Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/168/18
Ciudad de México, 25 de julio de 2018
- Para esta XXVIII edición del VIC se evaluaron 1989 solicitudes, de las cuales 1349 fueron aceptadas.
- Una encuesta de evaluación aplicada a los estudiantes que concluyeron su estancia de verano del año 2000 al 2017 revela que el 73% evaluó el programa como excelente, el 65% consideró que el VIC fue decisivo para definir su orientación dentro de su disciplina y que el 67% realizó o realiza estudios de posgrado, entre otros indicadores.
- Los jóvenes que participan en el XXVIII Verano de la Investigación Científica se reunieron hoy en la sede de la Academia Mexicana de Ciencias para compartir sus experiencias sobre esta actividad de siete semanas de duración.
Foto: Elizabeth Ruiz Jaimes/AMC.
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El Verano de la Investigación Científica (VIC) ofrece a los universitarios una oportunidad de visitar otra institución, trabajar en sus laboratorios, conocer cosas nuevas o vivir otras experiencias, y lo que se espera a través de programas como este es tener mejores ciudadanos, que sean responsables y que tengan interés por resolver los problemas sociales, indicó José Luis Morán, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
Al dirigir unas palabras a cerca de 300 becarios presentes en la sede de la AMC para compartir una jornada de convivencia a la mitad de la estancia de siete semanas que realizan los estudiantes en diferentes institutos y centros de investigación en la capital del país, Morán dijo que la investigación científica da otra perspectiva de los problemas y de cómo resolverlos; así como de analizar, saber cuáles son los avances que se tienen sobre el tema y llegar al punto de lo que cada quien puede aportar a la solución.
De ahí que —continuó el doctor en física teórica—, “los invito a sacar la mayor ventaja posible de la experiencia que se llevarán tras pasar varias semanas en contacto con investigadores de renombre internacional”. Además, dijo estar seguro que una gran parte de los jóvenes que participan en el VIC serán en futuro investigadores comprometidos con su labor.
Y en vista de que el porcentaje de mujeres que participaron este año en el programa de la AMC es del 56% del total, invitó a las jóvenes a luchar para seguir presentes en el ámbito de la investigación.
Víctor Pérez-Abreu, director del programa, informó que para el XXVIII Verano de la Investigación Científica se recibieron 1989 solicitudes, de las cuales 1349 fueron aceptadas; de esta cifra, 836 fueron beneficiarios de una de las becas que concede la AMC, las cuales son posibles gracias al apoyo que dan al VIC: la Secretaría de Educación Pública, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados, El Colegio de México, el Instituto Científico Pfizer y la Universidad Autónoma Metropolitana. El resto de los becarios realizaron sus estancias con recursos de sus instituciones de educación superior, en su mayoría, y otros con recursos propios.
Agregó que son 938 los investigadores anfitriones, 1892 investigadores evaluaron las solicitudes, y que los estados con mayor participación de estudiantes en el VIC 2018 son Sinaloa, Tamaulipas, Ciudad de México, Jalisco y Veracruz.
Al referirse a la encuesta de evaluación que se lleva a cabo luego de haber concluido la estancia de los estudiantes en el VIC, el especialista en probabilidad y estadística destacó que entre los resultados (2000-2017) están que el 73% evaluó el programa como excelente, el 65% consideró que el Verano de la AMC fue decisivo para definir su orientación dentro de su disciplina, el 67% realizó o realiza estudios de posgrado y de ellos el 80% señaló que el Verano de la AMC incidió en decidir en dónde realizar el posgrado.
Ante el numeroso grupo de estudiantes reunido en el auditorio Galileo Galilei, Pérez-Abreu habló de las perspectivas del programa, y sostuvo que es necesario seguir enfocándose en la detección de talentos jóvenes, que el VIC mantenga sus altos estándares y valores éticos, y sea un ejemplo para otros programas de verano.
Experiencias del Verano
Parte de los testimonios que los becarios ofrecieron durante la actividad, contados con natural frescura, fueron los que dieron, por ejemplo, Inés Rosas, de Hermosillo, Sonora, de la carrera de Ingeniería Biomédica en el Instituto Tecnológico de Hermosillo y quien realiza su estancia en el Posgrado en Ciencias Biológicas de la UNAM, donde ha estado trabajando en andamios porosos en 3D armados con el material llamado PLA con el fin de avanzar en la regeneración del tejido óseo: “Cada día aprendo algo nuevo y todos me han ayudado a resolver mis dudas, esta oportunidad me ha permitido saber cómo es un laboratorio, y sin duda esta experiencia me ayudará a continuar trabajando por mis intereses académicos y profesionales”.
Para el mazatleco Javier Martínez, estudiante de Arquitectura en la Universidad Autónoma de Sinaloa, resulta curioso pensar en que estando tan lejos del mar y de su casa, ahora trabaja como parte de un proyecto de investigación en el Instituto de Ingeniería de la UNAM para profundizar en el estudio de la relación del océano con el bioclima de la ciudad. “Con esta estancia me he dado cuenta de muchas cosas, una de ellas es que a veces es importante alejarse para pensar en los problemas y las soluciones que se pueden dar para mejorar las condiciones del lugar de donde uno es. En cuanto al VIC, sin duda creo que da la oportunidad para pensar en lo que queremos, y en mi caso estoy seguro que seguiré por el camino de la investigación”.
Noemí Rodríguez González.