¿Y si la manzana no cayera, sino volara?

Excelsior
7 de diciembre de 2009
Paris Martínez

A partir de los vuelos espaciales, científicos detectan una pequeña fisura en la Ley Universal de la Gravedad, que Isaac Newton acuño hace más de tres centurias

Cuenta la leyenda que, en 1666, al ver desprenderse una manzana del árbol del que pendía, Isaac Newton dio con la Ley Universal de la Gravedad, la cual dicta que todos los objetos del universo se atraen con una fuerza determinada por la cantidad de masa que los compone y por la distancia que los separa.

Por más de 300 años, esta sentencia ha sido tomada por absolutamente cierta.

No obstante, si Newton hubiera recogido la manzana caída y lanzado al aire con la fuerza necesaria para romper la atracción gravitatoria que ejercía el planeta sobre ella, se habría dado cuenta que su Ley Universal tiene un pequeño defecto.

Y es que observaciones recientes sobre el comportamiento de las sondas Pioneer 10 y 11, así como de los despegues espaciales de naves de la NASA, han permitido detectar una aceleración que la Ley de Newton no logra explicar, una fuerza “anómala” que se suma al impulso de aquellos objetos que abandonan la Tierra y se adentran en el Cosmos.

Claus Laemmerzahl, jefe del Grupo de Física Fundamental del Centro de Física Espacial Aplicada y Microgravedad de la Univeersidad de Bremen, Alemania, el más reciente integrante de la Academia Mexicana de Ciencias, indicó que estos fenómenos, denominados anomalías Pioneer y Flyby, son “nubes oscuras” sobre la teoría física vigente que, sin embargo, dan algunas pistas acerca de “la nueva física que estamos buscando”, una en la que la gravedad tenga también nuevas reglas.

Al rendir su conferencia inaugural en la AMC, Laemmerzahl señaló que el estudio de dichas anomalías plantea fascinantes interrogantes, como cuál es el efecto de la expansión del universo sobre la física en el Sistema Solar, conocimieneto que será fundamental para determinar órbits de naves espaciales y satélites.

Queda, empero, mucho trabajo por hacer y, por ahora, sólo se cuenta con la información que proporciona el monitoreo de las sondas Pionner, por lo que el especialista alemán confió en que los datos que proporcionen nuevas misiones espaciales, con sus lanzamientos, permitan profundizar en la comprensión de dichas anomalías.

La primera vez que se mencionó la anécdota de la manzana de Newton fue cuando éste ya estaba muerto, en 1733, cuando Voltaire escribió en sus Cartas concernientes a la nación inglesa, donde habla de “Newton caminando por su jardín, en donde se le ocurre el germen de su teoría gravitacional al ver una manzana caer”.

Voltaire, sin embargo, no capta esta versión de primera mano, sino de la sobrina de Newton, Catherine Barton, esposa de uno de sus ayudantes y quien, según le habría narrado el propio científico, fue con la manzana al caer que le vino a la mente la idea de los cuerpos que se atraen.

Oficialmente, sin embargo, fue William Stukeley, amigo y biógrafo de Newton quien narra el episodio: “Tras la cena, con clima agradable, salimos al jardín él y yo a tomar el té a la sombra de unos manzanos. En la conversación me dijo que estaba en la misma situación que cuando le vino a la mente por primera vez la idea de la gravitación. La originó la caída de una manzana, mientras estaba sentado, reflexionando. Pensó para sí: ¿por qué tiene que caer lamanzana siempre perpendicularmente al suelo?

¿Por qué no cae hacia arriba o hacia un lado, y no siempre hacia el centro de la Tierra? La razón tiene que ser que la Tierra la atrae. Debe haber una fuerza de atracción en la materia; y la suma de la fuerza de atracción de la materia de la Tierra debe estar en el centro de la Tierra, y no en otro lado (…) Por tanto, si la materia atrae a la materia, debe ser en proporción a su cantidad (la masa).”

Existen quienes, no obstante, dudan de la veracidad de este relato, ya que se tienen testimonios sobre la parquedad de Newton, lo que dificulta imaginarlo explicando con manzanas uno de los razonamientos más importantes de la física, hasta nuestros días.


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