La Crónica de Hoy
24 de agosto de 2012
Isaac Torres Cruz
Academia
«A los tomadores de decisiones habría que darles cursos de capacitación para que conozcan qué es la innovación y en qué deben usarla», manifestó Blanca Jiménez, vicepresidenta de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
Durante el análisis que hicieron miembros de esta institución sobre el Ranking Global de Innovación 2012, la especialista en recursos hídricos de la UNAM enfatizó que para que el país mejore en el ramo “se debe de crear una legislación para que las licitaciones públicas otorguen puntos adicionales a las empresas que utilicen tecnología nacional”.
En el acto, académicos y especialistas analizaron los resultados del estudio realizado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual de la ONU (OMPI) y la Escuela de Negocios INSEAD, con sede en Francia este 2012, que posiciona a México en el lugar 79 de entre 141 países.
En este sentido, el presidente de la AMC, José Franco, destacó que el ranking marca una relación entre la inyección de recursos y su salida como productos (riqueza o satisfactores), e indica qué tan bien preparado está el sistema de un país para transformar en desarrollo económico su inversión.
Por ello, señaló la importancia de revisar el papel de México en el rank, que indica un preocupante descenso a través de los años. Recordó que en 2007 México estuvo en el lugar 37; en tanto que en 2008 y 2009 nuestro país pasó al lugar 61. Del 2009 al 2010 pasamos al lugar 69 de entre 137 países, y el año pasado el país alcanzó el lugar 81.
Por su parte, José Luis Fernández Zayas, director general del Sistema Nacional de Investigadores, indicó que las capacidades nacionales de innovación comparadas con otros países son malas, pero son peores aun que las de aquellos con un nivel educativo, económico y político inferior al de México. “Lo peor es que el número (el 79 del ranking) se está deteriorando. Estamos cayendo aprisa hasta el final de la tabla. Una preocupación es que pronto no tendremos contra quién compararnos”. Si acaso con aquellos que están “verdaderamente mal”.