Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/046/17
Ciudad de México, 28 de febrero de 2017
- Un 80% de la población mundial no forma parte de la sociedad del conocimiento, y una porción de estos ni siquiera pueden ser usuarios de sus productos a falta de una educación de calidad: Jaime Urrutia Fucugauchi.
- En 2015, la prueba PISA de la OCDE se hizo con énfasis en ciencias, México obtuvo 416 puntos, mientras que la media de los países que conforman la OCDE es de 493 unidades, indicó especialista.
- Participaron en la mesa Educación y Ciencia dentro Diálogos por la Ciencia en El Colegio Nacional Jorge Flores, Jaime Urrutia Fucugauchi, Ranulfo Romo y Eduardo Backoff Escudero.
Foto: FCCyT/Emiliano Cassani.
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Con el fin de abonar en la calidad educativa, a la luz de la legislación constitucional vigente que se encuentra encaminada a que los estudiantes aprendan a aprender y no solo a memorizar, entre otros aspectos, se llevaron a cabo en El Colegio Nacional (ECN) los “Diálogos por la Educación”, un encuentro en el que científicos y humanistas reflexionaron acerca de los distintos desafíos que enfrenta México en el tema.
En la mesa “Educación y ciencia”, la segunda de tres que contempló el programa, participó el presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) y miembro de ECN, Jaime Urrutia Fucugauchi, quien sostuvo que “la ciencia permea la vida diaria de las personas y las innovaciones se dan a un ritmo cada vez más acelerado y esto es la construcción de lo que se llama la sociedad del conocimiento, que está transformando a las economías de libre mercado impulsadas por la ciencia, la innovación y el desarrollo tecnológico”.
Indicó que esto siempre ha ocurrido, pero la diferencia es que ahora se da un ritmo muy acelerado, siendo esto el elemento más poderoso de cambio y de transformación, en ese sentido, dijo, las naciones que tienen las capacidades industriales y sólidos sistemas de educación e investigación pueden insertarse en la generación de este nuevo conocimiento, lo que hace que la brecha sea más grande con otras naciones, entre tener dinero y no tenerlo, entre saber, crear y generar conocimiento”.
Alrededor del 80% de la población mundial, apuntó, está sin poder contribuir a esta nueva sociedad del conocimiento, “estamos relegados a ser usuarios y en muchos países dadas las capacidades locales que se tienen ni siquiera se pueden usar algunas de estas nuevas innovaciones, y el reto para las naciones es sencillo: tenemos que construir sistemas educativos de calidad, capacidades e infraestructura, y para ello se requiere inversión económica, pero lo más importante en cómo hacer para tener niños y jóvenes que tengan preparación adecuada para que puedan insertarse en esta nueva forma de desarrollo de las sociedades”.
Ranulfo Romo señaló, por su parte, que nuestro país se ha convertido en un exportador de jóvenes talentos mexicanos en las ciencias que ven cristalizados sus sueños de hacer ciencia en otros laboratorios del mundo y no en su patria; un hecho lamentable, consideró, ya que el Estado los forma durante 20 años para que los jóvenes terminen entregando su potencial en otros países.
“Me gustaría que estos estudiantes tuvieran todas las oportunidades para desarrollarse en México. Estoy convencido, agregó el integrante de ECN y miembro de la AMC, que el soporte económico y un plan sencillo, exento de mezquindad y protagonismo darían a México un número importante de investigadores que participarían en la aventura de arrancar sus secretos a la naturaleza y aportar sus conocimientos a la ciencia”.
El expresidente de la AMC e investigador emérito del Instituto de Física de la UNAM, Jorge Flores, hizo énfasis en la enseñanza de las matemáticas en educación básica, ya que esta es la puerta a un maravilloso mundo, hoy en día negado a la mayoría de los jóvenes por una deficiente preparación de los docentes, por lo que, desde su punto de vista, ese debería ser un rubro importante a considerar en la Reforma Educativa.
En tanto, el consejero de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), Eduardo Backoff Escudero, consideró que lo que es importante saber es en qué medida estamos cumpliendo como país en formar científicos y qué tan bien lo estamos haciendo, para ello tomó como referencia la prueba PISA que coordina la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos).
“Ciencias fue el tema del 2015 y se basó en tres aspectos de evaluación en los estudiantes: conocimientos científicos, creencias sobre las ciencias y cuál es la validez que le dan a los métodos y a las fuentes de información con las cuales se genera conocimiento. Además, se evaluaron las actitudes que tienen ante la ciencia. Estos tres elementos dieron una radiografía de lo que los estudiantes aprenden, cómo ven lo que aprenden y qué creen en lo que aprenden”, expuso.
En términos muy generales, explicó Backoff, se puede decir que México obtuvo en una prueba estandarizada 416 puntos, en la que la media de los países que conforman la OCDE es de 493 puntos, 80 puntos de diferencia. Un grado o un año de escolar representa cuarenta puntos, lo que en otras palabras señala que México está dos años por abajo de la media de los países de OCDE y si se compara con países como Singapur está 3.5 años por abajo.
Una actualización necesaria
La primera mesa de diálogo fue «Educación de calidad. La apertura de los diálogos sobre la educación», llevada a cabo por el presidente en turno de ECN, José Ramón Cossío, quien sostuvo que tanto la Reforma Educativa como la Ley General del Servicio Profesional Docente, ambas publicadas en 2013, son de la mayor importancia para hablar de la calidad educativa que tanto se anhela.
«Adicionalmente la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha venido trabajando en el nuevo modelo educativo que desde mi punto de vista le da desarrollo a la reforma constitucional y al conjunto de reformas legales que se han hecho. Este documento está en proceso de construcción y me parece muy importante, porque establece ejes rectores de cómo se va a organizar la educación en preescolar, primaria, secundaria y medio superior en el país».
En su intervención, Aurelio Nuño Mayer, titular de la SEP, habló de la evolución de la educación pública en México desde la década de 1920 hasta los inicios del siglo XXI. A principios del siglo XX el principal objetivo fue lograr una cobertura universal en primaria, primero, y luego en secundaria. La meta se logró pues hoy en día es uno de los cinco sistemas de educación pública más grandes del mundo con 34 millones de alumnos, más de dos millones de maestros y más de 260 mil planteles educativos, pero era necesario actualizarlo, tomando como base una educación de calidad y dio algunas de las razones.
«Faltaba más apoyo a la profesionalización de los maestros, la carrera magisterial estaba sujeta a reglas clientelares y no a reglas basadas en el mérito. La organización de las escuelas derivaba en sistemas muy rígidos donde no se fomentaba la pedagogía en las clases ni la innovación. Había un exceso de burocracia, así como una gran desigualdad al interior del sistema en el acceso a las condiciones materiales de las mismas».
Nuño Mayer destacó iniciativas conjuntas entre la SEP y ECN, como que miembros acudan a Escuelas Normales públicas del país a compartir con los futuros maestros sus conocimientos, “estos puntos de encuentro con estos grandes mexicanos enriquece la labor educativa”. En el Estado de México arrancó el primer diálogo, el doctor Jaime Urrutia dio la plática sobre la formación del Sistema Solar y las particularidades de la Tierra.
La tercera y última mesa de diálogo se llamó “Educación, lenguaje y comunicación”, fue dirigida por Luis Fernando Lara, miembro de ECN; Margarita Zorrilla Fierro, consejera del INEE; y Celia Díaz Argüero, investigadora del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM.
Luz Olivia Badillo y Fabiola Trelles.