El Sol de México
8 de junio de 2011
La Prensa
Organización Editorial Mexicana
Ciudad de México.- Tenemos el doble de extensión geográfica de mares en comparación con la superficie terrestre en el país y a éstos sólo se le destinan recursos parciales y temporales para su conocimiento. Urge la creación de una Agencia Mexicana de Mares y Costas, sostuvo el doctor Gilberto Gaxiola Castro, investigador miembro de la Academia Mexicana de Ciencias.
El científico del Departamento de Oceanografía Biológica del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), Baja California, informó que los académicos han tratado de hacer propuestas concretas al respecto.
Dijo que la creación de la Agencia Mexicana de Mares y Costas debe tener una estructura y organización propias: «Esto no es solamente el clamor de los estudiosos mexicanos, sino también proviene de agencias internacionales y de colegas de otros países que no cuentan con un interlocutor gubernamental apropiado. Este es uno de los problemas centrales que hay que resolver».
El potencial de los mares mexicanos se puede enfocar desde varias perspectivas: pesquera, turística, industrial, ecológica, comunicaciones, extractiva o tecnológica, por mencionar algunas. Sin duda, el país cuenta con una situación privilegiada y de un gran compromiso internacional para su estudio, conocimiento, cuidado y manejo sustentable, manifestó el científico adscrito a la división de Oceanología.
Un problema muy serio, expuso, es la falta de coordinación en la utilización y manejo de los mares mexicanos. Esto pasa por una falta de conocimiento integral de varios aspectos ambientales, entre ellos el oceanográfico.
«No conocemos en forma integral nuestros mares. En México existe solo un programa oceanográfico, con reconocimiento nacional e internacional -programa IMECOCAL: http://imecocal.cicese.mx», ejemplificó.
«Estamos a tiempo y se pueden tener muchos avances en esta dirección si de verdad México vuelve los ojos hacia el mar y no solamente desde una perspectiva contemplativa o poética. Estoy cierto que los académicos tenemos mucho que aportar al respecto», concluyó Gaxiola Castro.