Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/208/12
México, D.F., 25 de septiembre de 2012
- Es ejemplo de cómo se puede tener desarrollo con consistencia y congruencia: José Narro
- Siempre se ha distinguido por su excepcional intuición de lo que es verdaderamente importante: Xavier Soberón
- Merecido reconocimiento a Francisco Bolívar Zapata en el marco del 30 aniversario del Instituto de Biotecnología de la UNAM.
Foto: AMC
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A partir de hoy, el Auditorio del Instituto de Biotecnología (IBT) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), llevará oficialmente el nombre de “Dr. Francisco G. Bolívar Zapata”, en reconocimiento a los 40 años de antigüedad académica del destacado científico mexicano.
La ceremonia que sirvió de preámbulo para la develación de la placa con la que se honra al investigador, fue presidida por los rectores José Narro Robles, de la UNAM y Jesús Vera Jiménez, de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos; así como por Eduardo Bárzana García, secretario general de la máxima casa de estudios; Carlos Arias Ortiz, director del IBT, y Xavier Soberón Mainero, director del Instituto Nacional de Medicina Genómica.
El homenaje a Francisco G. Bolívar Zapata, investigador emérito, director fundador del IBT y presidente de la Academia Mexicana de Ciencias en el periodo 1998-1999, emocionó al biotecnólogo, quien agradeció la presencia de amigos, colegas y estudiantes que llenaron el pequeño auditorio del instituto, en un ambiente cercano y cálido, arropando al investigador, quien reconoció sentirse abrumado por el reconocimiento.
Lo digo con sinceridad –expresó. Es un peso bastante difícil de manejar, que produce muchos sentimientos, por un lado una profunda alegría, ya que es el reconocimiento al trabajo conjunto realizado por esta comunidad universitaria para consolidar al Instituto de Biotecnología. También genera –añadió- un profundo compromiso, por la responsabilidad que representa.
“Estamos aquí festejando el aniversario del Instituto de Biotecnología de la UNAM, una comunidad pujante, que trabaja por la ciencia y la educación, haciendo aportaciones importantes y buscando contribuir a la mitigación de los importantes problemas que enfrenta el país”, dijo.
José Narro resaltó la fidelidad que tiene Bolívar Zapata con valores y principios como la honestidad, el trabajo, la amistad y la solidaridad. “Se puede ser fiel a la ruta de la vida, a la de la profesión. Paco es un ejemplo de fidelidad a las instituciones, a la UNAM y a todos los organismos en los que participa”.
Añadió que Bolívar Zapata es un hombre que da ejemplo de cómo se puede tener un desarrollo con consistencia y congruencia. Dijo que aprovechaba la ocasión para reiterar que la grandeza de una institución se construye con la aportación de sus integrantes. “La UNAM tiene que ver con la aportación de muchos generadores de conocimientos y Francisco Bolívar Zapata está dejando huella. No hay duda de que este homenaje es más que merecido”.
El acto en el que se reconoció la trayectoria de uno de los científicos mexicanos más prestigiados a nivel nacional e internacional, forma parte de los eventos conmemorativos de los 30 años del IBT, cuyas labores iniciaron en 1982 bajo el nombre de Centro de Investigación sobre Ingeniería Genética y Biotecnológica en la ciudad de México, y después de tres años se mudó a Cuernavaca, Morelos, donde se transformó en el Instituto de Biotecnología.
Carlos Arias Ortiz, director del IBT, fue quien abrió la ceremonia con el recuento de la trayectoria personal y académica de Bolívar Zapata, de quien dijo ha participado a lo largo de cuatro décadas en numerosos órganos colegiados, como estudiante, profesor, investigador y autoridad universitaria, incluyendo la Junta de Gobierno de la UNAM.
Destacó igualmente la actuación de Bolívar Zapata en las tareas de descentralización y consolidación de la educación superior y de investigación en el estado de Morelos; así como los numerosos reconocimientos y premios que ha recibido por sus aportaciones, entre ellos el Premio Universidad Nacional, el Príncipe de Asturias y el Premio Nacional de Ciencias y Artes, así como su nombramiento como miembro de El Colegio Nacional y como Investigador Emérito.
Xavier Soberón Mainero habló de las contribuciones del prestigiado científico y del papel que como líder desempeña en el quehacer científico e institucional.
“Soy con gran orgullo su discípulo, lo he sido por mucho tiempo y aprendo de él hasta la fecha. En la Facultad de Química de la UNAM combinó su formación, ya orientada a la bioquímica, con sus primeras actividades de participación institucional. Desde entonces mostró Bolívar Zapata lo que siempre le ha distinguido: una excepcional intuición de lo que es verdaderamente importante y una enorme perseverancia para contribuir en los temas que identificó relevantes”.
Sostuvo que en apenas dos años de trabajo en la Universidad de California, hizo contribuciones de gran trascendencia, tanto para el desarrollo de las herramientas moleculares como su aplicación. “Su nombre quedó entonces asociado a la creación del vehículo de clonación más importante de la historia; el plásmido PBR322 y también el primer producto útil del RNA recombinante: la insulina humana”.
Soberón Mainero mencionó que con los trabajos que realizó Bolívar Zapata en su laboratorio tras su regreso de Estados Unidos, se hizo realidad el uso de la ingeniería genética en México, y con sus actuales líneas de investigación está incursionando en la biología sintética, lo más reciente y nuevo de la biología experimental.
“Quiero mencionar –añadió Soberón- una labor que constituye una aportación sustantiva de Bolivar Zapata a la sociedad mexicana: su trabajo de difusión para la comprensión social de la ingeniería genética”. Labor que realiza a través del Comité de Biotecnología de la Academia Mexicana de Ciencias, El Colegio Nacional y su relación con la Suprema Corte de Justicia de la Nación, donde se analizan los temas de su especialidad en los ámbitos más trascendentes y de mayor impacto entre los tomadores de decisiones.
Fabiola Trelles Ramírez