La Jornada
29 de abril de 2006
José Galán
Sólo así el país será competitivo, dice el director del Conacyt
Sólo con un posgrado nacional de alta calidad y un emplazamiento científico consolidado y competitivo México tendrá oportunidad de participar en la nueva etapa del desarrollo mundial. De allí que el fortalecimiento del posgrado nacional y el desarrollo científico y tecnológico deban ser reconocidos como prioridades nacionales, tal y como ocurre en otros países.
Así lo afirmó ayer Gustavo Chapela, director general del Conacyt, quien advirtió que, si bien las universidades y centros de investigación pueden ser espacios de muy alta calidad, con gran capacidad y prestigio, en la medida en que operan separados de las empresas, y lejos de las necesidades del mercado, «contribuyen muy marginalmente a la dinámica de la innovación».
Al inaugurar el 49 año académico de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), en una ceremonia que sirvió de marco para la renovación del consejo directivo del organismo, que estará encabezado por Juan Pedro Laclette en lugar de Octavio Paredes López, el titular del Conacyt consideró que en México «vivimos un momento de gran importancia. El principal desafío del país en los próximos años será transformar su planta productiva para conformar una economía basada en el conocimiento».
Consideró que ese desafío «interpela» en particular a la comunidad científica del país, ya que en ella se concentran las capacidades fundamentales que pueden permitir a la nación avanzar en la transformación de su horizonte de desarrollo y establecer nuevas plataformas que impulsen el progreso y el bienestar. Pero advirtió que la posibilidad de atender esos desafíos depende de la conformación de una sociedad cada vez más educada; del crecimiento constante de la inversión pública y privada en investigación; en tareas científicas vinculadas con un «robusto» sistema de innovación que enlace la investigación básica, el desarrollo tecnológico y la generación de nuevos procesos y productos para el mercado. Todo ello, reconoció, requiere de mayor infraestructura y el establecimiento de mejores políticas de promoción y fomento de la ciencia y la tecnología.