Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/127/14
México, D.F., 13 de abril de 2014
- Es apremiante para México avanzar hacia una transición energética, su costo siempre será menor al que represente la adaptación al cambio climático: Claudia Sheinbaum
- La doctora Claudia Sheinbaum Pardo, investigadora del Instituto de Ingeniería de la UNAM y autora líder en el capítulo de industria del reporte del Grupo 3 del IPCC, participará el próximo 21 de abril en el encuentro Cambio Climático: Riegos, Adaptación y Mitigación que se celebrará en el Senado de la República.
Foto: Archivo AMC.
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Claudia Sheinbaum Pardo sostuvo que el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), tiene una respuesta afirmativa para contestar a la pregunta sobre si es factible elevar las condiciones de vida y generar bienestar para la población en un modelo de desarrollo bajo en carbono; un tema que considera motivo de debate en la actualidad, ya que para los países que buscan crecer como lo han hecho las naciones industrializadas no será posible, porque los recursos naturales ni la tierra, ni la atmósfera, alcanzan ya.
Para ello, advirtió la investigadora del Instituto de Ingeniería de la UNAM, se requiere diseñar patrones de desarrollo y consumo de energía diferentes a los que proporcionan los combustibles fósiles.
La integrante de la Academia Mexicana de Ciencias, participó como autora líder en el capítulo de Industria del reporte del Grupo 3, Mitigación y Cambio Climático –en el que también participaron cinco investigadores mexicanos más-, tercero y último para concluir el quinto informe de Evaluación del IPCC, que analiza aspectos socio-económicos del cambio climático, desarrollo sostenible, la gestión de riesgos y la elaboración de una respuesta a través de la adaptación y la mitigación.
“Es muy importante que este reporte del IPCC tenga mucha difusión en todos los campos para que el tema del cambio climático no se quede solo en discurso y se vea plasmado en reales políticas de desarrollo”. Agregó que uno de los puntos importantes del reporte del Grupo 3, es que resulta más comprensivo de lo que fue en el cuarto informe.
“En este caso hay una revisión de cuáles son los escenarios de reducción, cuáles son, inclusive, los elementos éticos vinculados con el tema de cambio climático y la viabilidad de la reducción de las emisiones de los gases de efecto invernadero causados por la actividad humana”.
De acuerdo con los escenarios previstos, Sheinbaum habló sobre la importancia de que México apoye la reducción en el mundo del consumo de combustibles fósiles y de otras actividades que causan el cambio climático global en un 50% para el año 2050, empezando esta reducción en el 2020.
“Entonces México tendría que reducir el consumo de petróleo, gas y carbón en un 50% en poco menos de 40 años; esto quiere decir que tenemos que prepararnos para que eso ocurra y no sólo no estamos preparados, sino que se hacen políticas para que se incremente el consumo de los combustibles fósiles. El objetivo de la reforma energética reciente, es producir más petróleo, más gas natural y, precisamente hacia donde tiende el mundo es a reducir ese consumo”.
Y la reducción de este consumo, expuso, lleva a medidas de eficiencia energética que tienen que ver no solo con el ahorro, sino con el cambio tecnológico en la industria, en el sector residencial, comercial y (particularmente en nuestro país) en el sector transporte. “En México –indicó- el consumo de energía donde más está creciendo es en el sector transporte y está asociado al crecimiento del consumo de gasolina por los autos privados y por las camionetas de carga, y al diesel que es el uso del transporte de carga en carreteras por encima de cualquier otro modo de transporte”.
Transición energética
Para que México reduzca su consumo de combustibles fósiles a la mitad, sin que afecte el bienestar de la población, tiene que empezar a actuar en fuentes renovables de energía, en eficiencia energética y en patrones de consumo muchos más sustentables, indicó la investigadora, por lo que calificó de apremiante hablar ya de transición energética, cuyo costo siempre será menor al que represente la adaptación al cambio climático.
En ese sentido, sostuvo que son costos que en algún sentido se pueden asumir como monetarios, en términos a la adaptación al cambio climático, pero también lo son en vidas humanas y en destrucción de ecosistemas y hábitats que no se pueden cuantificar en recursos financieros.
Y justamente pensar en que resulta caro es parte del problema. “Por eso el vínculo con la comunidad científica y el diseño de una política de desarrollo resulta primordial. En China, por ejemplo, el país que más consume y emite gases de efecto invernadero, es el que más rápido está generando una transición energética; es el que más consume energía renovable en la actualidad, y tiene un proyecto de 20 años para empezar a reducir en algún momento las emisiones, definido por sectores y los costos que esto implica (…), en una nación de más de mil millones de habitantes. ¿Qué México no lo puede hacer con el desarrollo económico e industrial que tiene?, por supuesto que sí. Lo que pasa es que no hay una concepción por parte del gobierno de que esto es real”.
Es por esta razón, que la especialista en energía y cambio climático reconoce el valor que tendrá el encuentro del próximo 21 de abril en el Senado de la República, en donde expertos de México y Estados Unidos analizarán los reportes de los Grupo de Trabajo 2 y 3 del quinto informe de Evaluación del IPCC, la organización considerada con la mayor autoridad y la más confiable red científica sobre el tema.
“Creo que hay cierta sensibilidad (en los tomadores de decisión) por lo que se conoce del tema, lo que no hay es conocimiento de los impactos que puede tener el cambio climático y de la magnitud del cambio que se requiere. Por eso el encuentro servirá para demostrar que es verdad que los impactos pueden ser muy graves, que es factible la mitigación y la reducción de emisiones”.
Claudia Sheinbaum aclaró que la reducción tiene que venir de los países que más emiten, pero si México está en el lugar número 13 como emisor en el mundo, le corresponde parte de esa reducción.
Una transición energética para el país requeriría, en opinión de la científica quien lleva varios años colaborando en el IPCC, de “un verdadero programa especial de cambio climático y de qué futuro queremos para México. Lo más importante a nivel internacional, en términos de desarrollo económico y social, es que solo transiciones de este tipo van a poder generar mejores empleos, de largo plazo, bien remunerados y vinculados con el desarrollo educativo del país”.
La investigadora subrayó que lo importante ahora es demostrar que es factible generar esquemas de producción y consumo en los distintos sectores que no sean tan intensivos en el uso de los recursos naturales, “esa es la gran apuesta… Y de que es factible, lo es”, concluyó.
Fabiola Trelles Ramírez