Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/033/14
México, D.F., 29 de enero de 2014
- No queremos que los chicos piensen que es algo fácil y después lleguen a una Olimpiada Internacional o Iberoamericana y se encuentren con otro mundo, dice la coordinadora nacional del certamen, Cristina Revilla
- Hoy por la noche se darán a conocer los ganadores de las medallas de oro, plata y bronce de la XXIII Olimpiada Nacional de Biología.
Foto: AMC.
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Tras obtener los mejores resultados en el examen teórico, 78 de los 170 concursantes de la XXIII Olimpiada Nacional de Biología avanzaron a las pruebas prácticas, la segunda y última fase de este certamen. Las delegaciones con mejor desempeño fueron Nuevo León y Michoacán, que calificaron con equipo completo, es decir con los seis integrantes permitidos por cada representación, y solo tres de los 30 estados participantes quedaron fuera.
En los laboratorios de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), sede oficial del certamen que organiza la Academia Mexicana de Ciencias, los finalistas tuvieron que determinar los carbohidratos y lípidos de una muestra, reconocer los tipos celulares en un frotis sanguíneo, identificar las estructuras de especímenes de plantas y hacer avanzados cálculos matemáticos, entre otras tareas que marcaban los cuatro exámenes prácticos.
Resolver los exámenes, que abarcaron las áreas de bioquímica, biología celular, diversidad vegetal y bioestadística, requirió que los estudiantes no sólo demostraran sus conocimientos en las diferentes disciplinas biológicas, sino también emplearan sus habilidades en el manejo de los microscopios, especímenes y demás materiales de laboratorio.
Los jóvenes compartieron sus experiencias al concluir la fase práctica. “Es interesante y divertido a pesar del estrés”, comentó entusiasmado Gustavo López Ruiz procedente de Tlaxcala. El estudiante admitió que hubo exámenes que le fueron más fáciles de resolver, en gran medida debido a su predilección por esos temas.
No obstante, admitió que tuvo una preparación muy completa y en la cual recibió, junto con sus coterráneos, asesorías de diferentes maestros en cada materia. “De hecho, a mi estado le fue mejor que el año pasado”.
“Para mí, la parte más fácil fue la de plantas y la más difícil la de bioestadística”, reconoció la campechana Valeria Sonda, quien ya había participado en la Olimpiada de 2013 sin conseguir pasar a la segunda etapa del certamen. Agregó que este año, el examen práctico le resultó más fácil que el anterior, caso contrario al teórico pues, como lo manifestaron la mayoría de los concursantes, contenía preguntas muy específicas de ciertos temas.
La estudiante también recibió, junto con el resto de su delegación, una preparación con asesorías diarias de nueve profesores diferentes, la cual, aseguró, mejora año con año. “La intención es subir el nivel siempre”.
Por su parte, la doctora María Cristina Revilla Monsalve, coordinadora de la Olimpiada Nacional de Biología, comentó que el examen teórico de esta edición tuvo un nivel de dificultad mayor, no solo por los contenidos, sino también porque se incluyó una modalidad de respuesta compleja que se emplea en las pruebas internacionales.
“De manera general, el examen fue bastante más difícil que en otras ocasiones pues no queremos que los chicos piensen que es algo fácil y después lleguen a una Olimpiada Internacional o Iberoamericana y sea otro mundo que no haya tenido nada que ver con el examen nacional. La intención es subir el nivel siempre”.
Revilla detalló que el contenido de los exámenes está basado en el programa de biología de la Olimpiada Internacional que no solo tiene un nivel más alto, también “tiene muchísimos más temas que los programas de cualquier subsistema del bachillerato”.
“Sabemos que los programas (en México) son obsoletos, que están mal y les faltan temas muy importantes. Los programas definitivamente están muy por debajo de los de la mayoría de los países y eso se refleja en que a nuestros estudiantes les cuesta mucho más trabajo ponerse al nivel de una olimpiada internacional. Sin embargo, siempre hay alumnos muy buenos, que estudian, que se comprometen, que les interesa y, sobre todo, que les gusta y que aún con un examen difícil obtienen una buena puntuación”, reconoció.
De ahí los buenos resultados obtenidos hasta ahora en esta olimpiada, agregó, así como la importancia de la participación de los delegados que acompañan a los participantes durante todo el certamen. “Los delegados apoyan mucho pues preparan bien a los concursantes para llegar a la competencia nacional y después a la internacional”.
Hoy miércoles por la noche se darán a conocer a los ganadores de las medallas de oro, plata y bronce de la XXIII Olimpiada Nacional de Biología, durante la ceremonia de premiación y clausura que se celebrará en el auditorio “Gral. Emiliano Zapata Salazar” de la UAEM.
Alejandra Monsiváis Molina