Reforma
30 de junio de 2008
Grupo Reforma
Hasta ahora la forma generalizada de diagnosticarlo es a través de los signos y síntomas
Ciudad de México.- Es indispensable mejorar los métodos de diagnóstico de la Diabetes Mellitus tipo 2 (DM 2), realizar dictámenes acertados y oportunos, que permitan la detección temprana o el retraso en la aparición de esta enfermedad, que continúa siendo la primera causa de muerte en México.
Esto señaló Héctor Miguel Trujillo Arriaga, especialista en Ingeniería Biomédica de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Unidad Iztapalapa, al participar en la charla Ingeniería y Diabetes del Programa Domingos en la Ciencia de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), informó ese organismo en un comunicado.
El especialista indicó que el 10.8 por ciento de la población mexicana vive con este padecimiento, y que hasta ahora la forma generalizada de diagnosticarlo es a través de los signos y síntomas: hipertensión arterial, aumento de la glucosa en sangre, incremento en el consumo de agua y alimentos y deseo de ir al baño con frecuencia.
Pero en muchos casos la DM 2 no presenta síntomas, por lo que para confirmar o descartar la enfermedad, se realiza la prueba Curva de Tolerancia a la Glucosa Oral (CTGO), empleada para diagnosticar alteraciones en el metabolismo de los carbohidratos.
«En la CTGO convencional se toma una muestra de sangre cada 30 minutos a lo largo de dos horas, lo cual es insuficiente», consideró.
En su tesis doctoral Análisis Dinámico de la Glucemia, Trujillo Arriaga propone obtener una muestra de sangre cada 10 minutos, por lo menos durante tres horas, para lograr un diagnóstico temprano y apropiado.
En la investigación se aplicaron conceptos y criterios propios de la ingeniería, como el modelado y la simulación de sistemas, para describir la dinámica de la concentración de la glucosa en la sangre ante un estímulo específico.
Trujillo precisó que la diabetes s una enfermedad crónico-degenerativa, no infecto-contagiosa, incurable, pero controlable, que afecta al 15 por ciento de la población mundial. De esta proporción, explicó, a la Diabetes Mellitus tipo 1 le corresponde el 10 por ciento, mientras que a la Diabetes Mellitus tipo 2, el 85 por ciento.
«Si se conoce la dinámica de la glucemia, pueden tomarse las medidas pertinentes (dieta, ejercicio y farmacoterapia, entre otros) y realizar varias CTGO de seguimiento para valorar el comportamiento de la glucemia, con el fin de dar un tratamiento adecuado que pueda prevenir o al menos retardar la aparición de la enfermedad», explicó.
Trujillo Arriaga destacó la necesidad de llevar a cabo más proyectos multidisciplinarios para aportar diversos puntos de vista en distintos temas, donde participen ingenieros, matemáticos, biólogos, médicos, físicos, entre otros profesionistas.