Once Noticias
9 de noviembre de 2007
Carlos Ibarra
Contaminación y manejo inadecuado de los bosques, son factores que pueden provocar incendios forestales en las montañas del Valle de México.
“Es posible no tan solo por el daño de la contaminación ambiental sino por la acumulación de material combustible. Si no hacemos un manejo de los bosques, si no sacamos esos árboles moribundos, esos atacados por alguna enfermedad o lo que sea, si no los sacamos, si no quitamos ese exceso de hojarasca, como dijimos hace un rato, entonces tenemos material combustible”, dijo Tomás Hernández, investigador del INIFAP.
En el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias de la Semarnat, el tema fue abordado por el fitopatólogo Mark Fenn, nuevo integrante de la Academia Mexicana de Ciencias, quien destacó que uno de los factores para el desastre californiano fue la combinación de ozono y nitrógeno, producto de la contaminación en ese estado de la Unión Americana.
“Cambian la fijación de la distribución de carbono en la planta y la distribución de carbono en el ecosistema, porque en vez de mandar carbono hacia las raíces donde se descompone y transforma, pero el carbono, una gran parte se mantiene abajo de la tierra, va acumulándose como combustible también”, explicó Mark Fenn.
Aunque las condiciones de los bosques del Valle de México son distintas a las de California, también existen algunas posibilidades de incendios como el que ocurrió en 1998, cuando el fuego devastó cerca de mil hectáreas de árboles en el Desierto de los Leones.
El riesgo más alto es que aun cuando no exista fuego de por medio, la contaminación ambiental en el DF es un enemigo silencioso de los bosques.
“El ozono puede ser el que está predisponiendo a los árboles, es como si fuera algo que los debilita, que les quita esa fortaleza natural que tienen para resistir cualquier embate de… Hasta del frío, de la falta de humedad, de la sequía en extremo, de las bajas temperaturas y de otros fenómenos o factores que están influyendo en este síndrome. Nosotros lo llamamos Síndrome de Declinación Forestal”, indicó Tomás Hernández.