Nacional y la Organización Mundial de la Salud se reconoció que hay dos tipos de amibas, y con esto cambió la epidemiología de la enfermedad”.

Ahora no es frecuente encontrar amibiasis en los hospitales o casos graves de esta enfermedad, en parte por las mejoras en las condiciones de saneamiento en el país, y por el hecho de que se encontraron medicamentos para la amiba. Sin embargo, es necesario continuar con el estudio de la amibiasis como un modelo experimental, dijo el especialista que tiene como parte de su trayectoria académica numerosas publicaciones que han sido reconocidas nacional e internacionalmente.

Se puede aprovechar que es posible reproducir la enfermedad, en el laboratorio y a nivel celular, casi como ocurre en el humano, señaló el investigador, lo que es vital para entender aspectos que no tenemos claros del todo, como son los mecanismos de defensa del hospedero, las reacciones inmunológicas, y en el caso de la amiba, que ahora se cultiva sin otros agentes, es un modelo para estudiar la organización de la célula, cómo se mueve, cómo se reproduce, cómo causa daño.

Ampliando el conocimiento
Otra enfermedad infecciosa que el doctor Martínez Palomo se ha dedicado a estudiar es la giardiasis que, si bien desde el punto de vista médico no es considerada de importancia, se ha encontrado que cuando la infección con Giardia lamblia es crónica en los niños, estos pueden presentar retrasos físicos y de aprendizaje.

La giardiasis, que se manifiesta con síntomas de diarrea y molestias abdominales, es un problema a nivel epidemiológico y de divulgación entre los médicos, “lo que tratamos de identificar es por qué en ocasiones las giardias pueden generar una enfermedad aguda, en otros casos crónica con consecuencias en el desarrollo físico y de aprendizaje, y por qué otras veces no se tiene ninguna manifestación, posiblemente se deba a que algunas cepas son más virulentas que otras”, explicó el experto, uno de los ganadores de los Premios Carlos Slim en Salud 2019, en la categoría de Trayectoria en Investigación, distinción que le será entregada próximamente.

Acerca de este reconocimiento, el investigador que ha escrito cinco libros sobre amibiasis y otros temas médicos, y más de 150 artículos científicos, destacó que es relevante no solo porque ha colaborado con otros investigadores que han ganado el premio, también porque “me llena de satisfacción en un momento de gran preocupación por la situación actual de la ciencia y de los institutos de salud, los cuales hoy enfrentan un contexto presupuestal difícil para continuar sus actividades”.

Adolfo Martínez Palomo aprovechó para hacer un llamado a que se reconozca el apoyo que se le ha dado a la ciencia médica en el país y se dijo desconcertado con la situación actual del presupuesto a la ciencia, aunque reconoció que siempre ha contado con el apoyo del Cinvestav y de las fundaciones Rockefeller y MacArthur.

Noemí Rodríguez González.


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