PRESENTA EL IBT SU NUEVA REVISTA DE DIVULGACIÓN «BIOTECNOLOGÍA EN MOVIMIENTO»

Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/137/15
México, D.F., 11 de junio de 2015

  • Busca profundizar en las labores de difusión y divulgación del conocimiento en general, así como evitar la desinformación en un campo de gran impacto en la actualidad: Octavio Ramírez Reivich
Sergio de Régules, Luz del Carmen Colmenero, Miguel Pérez de la Mora, Octavio T. Ramírez Reivich, Enrique Galindo y Georgina Ponce Romero, en la presentación de Biotecnología en Movimiento, la nueva revista del Instituto de Biotecnología de la UNAM.
Sergio de Régules, Luz del Carmen Colmenero, Miguel Pérez de la Mora, Octavio T. Ramírez Reivich, Enrique Galindo y Georgina Ponce Romero, en la presentación de Biotecnología en Movimiento, la nueva revista del Instituto de Biotecnología de la UNAM.
Foto: Elizabeth Ruiz Jaimes/AMC.
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El Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM lanzó el primer número de la revista Biotecnología en Movimiento, publicación trimestral con la que buscará primordialmente evitar que mala información llegue a la sociedad sobre temas novedosos y de gran impacto, como por ejemplo alimentos transgénicos, terapias génicas, cultivo de tejidos, órganos para trasplantes y nanobiotecnología.

«Sabemos que los avances de la biotecnología moderna pueden detonar temores y cuestionamientos en sectores mal informados, por eso es de importancia estratégica evitar que la desinformación resulte en un clima desfavorable y perjudicial para nuestro campo, y que por el contrario, avances en estos temas de frontera puedan abrir opciones de desarrollo y bienestar generalizado para nuestra sociedad», sostuvo ayer Octavio Tonatiuh Ramírez Reivich, director del IBt.

El investigador destacó que con esta revista la entidad académica y de investigación que dirige pretende profundizar aún más en las labores de difusión y divulgación del conocimiento en general, y de las actividades del Instituto en particular, con el objetivo de alcanzar esferas de lectores que hasta ahora han estado alejadas de sus tareas sustantivas.

Dijo que está convencido de que una sociedad bien informada puede aprovechar mejor los grandes beneficios que la biotecnología moderna puede ofrecerle y contar con elementos de juicio objetivos, específicamente en temas que pudieran resultar polémicos.

El doctor Enrique Galindo Fentanes, editor de la nueva revista y secretario de Vinculación del IBt, agradeció a la comunidad del Instituto su entusiasmo y participación, «porque son los autores principales de esta publicación periódica».

Ante estudiantes, académicos e investigadores reunidos en el auditorio «Francisco Bolívar Zapata», Galindo sostuvo que buscarán que la revista sea sustentable y no tenga un costo económico al IBt. “Este primer número tuvo dos patrocinadores que sin ver la revista confiaron en nosotros, se trata de exalumnos que hicieron donativos y la empresa española Bionet».

También destacó que la edición especializada será gratuita y estará disponible en Internet.

En tanto, Georgina Ponce, directora ejecutiva de la publicación y quien recién se integró a la Secretaría de Vinculación, aceptó el reto de enfrentar todos los avatares de esta revista, de la que resaltó está justificada en la idea de que «la población se entere de lo que estamos haciendo y cómo lo hacemos, la manera en que la biotecnología beneficia a la sociedad, justamente pensamos que es mejor dar ejemplos de ello que lanzarse a hacer libros completos de temas de biotecnología, por eso decidimos que la revista estuviera armada como está».

La opinión de los especialistas

Para comentar este primer número de Biotecnología en Movimiento fueron invitados Sergio Régules, coordinador científico de la revista ¿cómoves?, de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM; Luz Del Carmen Colmenero, directora del Centro Morelense de Comunicación de la Ciencia; y Miguel Pérez de la Mora, director de la revista Ciencia, de la Academia Mexicana de Ciencias.

Régules hizo algunos comentarios durante su participación, entre ellos recomendó no perder de vista dos ingredientes que pueden ayudar a mantener cautivo al lector: «Necesitamos darle al público lo que lee sin ninguna dificultad, independientemente del nivel educativo, todos tenemos un cerebro, estamos ávidos de historias para entender las relaciones humanas… Por eso me gustaría ver más textos donde se cuente cómo los investigadores llegaron a sus resultados y con los que se han ganado premios y han publicado artículos, no dejen de contarnos hasta lo que les salió mal».

El segundo ingrediente importante que destacó fue la utilización de un «lenguaje poético», aclaró que no hacía referencia a escribir textos en forma de versos, sino a transmitir información con todos los canales que tiene disponibles el lenguaje. Indicó que para este fin la metáfora puede tener mucha fuerza y como ejemplo dijo: «Mi amiga Livia se ríe muy fuerte. Una oración que ya dice algo y da información, pero que se podría modificar diciendo algo así como: la risa de mi amiga Livia se mide en grados Richter”. A eso se refería Régules, aprovechar las posibilidades del lenguaje más allá del significado de las palabras.

Colmenero mencionó estar de acuerdo con lo manifestado por Régules, pero abonó a estas dos recomendaciones la necesidad de incluir no sólo a los científicos, a los estudiantes de posgrado y a la gente que trabaja en el Instituto, sino también a los comunicadores que salen a la calle para ver qué dice y piensa la gente, lo que quisieran saber las personas de la ciencia, pues consideró importante tener ese vínculo con todos esos actores.

«El IBt le está dando a la divulgación de la ciencia un papel muy importante, creo que la sociedad merece saber qué hacen los científicos, cómo lo hacen, cuáles son los problemas que se les presentan y cómo logran salir de ellos. Esto es importante porque entre más enterada esté la sociedad de lo que pasa, más cercana se va a sentir, se va a apropiar de la ciencia y, además, vamos a tener muchos niños y jóvenes queriendo hacer ciencia», señaló.

Pérez de la Mora por su parte refirió que las secciones de la revista del primer número le parecieron adecuadas porque hay una descripción de los proyectos que se llevan a cabo en el IBt, aportaciones a la ciencia, pero se incluyó también la parte humana en la que se da cuenta de quiénes son los investigadores y las distinciones que han recibido por su trayectoria, sin dejar a un lado a los jóvenes estudiantes o investigadores, que igualmente están siendo considerados para dar a conocer sus intereses.

Para el investigador, la nueva revista tendrá que «ampliar sus horizontes, llegar no nada más a la gente del IBt, creo que debe llegar a más personas de la manera que sea posible, los industriales y los niños deben saber qué se hace en el IBt». Consideró que la publicación además de contar con las aportaciones de los investigadores del Instituto, debería incluso considerar mostrar el panorama de lo que está ocurriendo en el mundo con relación a la biotecnología y lo que el Instituto hace en ese contexto.

Elizabeth Ruiz Jaimes.


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