Gaceta UNAM
18 de febrero de 2010
Patricia López
Una pequeña proteína llamada ubiquitina, que se encuentra en las células eucariotas, es la responsable de regular la degradación celular y funciona como una “etiqueta molecular”: marca a las proteínas para que se destruyan de manera precisa y controlada.
Por el descubrimiento de las funciones de la ubiquitina y del sistema ubiquitina-proteasoma, el médico y doctor en biología Aarón Ciechanover recibió el Premio Nobel de Química 2004, junto con sus colegas Abraham Hershko (con quien cursó sus estudios de posgrado) e Irwin Rose.
De visita en la UNAM, el científico nacido en Haifa, Israel, ofreció la conferencia Intracellular Proteolysis by the Ubiquitin System: from Basic Mechanisms and Onto Human Diseases and Drug Targeting, en el Instituto de Fisiología Celular.
“Estoy muy contento de estar aquí”, dijo Ciechanover en un auditorio lleno de estudiantes de posgrado e investigadores, ante quienes explicó que actualmente desarrolla una estrategia de investigación para utilizar el sistema ubiquitina-proteasoma en el diseño de nuevos medicamentos contra cáncer, fibrosis quística y otras enfermedades degenerativas en las que falla el mecanismo de degradación celular.
Para nueva generación de fármacos
Su trabajo hacia la farmacología –que realiza en el Departamento de Bioquímica del Instituto Israelí de Tecnología (Technion)– se inscribe en la nueva generación de medicamentos llamados de blanco molecular, porque se dirigen a zonas específicas de las células afectadas por algún mal.
El investigador fue invitado a México por la UNAM y la Academia Mexicana de Ciencias como parte del proyecto Conferencias Nobel, que busca acercar a eminentes científicos con los jóvenes del país.
Al presentar al académico, Rosaura Ruiz Gutiérrez, secretaria de Desarrollo Institucional de la Universidad y presidenta de dicha academia, recordó que mientras entre las décadas de los 50 y 80 la mayoría de los biólogos se centraba en comprender cómo el genoma se traduce al transcriptoma y posteriormente al proteoma, Aarón Ciechanover participó en uno de los procesos cíclicos más importantes de la célula, el de la degradación regulada por las proteínas.
“Con sus hallazgos revolucionarios, Ciechanover ha conseguido que percibamos el funcionamiento de la célula como una estación de chequeo altamente eficiente, en la que las proteínas se crean y destruyen a un ritmo vertiginoso”, señaló Rosaura Ruiz.
Interesado en la degradación de las proteínas desde los años 70, Ciechanover observó junto a Abraham Hershko, en su laboratorio de investigación en el Technion, cómo la degradación era regulada por la ubiquitina, que tiene como principal función marcar a otras proteínas para su destrucción, en un proceso llamado proteólisis.
Ciechanover explicó que varias moléculas de ubiquitina se anclan a la proteína a eliminar y ésta se mueve hacia el proteasoma, estructura con forma de barril donde se realiza el proceso de la proteólisis.
El científico –quien es profesor distinguido en el Centro de Cáncer y Biología Vascular, en la Facultad de Medicina Rappaport y en el Instituto de Investigación
del Technion, todos de Israel– explicó que la degradación no es indiscriminada, sino que constituye un proceso muy controlado, de modo que las proteínas que han de ser destruidas en algún momento posean una etiqueta molecular llamada ubiquitina, a la que calificó como beso de la muerte.
La ubiquitina puede marcar incluso proteínas de la membrana de la célula, por ejemplo receptores, para que sean eliminadas de la membrana.
“Ciechanover encontró que había una gran diferencia entre la degradación de las proteínas intracelulares y las proteínas extracelulares, y esto es la base de su hallazgo”, comentó la doctora en biología Annie Pardo Semo, coordinadora de Estudios de Posgrado de la UNAM.
Cáncer y otras enfermedades
El científico explicó que en Israel estudia cómo en el cáncer y en varias enfermedades neurodegenerativas hay una desregulación del sistema de degradación de proteínas.
“En estas enfermedades la degradación de proteínas no funciona adecuadamente, así que es un área de investigación abierta para el diseño de medicamentos para inhibir partes de este sistema que él descubrió y así permitir que la célula retome el camino sano”, resumió Pardo.
Actualmente Aarón Ciechanover es director del Instituto de Investigación en Ciencias Médicas Rappaport y profesor de la Facultad de Medicina del Technion en Haifa, Israel.