Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/112/18
San Luis Potosí, S.L.P., 4 de mayo de 2018
- Plantea ir más allá de los estudios disciplinarios y abarcar la multi, inter y transdisciplina para ampliar el horizonte de conocimiento con el afán de atender los problemas complejos que enfrenta la humanidad.
- En el taller binacional en el que participan expertos de Estados Unidos y México sobre zonas áridas transfronterizas, la directora del Laboratorio Nacional de Ciencias de la Sostenibilidad de la UNAM, Ana Escalante, se cuestionó si hoy en día se cuenta con las metodologías adecuadas para responder a esos desafíos o si hay que crearlas.
- Para transformar nuestro mundo, hacer sostenibilidad y cambiar trayectorias, se tiene que ir más allá, desbordarse de las fronteras académicas y ampliar el horizonte de conocimiento válido, señaló Ana Escalante Hernández, directora del Laboratorio Nacional de Ciencias de la Sostenibilidad, UNAM, durante el taller binacional Mejorar la sostenibilidad de las zonas transfronterizas Estados Unidos-México.
Foto: Luz Olivia Badillo/AMC.
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Uno de los aspectos en los que se hace énfasis cuando se habla de sostenibilidad es que los problemas complejos que no se atiendan en el presente en el futuro se agravarán. Por esta razón es importante comprender por qué es fundamental la sostenibilidad y que el concepto salga de la academia y sea tomado en cuenta por los tomadores de decisiones y ciudadanos.
“La sostenibilidad propone que la distribución, aprovechamiento y uso de los recursos naturales sean utilizados para satisfacer necesidades como seres humanos, como sociedad, pero también respetando las necesidades de lo no humano en el corto y largo plazo”, explicó Ana Escalante Hernández, directora del Laboratorio Nacional de Ciencias de la Sostenibilidad (Lancis) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Esta ciencia parte de la existencia de un contexto social, económico y ecológico y que para atender las necesidades de un sitio particular se requieren diseñar estrategias o intervenciones para transitar hacia una sostenibilidad que incluya bienestar, equidad, justicia para la población presente y para las generaciones futuras tal y como se contempla tanto en las legislaciones internacionales como en la Constitución mexicana.
En estas estrategias se deben reconocer los distintos ecosistemas que hay en el planeta, un cuerpo celeste que en sí es un socioecosistema, en el que hay interacciones entre la sociedad, economía, globalización, seguridad, migración, urbanización, ecosistemas, clima, etcétera. Atenderlo requiere distintas visiones disciplinarias pero también proponer incluso nuevas metodologías.
“En el trabajo de sostenibilidad reconocemos que tenemos muchos problemas que tienen que ver con agua, alimentos, energía, y cada uno por sí solo es complicado, pero además, estos ámbitos de problemáticas no existen solos, interactúan entre sí; y al reconocer estas interacciones también se considera la necesidad de invitar a participar a distintas disciplinas, distintos expertos”, destacó la bióloga.
Este marco suma a otros actores en un diálogo propositivo, una visión transdisciplinaria que incluya a la sociedad civil, políticos, legisladores, gobernadores, alcaldes, presidente, y empresarios pequeños, medianos y grandes, así como asociaciones civiles.
“Para de verdad transformar a este mundo, hacer sostenibilidad, cambiar trayectorias, tenemos que ir más allá, desbordarnos de nuestras fronteras académicas, ampliar nuestro horizonte de conocimiento válido”, propuso Escalante Hernández durante el taller binacional Mejorar la Sostenibilidad de las Zonas Áridas Transfronterizas de Estados Unidos y México, al cual asistió un grupo de expertos sobre el tema de ambas naciones.
La reunión interactiva fue organizada por las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de México y Estados Unidos, en el Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica, del 2 al 4 de mayo. Después de este taller se continuará el análisis y la discusión para luego dar paso a la propuesta de recomendaciones en áreas específicas como la gestión del agua o la migración.
En este contexto, la directora de Lancis consideró que hay tres preguntas básicas y comunes que el grupo de trabajo debería responder en algún momento: ¿cuáles son las mejores aproximaciones metodológicas para investigar estas interacciones de los sistemas socioecológicos?, ¿cómo entendemos estas redes de interacción al interior? y ¿cómo modelar, visualizar el futuro para tomar las mejores decisiones que lleven a los mejores escenarios?
Escalante reconoció que existe una enorme incertidumbre dado que se cuenta con muy pocos datos de la zona árida transfronteriza; que no se pueden incluir todos los parámetros que están en la complejidad de este sistema; que se tienen capacidades limitadas de cómputo para poder procesar información; y que se desconocen cuáles son los mecanismos más efectivos para incluir e involucrar a todos los actores e implicados en los problemas.
La investigadora indicó que en el Lancis de la UNAM se han celebrado convenios de colaboración con actores relevantes para atender ciertas problemáticas con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático y se buscarán próximos acuerdos con la Secretaría de Salud y la Comisión Nacional del Agua. El objetivo es producir información pertinente, legítima, transparente, que dé confianza y con impacto no solo académico sino social y ambiental.
Actualmente, añadió la ganadora en 2012 de la Beca para las Mujeres en la Ciencia L’Oréal-Unesco-Conacyt-AMC, Lancis tiene dos nodos adicionales al que se encuentra en Ciudad Universitaria de la UNAM en la Ciudad de México, uno se encuentra en Mérida, Yucatán y el otro en La Paz, Baja California. En estos sitios se buscará atender problemas como vulnerabilidad costera, cambio climático y eventos extremos.
Luz Olivia Badillo.