La Crónica de Hoy
29 de septiembre de 2013
Isaac Torres Cruz
Academia
Cada sábado, Raúl Mújica no dejaba de perderse un capítulo de Cosmos, la serie de Carl Sagan que, para el ahora astrofísico, marcó a su generación. Durante esa etapa de su infancia, se sumergía con uno de los mayores divulgadores de la ciencia que hayamos conocido en nebulosas planetarias, hacia los confines del Universo y orígenes de ese conocimiento en la Tierra. Ahora tiene más de una colección de la serie, y podría relatar cada episodio con la misma emoción con la que habla de ciencia, astronomía y cine francés.
Desde entonces, sabía que quería ser astrónomo y fue guiado por uno de sus tíos. Inició su formación como físico en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y al finalizar contó con la fortuna de que el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) lanzará una maestría en astrofísica. Fue el primer egresado de esa generación.
Después realizaría una estancia posdoctoral en el Observatorio de Astrofísica de Estrasburgo, Francia, y regresó al país para hacer investigación en fuentes de radiación de algunos cuerpos celestes dentro de varias ondas de frecuencia, principalmente los más brillantes del Universo (aquellos que emiten rayos X) y otros relacionados con el flujo activo de galaxias.
En algún momento de su carrera (no recuerda con exactitud cuál) se dio cuenta de lo importante que era acercar la ciencia a todo público y participar en una alfabetización científica, y la astronomía es un camino franco para hacerlo (después de todo, por medio de éste se hizo científico). Ahora, la divulgación de la ciencia para el investigador del INAOE y miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, es central si bien para el desarrollo y formación de estudiantes, para generar una opinión crítica en la población.
“Porque a los científicos nos enseñan a ser críticos, a ver todos los puntos de vista y no sólo lo que un medio presenta o un investigador dice. Debemos de tener la capacidad de analizarlo y generar una opinión propia. El conocimiento actual no es el final, siempre está evolucionando y la manera de lograrlo es siendo críticos y cuestionar”.
Mújica dice en entrevista lo anterior, después de una comida que algunos periodistas tuvimos con personal del INAOE, tras descender del volcán Sierra Negra, donde se encuentra el Gran Telescopio Milimétrico (GTM). En esa plática analizó el tema magisterial que se lleva a cabo en diversos estados y lo hizo con esa crítica de la que habla, cuestionando todo lo que ha rodeado el asunto social. “Eso debemos inculcarlo a los niños y jóvenes, hay que generar ese pensamiento crítico, que es fundamental para el desarrollo de cualquier nación”.
Pero para lograr ese desarrollo se requieren otros dos pilares, que este investigador no quiere desasociar, para generar cultura. “El arte y la ciencia son fuentes muy creativas que debemos desarrollar porque es la manera de obtener conocimiento, y las culturas que no lo tienen no crecen”.
Las culturas que controlan la política y la economía en el mundo son las que generan conocimiento, añade. “Si lo obtenemos tendremos sí, una sociedad más desarrollada y avanzada, pero también más igualitaria”.
TALLERES DE CIENCIA. Raúl Mújica fue recientemente galardonado con el Premio Nacional de Divulgación de la Ciencia Alejandra Jaidar, el año pasado obtuvo además el Premio Estatal de Ciencia y Tecnología en divulgación de Puebla. Pero estos reconocimientos no son por explicarle a un grupo de periodistas la teoría de la gravitación universal, el espectro electromagnético o qué son la materia y la energía oscuras, sino por una labor mucho más loable.
Además de colaborar en la coordinación de “La Noche de Estrellas” en el estado, el divulgador ha participado en la elaboración de talleres de ciencia dirigidos para niños, jóvenes y maestros. El primero, y más exitoso hasta ahora, es el llamado “Baños de Ciencia”, que consiste en proporcionar actividades de ciencia en comunidades aisladas, y que ha sido realizado en Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Durango y Chiapas, entre otros.
Hay otro par de talleres que coordina para jóvenes y profesores a partir de convocatorias nacionales, donde reciben a grupos de 25 que pasan una semana en el INAOE. Visitan laboratorios, tienen cursos, talleres y la oportunidad de ascender al GTM. “Hay estudiantes y profesores que salen de aquí locos (por la ciencia) y buscan promoverlo en sus estados o escuelas”.
A la par, desarrollan otro taller llamado “Del aula al Universo, un telescopio para cada escuela” que han llevado a cabo en Puebla y Tlaxcala. En éste se forma un club de astronomía con estudiantes y maestros, quienes arman sus telescopios en el taller de óptica de la BUAP. Posteriormente, les enseñan a utilizarlo y buscan promover su uso dentro de la escuela. Hasta ahora, el programa ha alcanzado 200 telescopios, igual a 200 escuelas, y se prevé llevarlo a Oaxaca, Sonora y Querétaro.
Mújica es hijo de la divulgación haciendo divulgación, reproduciendo, en alguna medida, la emoción en los demás que sintió (y siente) cuando veía Cosmos. Pero este es sólo el primer paso. Tuvo influencia familiar y Cosmos fue importante, apunta, aunque también asistió a conferencias, planetarios y otras actividades en la universidad.
Ahora su objetivo es acercar la ciencia a la población más vulnerable, que pocas oportunidades tiene para asistir a un museo o ver programas televisivos de calidad. Por ello, ha tratado de llevar los talleres a cuantas comunidades sea posible en varios estados. “Eso me gusta y espero que se replique en mucha gente y tenga impacto en algún momento”.
Hace falta mucho por hacer para paliar esa alfabetización científica que mencionó el astrofísico y se necesitan muchos más esfuerzos de la calidad y alcance que han logrado en el INAOE con él. Muchos de “nuestros científicos” también son “nuestros divulgadores”, y su actividad deberá de ser tan valorada como sus propias investigaciones.