Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/10/06
México, D.F., viernes 3 de febrero de 2006
- Para consolidar la democracia es necesario limpiar las instituciones que han estado vinculadas con el narco, indican investigadores
- Apoyará la AMC la creación de una Cátedra dedicada a estudiar este fenómeno de forma sistemática en la Universidad Autónoma de Sinaloa
- Luis Astorga dijo que las políticas existentes en torno a las drogas ilícitas deben deben ser transformadas.
Foto: Archivo/AMC
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Los candidatos presidenciales no tienen interés en analizar a fondo el problema del narcotráfico ni a sostener un debate en torno a la problemática que genera en el país, coincidieron especialistas reunidos en la Universidad Autónoma de Sinaloa, en el seminario Narcotráfico, ciencia y sociedad, organizado por la Academia Mexicana de Ciencias.
¡Para los candidatos no es políticamente correcto, ya que es un asunto que inmediatamente los metería en disputa con Estados Unidos!, señaló Carlos Flores, investigador egresado del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, quien sentenció que para consolidar la democracia de nuestro país es indispensable limpiar las instituciones que en diversos grados han estado inmersas en la corrupción con el narco.
Para el especialista, involucrar más al ejército dotándolo de facultades legales como lo ha propuesto por Andrés Manuel López Obrador (AMLO), candidato a la presidencia por la Alianza por el Bienestar de Todos, es una de las pocas posibilidades para enfrentar el problema, ya que gran parte de los cuerpos policíacos están inmersos en la corrupción, coludidos con diversos grupos de narcotraficantes, pero alertó del riesgo latente de que también las fuerzas armadas sean cooptadas.
El evento, organizado de forma conjunta con la Universidad Autónoma de Sinaloa y El Colegio de Sinaloa, reunió a especialistas de diversos campos como la sociología, seguridad, salud, periodismo, literatura, psiquiatría, entre otros, que permitió una discusión interdisciplinaria del fenómeno del narco.
Para Luis Astorga, coordinador del seminario, cualquier intento de analizar este problema debe tener la perspectiva internacional y nacional, pero sobre todo se deben transformar cualitativamente las políticas existentes en torno a las drogas ilícitas. ¡Es urgente un giro cualitativo de la misma!, enfatizó.
De acuerdo con el especialista, en México no se tiene en agenda para romper la visión punitiva de este fenómeno sino, por el contrario, como lo ha hecho el actual gobierno y lo propuso AMLO, se quiere involucrar aún más al ejército pero sin cambiar la actual legislación que en el artículo 129 de la Constitución limita la participación de las fuerzas armadas en estas actividades.
¡No debe involucrarse al ejército para velar el estado de derecho violando el estado de derecho, debe analizarse el papel del las fuerzas armadas en esta tarea!, subrayó. ¡Ni siquiera se ha establecido un calendario para su retiro y tampoco se ha planeado la creación de ninguna institución policíaca civil nueva, moderna y capacitada para este fin!.
Octavio Paredes, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, anunció el interés de esta institución por apoyar la creación de una Cátedra dedicada a estudiar este fenómeno de forma sistemática en la Universidad Autónoma de Sinaloa, que cuente con el financiamiento de empresarios y en el que participen investigadores y la sociedad civil en su conjunto.
Con más apoyo a la investigación y la educación, se pueden identificar los talentos para impulsar la formación de recursos humanos en esta área de estudio. ¡Deben canalizarse recursos a medidas educativas, salud, prevención y de investigación!.
Especialistas como Francisco Higuera, de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Ricardo Gluyas, del Instituto Nacional de Ciencias Penales, y Gregorio Urias, del PRD local, coincidieron en que la ola de violencia que ha inundado el país en los últimos meses por estas actividades ilícitas es una muestra más de que la captura de algunos jefes de organizaciones o de miles de personas de más baja jerarquía no ha tenido efectos sensibles en la oferta ni en la cantidad de droga que circula en el mundo y en Estados Unidos.
Por lo anterior, invitaron a emprender un análisis más profundo, ya que el país requiere alternativas para entender y enfrentar un problema tan complejo.