Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/237/15
México, D.F., 9 de octubre de 2015
- En el acto, el estudioso de la cultura prehispánica honró la figura de Alfonso Reyes, quien se encargó como diplomático de traer a México a refugiados españoles y como escritor develó la influencia en nuestro país del mundo helénico y el mundo indígena.
- El investigador Miguel León Portilla recibió de El Colegio de México el Premio Alfonso Reyes, emisión 2015. La presidenta del Colmex, Silvia Giorguli hizo entrega del reconocimiento que consistió en una medalla, un diploma y un incentivo económico; asiste el momento Jaime Serra Puche, representante de la Fundación Colmex.
Foto: Cortesía Colmex.
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En los festejos por los 75 años de la fundación de El Colegio de México (Colmex), ayer se llevó a cabo la entrega del Premio Alfonso Reyes al historiador, filósofo, filólogo, traductor y diplomático Miguel León Portilla, un mexicano cuyos estudios entorno a la cosmología indígena y defensa por las lenguas originarias, especialmente el náhuatl, le ha valido reconocimiento internacional.
En la conferencia magistral “Una evocación de Alfonso Reyes”, León Portilla enalteció la figura de aquel mexicano nacido en Nuevo León, quien como diplomático fue uno de los principales responsables de haber dado acogida a los españoles que se refugiaron en México tras el estallido en su país de la Guerra Civil, en 1936. “Él junto con Daniel Cosío Villegas promueven la venida de miles de españoles a México”, dijo el investigador. Oficialmente fueron 25 mil los refugiados pero León Portilla estimó que fueron 50 mil.
El Alfonso Reyes escritor influyó profundamente en el trabajo del premiado en dos aspectos: como estudiante León Portilla descubrió el libro la Visión de Anáhuac, un “brillante ensayo sobre la vida en el Altiplano Central de México”, expresó, en el que el regiomontano describe la flora, la fauna, la vida de Moctezuma y devela la poesía de los nahuas; por otro lado, “nos trae la cercanía del helenismo”. León Portilla aprendió a hablar griego, luego a traducirlo y esos conocimientos sobre filología después le sirvieron para traducir el náhuatl al español.
“La cultura náhuatl que me cautiva es una cultura extraordinariamente rica pero no es universal porque los nahuas no tuvieron oportunidad de extenderse por el orbe, en cambio, la cultura griega sí es universal porque inventa al hombre moderno. Somos herederos de la cultura mesoamericana y de la cultura mediterránea grecolatina, judeocristiana romana, que nos llegó a través de España”, dijo el integrante de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
La académica Rebeca Barriga, profesora-investigadora del Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios de El Colmex, estuvo a cargo del Laudatio o elogio a León Portilla. Inició su discurso con la lectura del famoso poema de Nezahualcóyotl “Amo el canto del cenzontle”. Luego la especialista resaltó tres obras que consideró seminales en la trayectoria de León Portilla: su tesis doctoral, una reflexión en torno a la historia y el pensamiento prehispánico con preguntas como “¿existía la filosofía náhuatl?, ¿se podía hablar de literatura náhuatl? Defender esas proposiciones implicaba la existencia de una escritura, y en principio los nahuas carecían de una escritura y un alfabeto” apuntó. Su sistema de lenguaje era pictográfico.
La segunda obra fundamental, en opinión de Barriga, es el libro La visión de los vencidos cuya primera edición se publicó en 1959 y a partir de ahí ha sido traducida a más de 15 idiomas en numerosas reediciones. En ese trabajo, el historiador da voz a los antiguos pobladores, quienes vieron sus pueblos arrasados con la llegada y conquista de los españoles. La también integrante de la AMC resaltó como la tercera obra seminal la cruzada permanente de León Portilla por la defensa de las lenguas indígenas, la búsqueda de sus derechos y autodeterminación, y promoción del desarrollo de las comunidades.
En su momento, la presidenta de El Colmex, Silvia Giorguli, habló de los retos que encara la institución que dirige desde el pasado 21 de septiembre, y de los equilibrios en los asuntos relevantes de día a día de la institución: “Balances entre la tradición en el quehacer académico y el re-aprender haciendo ante el surgimiento de nuevas formas de investigar, enseñar y difundir el conocimiento; los equilibrios entre el desarrollo teórico y del pensamiento, la acción y la práctica; entre la iniciativa individual en nuestro trabajo de investigación y el desarrollo de una agenda institucional; y a la ponderación entre nuestras actividades de docencia e investigación, así como la inacabada tarea de integrar ambas actividades”.
La también integrante de la AMC expresó que no había mejor manera de celebrar el aniversario de El Colmex que con la entrega del Premio Alfonso Reyes, cuyo nombre rememora a quien fuera el primer presidente de la institución. Recordó que el premio nació en 2010 en el marco del 70 aniversario de la institución, y consiste en la entrega de un diploma, medalla y un estímulo económico. Se entrega cada dos años a figuras destacadas en el campo de las humanidades y las ciencias sociales. El primero se decidió entregarlo al filósofo Luis Villoro, el segundo al literato José Emilio Pacheco, el tercero al cervantista Francisco Rico y el cuarto a León Portilla.
Luz Olivia Badillo.