Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/082/19
Ciudad de México, 22 de abril de 2019
- Erik Velásquez, del Instituto de Investigaciones Estéticas, señala que simboliza la transformación más honda y radical que ha sufrido este continente en toda su historia.
- Cuando se dice que en 1519 inicia la Conquista de México, es como si el país hubiera existido como una entidad homogénea, y no fue así, precisa Berenice Alcántara, del Instituto de Investigaciones Históricas.
- La clásica relatoría de que Cortés, sus hombres y sus 20 caballos pudieron concretar la Conquista es una versión entre romántica, fantástica y falaz, considera Clementina Battcock, del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
- Fragmento del Lienzo de Tlaxcala, códice postcortesiano, elaborado por talxcaltecas en el siglo XVI, en el que se representan varios episodios en los que Malintzin o Marina acompaña al conquistador español Hernán Cortés.
Imagen: Lienzo de Tlaxcala.
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En 2019 se conmemoran 500 años del inicio de la Conquista, un encuentro entre múltiples mundos; por un lado, las huestes de Hernán Cortés, en las que iban españoles, italianos y otros europeos, además de algunos africanos, y por el lado de Mesoamérica, grupos indígenas con su propia organización social y política que vieron una oportunidad de librarse de la carga tributaria que les imponían los mexicas de la poderosa Triple Alianza, compuesta por Texcoco, Tenochtitlán y Tacuba, ubicados en el centro de lo que hoy es México.
“El año 1519 simboliza la transformación más honda y radical que ha sufrido este continente en toda su historia. Más profunda que cualquier otra. Es el cambio de un sistema económico, político, social, jurídico, de un estilo de vida, de muchos sistemas de creencias muy diversos al contacto con un continente, aún con enfermedades que se desconocían, lo que a la postre significó la propagación de pandemias que acabaron diezmando hasta el 90 por ciento de la población indígena”, destacó Erik Velásquez, investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Este hecho ha estado rodeado de confusiones, mitos y errores historiográficos que vale la pena examinar. En ese sentido, Berenice Alcántara, investigadora del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, consideró que “este aniversario debería ser una oportunidad para revisar la historia y para que la gente pueda acercarse a nuevas perspectivas, ya que cuando se dice que en ese momento inicia la Conquista de México, pareciera suponerse que ya existía nuestro país como una entidad homogénea, y no fue así”.
Hernán Cortés encabezó la tercera expedición hacia la sección del continente que hoy ocupa México. Salió de Cuba con 11 naves sin la autorización oficial del gobernador de la isla, Diego Velázquez —con quien tenía conflictos y le había acusado de conspirar en su contra—, y sin la documentación de autorización por parte de la corona española, en una condición de ilegalidad, indicó Clementina Battcock, investigadora de la Dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
“La clásica relatoría de que Cortés, sus hombres y sus 20 caballos pudieron concretar la Conquista es una versión entre romántica, fantástica y falaz”, agregó la especialista en crónicas novohispanas y andinas de los siglos XVI y XVII.
Los tres investigadores, integrantes del comité académico de la Olimpiada Mexicana de Historia (OMH) de la Academia Mexicana de Ciencias, coincidieron en que Cortés y sus huestes arriesgaban todo, empezando por la vida, y se aventuraron porque el sistema hispánico del que venían iba saliendo de un feudalismo y todavía operaba bajo ciertas reglas: ninguno de los conquistadores eran hijos primogénitos y, por tanto, no podían heredar ningún bien, eran pobres, no tenían títulos nobiliarios ni tierras. Lo que buscaban era el reconocimiento de la corona española y riqueza.
Tejiendo alianzas
Los españoles llegaron a Cozumel el 21 de febrero de 1519. Aprovecharon para reparar las naves y contactar a náufragos de expediciones anteriores que les sirvieran de intérpretes. Gonzalo Guerrero tenía familia, vivía en la región de Belice en un señorío llamado Chactemal y no se sumó al grupo, pero Jerónimo de Aguilar, quien ya había aprendido a hablar maya, sí. Recorrieron la Península de Yucatán hasta lo que hoy es Tabasco, donde se encontraron con chontales, mayas hablantes de un idioma distinto al maya yucateco.
Fue en Centla donde ocurrió una batalla muy sangrienta, en la que se impusieron los conquistadores; tras su victoria recibieron varios regalos, entre ellos 20 mujeres, una de ellas era Malintzin, Malinalli, Marina o Malinche, una mujer indígena políglota hablante del chontal, popoluca, náhuatl de la Costa del Golfo y maya yucateco, de quien se considera tuvo un papel de mediadora y traductora crucial para la posterior caída de Tenochtitlán.
Al llegar a Veracruz, Hernán Cortés fundó el primer cabildo, porque “sabe cómo construir el aparato legal para poder legitimarse. Es una persona que tuvo visión política, fue un ideólogo y estratega que supo influir en la corona española, pero también en el mundo indígena”, destacó Clementina Battcock.
El nacido en Extremadura, España, tenía nociones de derecho y supo ganarse la voluntad del rey Carlos V a través de cartas de relación que envió a través de interlocutores que se embarcaron a la península, logrando entrevistarse con las máximas autoridades de la Corte y adelantarse a cualquier difamación que viniera de Diego de Velázquez.
Berenice Alcántara añadió por su parte que, estando Cortés en Veracruz, Moctezuma Xocoyotzin, líder de la Triple Alianza, envió regalos para que los conquistadores no se acercaran más a sus dominios, pero esto solo avivó el interés del español. En Cempoala la gente estaba muy reacia a continuar pagando tributo, así que vio en los extranjeros una oportunidad para disolver el dominio de los mexicas. Cortés entendía que había que quitarle a Moctezuma Xocoyotzin la pirámide de alianzas que era, en teoría, lo que lo sostenía.
Así que fue construyendo un ejército con indígenas a disgusto, entre los cuales estuvieron totonacas y tlaxcaltecas. “El conquistador español pactó un lugar privilegiado para estos pueblos como vasallos del rey, pero siempre sometidos, mientras que, desde la perspectiva indígena, se entendía que los aliados quedarían hasta arriba de una nueva alianza que controlaría la tributación exactamente igual que la anterior”, indicó la doctora en estudios mesoamericanos.
Desde Cholula, Puebla, se llevaron a cabo negociaciones con Moctezuma Xocoyotzin para poder ingresar a la Cuenca de México. Erik Velásquez apuntó que “la llegada de las huestes de Hernán Cortés a Tenochtitlán y la caída de los mexicas en 1521 simbolizan la fundación de la Nueva España y de lo que a la postre sería México” y recalcó: “Para mí en su sentido más hondo, 1519 significó el origen de nuestra nación como la conocemos hoy y de nuestro mestizaje”.
Luz Olivia Badillo.