La Jornada Michoacán
8 de diciembre de 2009
Eduardo Sánchez
Afectaría el campo de la investigación científica, lamentan
En tanto que las autoridades definen por enésima ocasión cuál es el sustento para que la ley antiaborto prospere y se implemente en las 15 entidades de la República que aún faltan por avalarla, es “lamentable” el hecho de tener que legislar o amparar el campo de la investigación científica y lo que confiere a la muerte celular en función de esta normatividad.
“Es una pena que se tengan que suspender proyectos de investigación porque nuestros legisladores llevan las cosas a tal extremo; son fundamentales para tratar de entender el proceso biológico que está ocurriendo. Ahora incluso tendremos que invertir tiempo en obtener amparos que nos permitan trabajar para darle seguimiento a nuestra labor sólo si las autoridades lo consideran pertinente”.
En opinión de Leticia Pérez, investigadora y técnica académica de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Ciencias Médicas y Biológicas de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), recurrir al amparo para que el área de investigación de las instituciones educativas del país continúe en el camino del descubrimiento científico “representaría un atraso”.
Lo dicho anteriormente por la académica michoacana es a raíz de lo que expresó la representante de la Academia Mexicana de Ciencias, Rosaura Ruiz, al respecto de promover juicios de amparo a fin de proteger a los científicos universitarios, luego de la controversia y las limitaciones al campo investigativo que traería consigo la ley antiaborto, que ya ha suspendido programas de investigación en algunas instituciones del país donde cuenta con vigencia.
En ese caso, estimó Pérez, las modificaciones genéticas para crear especies productivas y todo lo que tenga que ver con la manipulación molecular –aunque se trate de animales–también quedaría vedado en un futuro.
Para Juan Carlos Cortés García, profesor e investigador del área de toxicología de la misma facultad, de acuerdo con lo dicho por Rosaura Ruiz, “es bastante contradictorio; es una exageración que se pretenda prohibir programas científicos con base en la ley antiaborto que se ha promovido en 17 estados del país”.
Si bien es cierto que las células totipotenciales por su naturaleza pueden dar lugar la conformación genética de un ser humano, también es verdad que son útiles para resolver innumerables problemas de salud.
Por ello, consideró Cortés García, “no hay que pensar sólo en los humanos que podrían nacer, sino en aquellos que ya están aquí y pueden beneficiarse con el uso de estas células. Estamos hablando de millones de personas”.
La información que los investigadores podrían obtener en el área de la salud para el desarrollo de terapéuticas adecuadas y de medicamentos sería entonces “más difícil y más lento”.
“México es un país en el que en 10 años aumentará la población de diabéticos e hipertensos que requieren de tratamientos y que, hasta el momento, son largos y costosos. Con tecnologías nuevas y avances en la investigación, podríamos tener mejores resultados”, enfatizó el investigador.