Mundo Hispano
14 de abril de 2007
Notimex
México.- Los gobernantes mexicas se preparaban para gobernar en la Casa de las Aguilas, ubicada en la zona de Tenochtitlan, mismo lugar donde eran velados al morir, afirmó el arqueólogo Leonardo López Luján.
El autor de los dos volúmenes «La Casa de las Aguilas I y II», coeditados por el INAH, el FCE y la Universidad de Harvard, ofrece en su estudio un análisis pormenorizado del que es el segundo edificio prehispánico de mayor importancia después del Templo Mayor.
En un comunicado, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) expuso que la publicación que será presentada el martes 17 de abril comprende un extenso estudio del que es considerado un ejemplo de la arquitectura religiosa de Tenochtitlan.
Análisis que confronta datos arqueológicos e históricos y las características técnicas y espaciales de esa antigua construcción que se estima comenzó a edificarse durante el gobierno de Itzcóatl o Motecuhzoma Ilhuicamina, hacia la primera mitad del siglo XV.
Destacó que el par de volúmenes da cuenta de la rica información recuperada durante las cinco temporadas de exploración (de 1980 a 1997), encabezadas por el propio López Luján, que han servido como base de esta completa investigación.
El INAH comentó que la Casa de las Aguilas, ubicada al norte del Templo Mayor, en lo que hoy son las calles de República de Argentina y Justo Sierra del centro de la Ciudad de México, permaneció sepultada en el subsuelo por más de cuatro siglos y medio.
Añadió que el denominado Edificio E fue hallado en septiembre de 1980, como parte de los trabajos de excavación del Proyecto Templo Mayor, y se le llamó «Recinto de Los Caballero Aguila» o «Casa de Las Aguilas» por los ornamentos de esa ave con que cuenta.
Precisó que el inmueble tiene dos esculturas de personajes ataviados con trajes de águila y representaciones de cabezas de esta ave en la fachada principal.
El galardonado con el Premio Investigación en Ciencias Sociales de la Academia Mexicana de Ciencias hace un análisis de fuentes escritas y pictográficas del siglo XVI, que hacen referencia a un lugar sagrado llamado Tlacochcalco o Tlacatecco, el cual se describe con características similares a las que tiene la Casa de Las Aguilas.
Indica en su trabajo que «éste era el lugar donde el tlatoani hacia penitencia durante cuatro días previos a su coronación y donde eran velados por un periodo idéntico el monarca y los militares de mayor jerarquía cuando morían».
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Poseyó Casa de las. dos. morían»
Puntualiza que «fue un escenario fundamental de la vida religiosa de la antigua Tenochtitlan. Un edificio para los ritos de paso donde el nuevo tlatoani después de su estancia en las entrañas de la tierra, renacería transfigurado en un ser divino.
«El soberano mexica transitaría por el interior del edificio para reaparecer como el Sol del amanecer por el acceso oriental», establece.
La obra pubilcada por el INAH, el Fondo de Cultura Económica (FCE) y la Universidad de Harvard (Estados Unidos) ofrece en su primer tomo un acercamiento amplio a la estructura prehispánica, a través de elementos como formas, técnicas y materiales constructivos, entre otros.
Y en el segundo, un catálogo de apéndices sobre cada una de las ofrendas halladas y su composición; tablas, mapas, planos, dibujos esquemáticos, reconstrucciones hipotéticas, fotografías y glosario de palabras en náhuatl, entre otros aspectos.