Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/335/14
México, D.F., 26 de septiembre de 2014
- En el homenaje se destacó el trabajo de uno de los neurofisiólogos mexicanos más notables, cuyas contribuciones son ampliamente reconocidas en México y el mundo
- René Asomoza, director del Cinvestav y miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (derecha), entrega un reconocimiento a Pablo Rudomín en la celebración de su 80 aniversario.
Foto: Cinvestav.
Imagen en alta resolución
El Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del IPN y El Colegio Nacional organizaron de manera conjunta un homenaje al doctor Pablo Rudomín Zevnovaty por sus 80 años de vida y por sus 53 años de actividad científica y académica.
Benjamín Florán, jefe del Departamento de Fisiología, Biofísica y Neurociencias del Cinvestav, reconoció la labor de Rudomín, ex presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), la cual no se limita a los premios que ha obtenido o a los artículos publicados, ya que también ha formado a muchas personas en el área de las neurociencias. “Este homenaje es un agradecimiento a su labor y es además una manera de felicitarlo por estos primeros 80 años de vida”.
Para René Asomoza, director del Cinvestav y miembro de la AMC, el evento es un reconocimiento a la trayectoria del investigador en la ciencia, y consideró que también es una oportunidad para que los estudiantes conozcan el trabajo de quien es uno de los neurofisiólogos más reconocidos por la comunidad científica nacional e internacional.
Algunos de los logros que Asomoza Palacio destacó del homenajeado, fueron sus 139 publicaciones, 47 simposios internacionales, 132 conferencias de divulgación, en su mayoría organizadas por El Colegio Nacional, y sus 53 años en el Cinvestav, esto en uno de los eventos en la celebración titulada: Los primeros 80 años del Profesor Pablo Rudomín.
Ranulfo Romo, investigador del Instituto de Fisiología Celular de la Universidad Nacional Autónoma de México y miembro de la AMC, señaló que las contribuciones de Pablo Rudomín a la ciencia mexicana permiten ver dos aspectos. El primero se refiere a que “elevó los estándares de la ciencia en el país, ya que realizó un sin fin de estancias en el extranjero y fue parte del comité editorial de varias revistas internacionales especializadas”.
El otro ámbito en el que Rudomín Zevnovaty, galardonado con el premio Príncipe de Asturias en 1987, ha participado a la par de su vida académica está relacionado con su compromiso para “alzar la voz y ser participe de las políticas científicas del país, con el objetivo de, por ejemplo, garantizar una vida digna para quienes hacen investigación”, dijo Romo.
“No recuerdo exactamente cuándo conocí a Pablo”, mencionó por su parte Lorne Mendell, de la Stony Brook University, aunque lo que sí dijo recordar es que junto a Rudomín, con quien ha trabajado y publicado diversos artículos, ha tenido experiencias interesantes y buenos momentos. Y así lo dejó ver en las fotografías que fueron proyectadas y en las cuales aparecen juntos en diferentes lugares, entre ellos Guanajuato, México.
La ex alumna de Pablo Rudomín y ahora investigadora Hortensia González, leyó unas palabras en nombre de Jorge Aceves –ausente en el evento-, mientras que Ismael Jiménez, quien ha colaborado en diversos proyectos con el homenajeado, hizo un breve recorrido por el trabajo y la que ha sido la principal línea de investigación de Pablo Rudomín: el estudio de los mecanismos que transmiten la información en el sistema nervioso central, y los relacionados con el papel de la excitación y la inhibición sináptica en la médula espinal.
Pablo Rudomín Zevnovaty nació en la Ciudad de México y estudió la especialidad de fisiología en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Fue presidente de la Academia Mexicana de Ciencias entre 1981 y 1983 e ingresó a El Colegio Nacional en 1993. También fue vicepresidente de la Sociedad Mexicana de Ciencias Fisiológicas y coordinador general del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República (1995-2000).
Por todo esto y más, “Pablo Rudomín es un ejemplo de la evolución de la ciencia en México, siempre ha practicado los principios éticos que la ciencia requiere, por ello este es un homenaje bien merecido y seguramente la trascendencia de este investigador llegará a la juventud”, aseguró por su parte Enrique Villa Rivera, ex director del IPN.
En el evento, que se llevó acabo hoy en el auditorio “Arturo Rosenblueth”, estuvieron investigadores de diversos países, amigos, compañeros y estudiantes del doctor Rudomín, a quien le fue entregada una placa en reconocimiento a su carrera científica. Como parte del homenaje a este prominente investigador, se realizó el pasado jueves el simposio internacional Perspectivas de la investigación de la médula espinal.
Noemí Rodríguez González.