Manejo adecuado de los residuos sólidos evitaría impactos negativos en el ambiente

Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/105/19
Ciudad de México, 24 de mayo de 2019

  • La contaminación del agua y la emisión de metano a la atmósfera, que es uno de los principales gases de efecto invernadero, son algunas de las implicaciones ambientales del tratamiento no adecuado de los residuos sólidos.
  • En promedio al día, en los municipios de Jalisco, cada persona genera 1 kilo 156 gramos de residuos sólidos; de los cuales 600 gramos se tiran directamente en los hogares y el resto son de lo que a cada uno le corresponden de los desechos de la ciudad.

El confinamiento masivo de desechos sólidos en tiraderos municipales genera la contaminación del agua, el aire y el suelo, y es una fuente de emisiones de gases de efecto invernadero hacia la atmósfera.

El confinamiento masivo de desechos sólidos en tiraderos municipales genera la contaminación del agua, el aire y el suelo, y es una fuente de emisiones de gases de efecto invernadero hacia la atmósfera.
Foto: Cortesía del doctor Gerardo Bernache Pérez.

En ciudades como Guadalajara, la Ciudad de México y Monterrey se calcula que se generan miles de toneladas de basura cada día, y la mayoría de estos residuos sólidos no se degradan o se integran a la naturaleza. De esta manera, al año en una ciudad se generan millones de toneladas de residuos sólidos urbanos que no están bien manejados, producen contaminación, y requieren de una gran cantidad de recursos económicos municipales para su manejo y disposición final.

La disposición final de residuos, que generalmente son enterrados, no cumple con los criterios, los estándares, ni las prácticas establecidas en las normas oficiales, tal es el caso de la NOM 083 SEMARNAT 2003 que plantea las condiciones que deben reunir los sitios destinados a la disposición final de los residuos sólidos municipales, explicó el doctor Gerardo Bernache Pérez del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, Unidad Occidente.

De esta manera, continuó, el confinamiento masivo de desechos en tiraderos municipales genera la contaminación del agua, el aire y el suelo, ya que los sitios actuales tienen problemas para contener los lixiviados peligrosos (por su contenido de cromo, plomo y cianuro en niveles superiores a lo que marcan las normativas), así como las emisiones de gases de efecto invernadero que se generan, dijo el investigador.

Los lixiviados —líquidos que se generan de la basura— llegan a los arroyos, ríos, lagunas y otros cuerpos de agua superficiales, o bien se filtran hasta el subsuelo afectando los mantos acuíferos. El investigador ha documentado el caso de Huaxtla en el municipio de Zapopan, Jalisco, en donde se ha identificado la contaminación del cauce del Arroyo Grande de Milpillas, al cual descargan lixiviados de tres sitios de disposición final ubicados a pocos kilómetros.

El integrante de la Academia Mexicana de Ciencias señaló que en México más de la mitad de residuos que se generan son orgánicos (residuos de cocina, de alimentos, de jardinería) y estos al descomponerse generan gas metano, que es uno de los cinco con efecto invernadero, por lo que los sitios de disposición final de residuos, los vertederos y los rellenos sanitarios, son fuente de emisiones de este gas a la atmósfera.

Al hablar de la problemática de la disposición de los residuos sólidos resaltó esta se debe, en parte, a la diversidad de residuos (sólidos urbanos, los electrónicos, escombros, residuos de medicamentos), y a la cantidad que se genera. El doctor Bernache Pérez y su grupo de trabajo calculan que en promedio al día, en los municipios de Jalisco, cada persona genera 1 kilo 156 gramos; de los cuales 600 gramos se tiran directamente en los hogares y el resto son de lo que a cada uno le corresponden de los desechos de la ciudad (de las plazas comerciales, de los mercados, de las calles, los parques, jardines, escuelas y de todas las zonas públicas).

Así, para trazar el camino de la basura —producción, recolección, manejo, tratamiento y disposición final de residuos— el especialista realiza entrevistas, recorridos de observación, mientras que para tener información acerca de la contaminación de los cuerpos de agua recurre a laboratorios certificados para que realicen los análisis necesarios; además utiliza bases de datos de información de los ayuntamientos, por ejemplo del número de camiones para la recolección de residuos y la cantidad que recolectan diariamente.


Residuos electrónicos .

Residuos electrónicos.
Foto: Cortesía del doctor Gerardo Bernache Pérez.

“Pero si lo que queremos saber es qué cantidad de residuos tiran las personas y qué tiran, lo que se puede hacer es ir directamente a las casas y hacer un muestreo controlado por zonas durante varios días. También se usa el método de cuarteo, en el que se selecciona un camión, se lleva a un lugar específico y su contenido se deposita sobre una plataforma, la basura se mezcla uniformemente y se divide en cuatro partes, para finalmente seleccionar una de estas para su análisis”.

El doctor, que tiene como una de sus líneas de trabajo la problemática socioambiental relacionada con la producción y el manejo de la basura, mencionó que a través de los estudios que ha realizado identificó que en los ayuntamientos existen carencias en el manejo de la basura, ya que se asigna a personal que no cumple con el perfil para el manejo de residuos, y que no todos los municipios tienen un presupuesto adecuado con el que llevar un manejo adecuado en lo técnico y en lo ambiental.

“Los ayuntamientos tienen problemas con sus bases de datos y registros históricos, y al no tener información (cuánto se gasta, cuánto se tiró el año pasado) no es fácil resolver la problemática del mal manejo de los residuos sólidos y de sus efectos ambientales asociados”.

Es así, destacó el doctor en Antropología Social por la Universidad de Arizona, ubicada en Tucson, Arizona, que la separación y valorización de los residuos por parte de los usuarios es un factor esencial de su gestión sustentable. Sin embargo, de acuerdo a sus estimaciones, resultado de su trabajo de investigación, calcula que en México se separa alrededor del 10% de los residuos y el otro 90% termina en sitios de disposición final, en donde son enterrados en condiciones no adecuadas.


Pepenadores, Tonalá

Pepenadores, Tonalá
Foto: Cortesía del doctor Gerardo Bernache Pérez.

Agregó que la mayoría del 10% de lo que se separa se realiza por grupos informales (por ejemplo: pepenadores), y no como parte de programas municipales.

“Lo más eficiente para la separación es hacerla en la ruta de recolección y tratar de valorizar el mayor porcentaje de residuos. De ahí que es necesario separar para valorizar, nombrar profesionales con experiencia y el perfil adecuado en los puestos y desarrollar estas estrategias, también es necesaria la voluntad política para manejar los residuos y un presupuesto más apropiado para la resolución del problema”.

Y aunque lo ideal sería no tener rellenos sanitarios ni vertederos, mientras llegamos a ese punto podemos aspirar a tener rellenos sanitarios con buena infraestructura y seguros ambientalmente, comentó el autor del libro Cuando la basura nos alcance. El impacto de la degradación ambiental.

Finalmente, dijo el doctor Gerardo Bernache Pérez que si bien las leyes y normas en materia de residuos son buenas, el problema es que no se cumplen. “En Jalisco en el 2008 se publicó la Norma Ambiental Estatal 007-2008 que establece que la separación primaria de residuos (en orgánicos, inorgánicos y sanitarios) es obligatoria, sin embargo no se lleva acabo”.

Noemí Rodríguez González.


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