Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/146/15
México, D.F., 18 de junio de 2015
- De esa manera, la investigación científica y sus logros estarían considerados en la toma de decisiones, asegura el presidente de la Mesa Directiva de dicha regional, Sergio Mejía
- De las acciones que busca concretar esta representación es incrementar su membresía, pues reflejaría la buena investigación científica que se lleva a cabo en la región, así como buscar un acercamiento con la sociedad, específicamente con la juventud, añade
- Doctor Sergio Mejía Rosales, investigador de la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas de la UANL, presidente de la Mesa Directiva de la Sección Regional Noreste de la AMC para el periodo 2015-2018.
Foto: Cortesía del investigador Sergio Mejía.
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Para que la voz de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) se fortalezca y las entidades gubernamentales la tomen en cuenta de manera más cotidiana, es necesario incrementar su representatividad en todos los estados del país, sostuvo Sergio Mejía Rosales, presidente de la Mesa Directiva de la Sección Regional Noreste de la Academia.
El especialista en nanoestructuras consideró que una de las labores de la AMC, que se apoya en la opinión especializada de su membresía, la cual conforma una masa crítica de amplio reconocimiento, es incidir en las decisiones que tomen las entidades gubernamentales, porque “si queremos que el gobierno considere la labor de la investigación científica, el trabajo de los investigadores del país y de sus contribuciones con investigaciones de nivel internacional, es necesario que la comunidad científica pueda establecer un canal de comunicación directo y constante”.
A lo anterior habría que añadir, indicó, una buena capacidad de entendimiento, que depende en gran medida de que esa fracción de la comunidad académica dedicada a hacer investigación pertinente y de calidad esté verdaderamente representada. “Por eso me parece necesario atraer a los científicos con los mejores currículos del país para aglutinarlos y organizarlos en torno a la Academia, de manera tal que sus logros y necesidades sean escuchadas por las instituciones.
Con ese objetivo, una de las acciones más importantes a realizar por la Mesa Directiva de la Sección Noreste para el periodo 2015-2018, será incrementar la membresía, para lo cual Mejía Rosales propuso levantar un censo que permita a la representación tener una mejor idea de cuáles son las instituciones y las dependencias en donde haya una alta concentración de científicos para revisar a quiénes tienen que contactar directamente y acercarlos a la AMC.
Además de este acercamiento con la comunidad académica, simultáneamente buscarán acercarse a la sociedad, “por ello consideramos importante establecer una página web de la Sección a la que tengan acceso directo los ciudadanos y donde también colaboren de manera activa los investigadores de la región”.
La tercera acción de la nueva gestión que encabezan Sergio Mejía como presidente, Azael Martínez de la Cruz, secretario, y Ada Margarita Álvarez Socarrás, tesorera, está la de aproximar la ciencia a la juventud y potencializar la formación de futuros científicos en la región, y proporcionar a investigadores jóvenes y estudiantes avanzados en áreas científicas un conjunto de herramientas curriculares.
Explicó que esta última línea de trabajo, el de herramientas curriculares, se refiere a permitir desarrollar de mejor manera el trabajo científico, el cual se puede ir complementando con una oferta de cursos, que pueden ser presenciales o virtuales en aspectos tan básicos como la escritura de tesis y artículos científicos que tengan que ver con métodos de enseñanza y métodos básicos de investigación. “Un punto que en lo particular me parece que es tremendamente relevante es el atacar el tópico de ética en la investigación científica”, resaltó Mejía Rosales.
La Sección Regional Noreste
Agrupa a los estados de Coahuila, Durango, Nuevo León y Tamaulipas. La mayor parte de la membresía está en la entidad neoleonesa, mientras que los otros estados tienen una representación pequeña, lo que se entenderse, en opinión del investigador, si se considera la presencia de dos instituciones grandes y fortalecidas en la labor científica: la Universidad Autónoma de Nuevo León y el Tecnológico de Monterrey en el noreste.
“Esto no implica que el sistema de universidades públicas en las otras entidades no esté realizando investigación científica; tenemos la impresión de que gran parte del problema está relacionado con la baja membresía en los otros estados y esto ha sido un problema de comunicación y difusión, por ello queremos establecer un acercamiento con la comunidad más directo y promover la generación de vínculos de comunicación más óptimos con los potenciales y futuros miembros”, sostuvo.
Con respecto a la distribución de los investigadores mencionó que Nuevo León cuenta con 120 miembros, le sigue Coahuila con 10 investigadores, “lo que me parece bajo considerando la gran cantidad de investigación de calidad que se hace en instituciones como la Universidad Autónoma de Coahuila, el Tecnológico Regional de Saltillo y otros tecnológicos; la Universidad Agraria “Antonio Narro” y la investigación en agronomía, me parece que hay más actividad de la que reflejan esos 10 investigadores registrados por Coahuila”.
En Durango hay dos investigadores miembros y en Tamaulipas ocho, “eso hace ver que las diferencias entre estados es muy grande acentuando la necesidad de promover la labor y la relevancia de pertenencia a la Academia”.
Además del mejoramiento de las cifras, Mejía Rosales indicó que hay una serie de problemáticas que son comunes a toda la sociedad, en las que el ciudadano no ha considerado que por lo menos parte de la solución está en el conocimiento científico bien fundamentado.
Para ello, el investigador de la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas de la UANL consideró “indispensable familiarizar al ciudadano al conocimiento científico, que conozca los medios por los que puede acercarse al conocimiento bien fundamentado, así como promover la formación de profesionales en áreas científicas, eso me parece que es una condición necesaria para que el desarrollo de la ciencia se dé de manera sana y para que el fruto de la ciencia, que es el conocimiento, permee hacia las áreas donde directamente beneficie la vida diaria de las personas”.
Elizabeth Ruiz Jaimes.