Con robots y estrellas la Academia Mexicana de Ciencias se hace presente en la XXIV SNCyT

Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/215/17
San Luis Potosí, San Luis Potosí., 9 de octubre de 2017

  • Esta vez los agasajados son los niños, los jóvenes y la sociedad potosina en general con las actividades que planeó la AMC para la Semana de Ciencia y Tecnología con el fin de contribuir a la cultura científica de la sociedad y fomentar vocaciones por la ciencia desde temprana edad.
Un grupo de escolares toma el taller de Programación y Robótica pedagógica siguiendo las instrucciones del equipo especializado de la Academia Mexicana de Ciencias en la XXIV Semana de Ciencia y Tecnología en el Centro de Convenciones de San Luis Potosí.
Un grupo de escolares toma el taller de Programación y Robótica pedagógica siguiendo las instrucciones del equipo especializado de la Academia Mexicana de Ciencias en la XXIV Semana de Ciencia y Tecnología en el Centro de Convenciones de San Luis Potosí.
Foto: Luz Olivia Badillo/AMC.
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La XXIV Semana Nacional de Ciencia y Tecnología (SNCyT) que se lleva a cabo en estos días y concluye el 11 de octubre en San Luis Potosí ofrece entre sus actividades gratuitas dos programas de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) en el Centro de Convenciones: Computación para niños y jóvenes titulada “Programación y Robótica Pedagógica”, dirigida a niños de 7 a 14 años, y Noche de las Estrellas, para público de todas las edades.

El primero de ellos consiste en armar un prototipo de sillas voladoras las cuales se mueven a través de una tarjeta electrónica a la que se le envían señales con los tonos de un teléfono inteligente.

Los responsables de impartir esta actividad son Juan Manuel Sánchez Morales, coordinador del programa de la AMC, que cuenta con una larga experiencia en la realización de este taller; y los instructores Claudia Guzmán Guarneros y Jesús Magdaleno Palma, este último originario de Yurécuaro, Michoacán, que participa por primera vez como tallerista en un evento masivo de tal magnitud.

El joven ingeniero yurecuarense forma parte del grupo desde hace dos años, está entusiasmado de recibir a tantos niños pues en su municipio, donde imparte el taller de Computación para niños y jóvenes en la biblioteca pública, los grupos a los que recibe suelen ser de diez integrantes, mientras que aquí, en San Luis Potosí, son de hasta 30 por turno. Tan solo ayer domingo, en el cuarto día de la SNCyT, se atendieron a más de 300 niños y jóvenes.

“A los niños les gusta mucho el taller, se les hace muy diferente a las otras cosas que han visto o hecho. Al momento que empiezan a embonar las piezas y les sale bien el robot que están armando se les nota la emoción. Después, cuando les enseñamos cómo funciona la interfaz y cómo se utiliza, se quedan sorprendidos de lo que hicieron y cómo funciona”, dijo Magdaleno Palma.

Cada sesión dura unos 30 minutos, a los niños se les da un paquete y se les proporcionan instrucciones generales para su armado, ya que un aspecto esencial de este taller es que estimulen sus habilidades, a veces limitadas por no encontrar medios en donde les motiven a encontrar el por qué y cómo de los objetos que les rodean. Los instructores les explican nociones básicas de robótica y qué es un robot, qué funciones tienen y para qué sirven. Desde el 5 de octubre que arrancó la SNCyT en la capital potosina se prevé atender a mil 500 niños fundamentalmente de educación primaria y secundaria.

A Joel Eladio Bárcenas Camacho, de 11 años de edad, le gustó armar su robot. Aprendió cómo funcionan los aparatos electrónicos y mecánicos. Valeria Salas, de 12 años, se divirtió armando sus columpios. Se entretuvo construyendo su robot y al final observó su funcionamiento. Se le hizo fácil pues ya había armado en otra ocasión un puente que se elevaba y era automatizado. Tania Vanesa Ochoa, de 10 años, también le gustó la actividad. Estaba emocionada de poder llevarse su móvil para poder accionarlo en cualquier momento y compartir la experiencia con sus amigos.

“A mí no me gustó, me encantó”, expresó Cristopher, de 9 años, alumno de la escuela Club de Leones No. 2 de San Luis Potosí, al concluir su sesión, y con él coincidieron sus compañeros de cuarto grado.

El stand Noche de las Estrellas es el otro programa de la Academia Mexicana de Ciencias presente en la Semana de Ciencia y Tecnología. Lo atienden ocho personas, seis talleristas y dos encargados de organización y contenidos. Como la temática este año del evento que organiza el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología es sobre el agua, tienen la dinámica “Comiendo agua”, en la que demuestran las distintas propiedades que tiene este recurso, y sobre todo, los distintos tipos de molécula que existen y que en este caso forman a la molécula H?O.

“A partir de las demostraciones se les explica a los niños que hay átomos más pequeños y otros más grandes que al juntarse forman moléculas, mismas que finalmente son todo lo que nos compone. Un bombón grande representa al oxígeno y dos pequeños a los dos hidrógenos, los participantes hacen su propia molécula del agua y terminan comiéndose su molécula, de ahí el nombre”, indicó Nahiely Flores Fajardo, del equipo que coordina los contenidos científicos y materiales de divulgación de la Noche de las Estrellas.

Aunque la gran fiesta de la astronomía se realiza una vez al año en distintas sedes del país, también se participa en otras festividades como congresos, ferias o semanas de las ciencias y se diseñan contenidos acordes con las temáticas de cada sitio y a la edad de los participantes, la edad mínima para participar es de cinco años. En “Comiendo agua” se mencionan aspectos básicos como son que el agua es incolora, inodora e insabora hasta propiedades como tensión superficial.

Debido a que se cumplieron 60 años del lanzamiento del satélite artificial Sputnik 1, el 4 de octubre de 1957, fecha que marcó el inicio de la carrera espacial y de toda la tecnología y los avances que se han hecho en este tema, la otra actividad que se presenta es “Satélites al rescate”, en el que se explica qué es un satélite, desde los naturales hasta los artificiales, sus clasificación, desde los más pequeños, que son los CubeSat y miden 7 centímetros, hasta la Estación Internacional Espacial, de dimensiones de un estadio de futbol y se encuentra girando alrededor de la Tierra.

Flores Fajardo indicó que hay satélites que se pueden utilizar para protección civil, ya que observan las áreas que se están deforestando, cómo se ha dado el crecimiento poblacional de un sitio, ver incluso cómo se empiezan a formar un volcán al cambiar la altitud de un terreno, o el crecimiento de un lago, una presa, o bien, su descenso. Esta información es útil en la prevención de desastres y estrategias para informar a la población vulnerable.

La dinámica con los niños es armar grupos “algunos son los pobladores, otros de protección civil, otros científicos, otros hacen satélites que van dando vueltas en las zonas inundables (una piscina llena de pelotas con una tabla con marcas del 1 al 5, entre más pelotas le echan, más crece el nivel del agua) y otros son reporteros. Con el juego aprenden a interpretar gráficas, a identificar cuándo hay un riesgo y cómo informar a la sociedad”, indicó Flores Fajardo.

Luz Olivia Badillo.


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