Reforma
21 de marzo de 2013
Diana Saavedra/Enviada
Puebla, México .- Tonantzintla, Puebla.- Para celebrar el centenario del nacimiento de Guillermo Haro, padre de la astronomía de México, el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica en Puebla, lanzaron la convocatoria para recibir proyectos de investigación para el Gran Telescopio Milimétrico.
Alfonso Carramiñana, director del Instituto explicó que a partir de ahora la comunidad científica tiene un mes de plazo para enviar sus propuestas que serán evaluadas.
«En mayo podríamos arrancar con el uso científico del equipo. Ya no buscamos observaciones demostrativas, sino hacer nuevos descubrimientos», dijo Carramiñana.
«Ahora buscaremos que la semilla plantada por Guillermo Haro y Alfonso Serrano progrese para hacer los mejores descubrimientos científicos».
En la ceremonia, en la que estuvo presente la escritora Elena Poniatowska, el doctor Luis Felipe Rodríguez, señaló que el legado astronómico de Guillermo Haro está vigente tanto a nivel nacional como internacional pues, en particular se continúan estudiando y descubriendo nuevas interrogantes de los objetos Herbig-Haro.
A su vez, José Franco, Presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), comentó que la comunidad científica debe mucho al doctor Haro por el impulso que éste siempre le dio a los jóvenes investigadores para realizar estudios profesionales en las diversas áreas del conocimiento.
«Celebramos la memoria de un hombre que transformó en muchos sentidos a la ciencia de este país, todos los científicos estamos en deuda con él», dijo Franco ante los especialistas reunidos en el auditorio Luis Enrique Erro.
«La Academia no existiría de no ser por la iniciativa de Guillermo (Haro) y un grupo entusiasta de científicos para crear un foro de discusión donde pudieran intercambiar las ideas, experiencias, conocerse y la Academia de la Investigación Científica nació como una institución muy prestigiada y ahora, como Academia Mexicana de Ciencias pone en la Agenda Nacional a la ciencia y la tecnología».